La reunión Donald Trump y Kim Jong-un


Es una imagen que costaba imaginar pero que pasará a la Historia.
Ambos mandatarios se saludaron frente a las cámaras, posaron lado a lado y luego se dirigieron hacia una sala en la que dieron un breve mensaje.

“Tendremos una fantástica relación. No tengo dudas”, dijo el presidente de Estados Unidos.
La reunión viene tras meses de una escalada de tensiones y amenazas entre ambas naciones durante 2017 por el programa de pruebas de misiles del gobierno de Corea del Norte.



Kim celebró que se hayan vencido todos los obstáculos para llegar hasta este encuentro: “Los vencimos a todos y estamos aquí hoy“.

El mandatario estadounidense ha pronosticado también que él y Kim “resolverán un gran problema, un gran dilema“.
Tras mantener una reunión privada, Trump y Kim celebraron un encuentro con sus respectivas delegaciones. “Muy bien. Muy, muy bien. Excelente relación. Gracias”, expresó el presidente de EE.UU. después de hablar en privado con su homólogo norcoreano.
Después de la reunión privada entre Kim y Trump, ambos mandatarios se sentaron en una mesa con altos funcionarios de ambos países.
El encuentro generó gran expectación no solo en Estados Unidos y Corea del Norte, sino también en el resto del mundo.
En Washington D.C., un grupo de personas se reunió frente a la Casa Blanca la tarde del lunes para participar en una vigilia a favor de la paz.

¿Qué tiene Singapur?
Después de barajarse destinos como Mongolia e incluso la zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas -y que, pese a su nombre, es una de las fronteras más militarizadas del mundo-, Corea del Norte y Estados Unidos decidieron reunirse en Singapur.
El pequeño y moderno país, situado en el sudeste asiático y considerado uno de los “tigres” económicos de la región, es una nación con la que tanto EE.UU. como Corea del Norte tienen buenas relaciones y por tanto, es un espacio neutral y seguro.

Pyongyang incluso tiene embajada en la ciudad-Estado, algo no muy habitual, y siempre mantuvo con los norcoreanos una estrecha cooperación comercial, interrumpida el año pasado por el endurecimiento de las sanciones internacionales.
Además, Singapur también se vanagloria de su estabilidad y seguridad, gracias a las numerosas y estrictas normas que tiene (como por ejemplo, la prohibición de protestas).