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No soy petrista…Pero votaré por Petro. Esta frase la he oído y leído reiteradamente en los últimos días y por todas partes. No más ayer, Laura Restrepo, la gran escritora, lo afirmaba en la emisión por redes de “Los Danieles”. El apoyo a Petro crece en la misma medida que lo hace el escepticismo hacia Rodolfo, a quien debo confesar, me simpatiza como persona, pero a quien considero sin preparación y vulnerable emocionalmente para dirigir y liderar a la nación colombiana.
Mi apuesta fue y será por Alejandro Gaviria, y luego, en cumplimiento del compromiso adquirido en la coalición Centro Esperanza, por Fajardo. Hace unos pocos días, Alejandro Gaviria declaró que no son tiempos para la neutralidad y que, en consideración al deseo de cambio, es Petro la “opción responsable institucional y liberal”. También mencionó los riesgos de ruptura institucional que son, a mi modo de ver, una amenaza inaceptable a nuestra democracia en construcción. Por supuesto que a muchos nos preocupa el futuro del sistema de salud en la propuesta del pacto histórico, y algunos otros tópicos del programa, pero da confianza el llamado al diálogo social al que convoca Petro si es presidente, mencionando nombres que conocemos son garantía de la seriedad y el conocimiento en temas polémicos como pensiones, reforma tributaria y otros. De otro lado, el compromiso con las oportunidades para los jóvenes es esperanzador tanto como en la aproximación a los retos que el cambio climático nos impone de manera urgente. Democracia y juventud es un binomio tan necesario como el de confianza institucional y la esperanza.
Concluye Gaviria que buscamos con el voto por Petro, una sociedad justa, decente y digna. El antipetrismo, digo yo, es una condición emocional que no alcanzó a permear a más del 35% de los electores, por tanto, no definirá la elección, el escepticismo sí. Petro ha reiterado con hechos su compromiso con la Constitución y la ley, y con la Paz.
¡Razones suficientes en este momento de la historia de Colombia! No soy petrista…pero votaré por Petro.