ABSUELTA ALCALDESA DE ROMA
Terminan dos años de calvario para la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi. El Tribunal de Roma la ha absuelto de las acusaciones de ofrecer falso testimonio para proteger a su mano derecha en un caso de corrupción. De ser declarada culpable estaba obligada a dimitir inmediatamente. Así lo indican los códigos de conducta de su partido, el Movimiento 5 Estrellas (M5E), y así lo ratificó ayer el líder de la formación, Luigi di Maio. Pero de momento, la alcaldesa ha sobrevivido a la justicia.
“Con esta sentencia el Tribunal de Roma, a quien agradezco el trabajo, ha acabado con dos años en que he sido agredida mediáticamente y políticamente con una violencia inaudita y con una ferocidad injustificada. Dos años en los que nunca he dejado de trabajar con la cabeza alta para mis ciudadanos”, ha celebrado Raggi en las redes sociales.
Virginia Raggi. Virginia Elena Raggi (Roma, 18 de julio de 1978) abogada y política del partido Movimiento 5 Estrellas. Desde el 22 de junio de 2016 es la primera mujer que asume el cargo de alcaldesa en la historia de la capital italiana.
“Con esta sentencia, el Tribunal de Roma ha acabado con dos años en los que he sido agredida mediáticamente y políticamente”
La fiscalía había pedido diez meses de cárcel para ella por presuntamente haber mentido sobre el ascenso de Renato Marra como director de Turismo de la capital, tras haber sido supuestamente propuesto por su hermano, Raffaele Marra, el entonces más estrecho colaborador de Raggi, que era responsable del departamento de personal del Ayuntamiento y quien está imputado por corrupción. Creían que la alcaldesa, abogada de profesión,declaró en falso al decir a la Autoridad Nacional Anticorrupción que había elegido a Renato Marra en plena autonomía y no por la interferencia de su hermano. El Tribunal de Roma ha decidido que los hechos “no constituyen un delito”.
La sentencia no sólo supone un alivio para el equipo de la primera alcaldesa de Roma, que ha recibido la decisión con aplausos y algunas lágrimas. También supone una tregua para el M5E, un partido fundado en el 2009 para luchar contra los vicios de la llamada vieja política, también contra la corrupción. Raggi contaba entre el círculo cercano a Di Maio, ahora viceprimer ministro italiano, y su dimisión habría puesto contra las cuerdas al partido dentro del Gobierno nacional, que ya se ve superado por la Liga en las encuestas.
El Tribunal de Roma ha decidido que los hechos “no constituyen un delito”
En declaraciones a los corresponsales, este viernes Di Maio se mostró preparado para dejarla caer. “El código ético del M5E es muy claro”, afirmó hablando de las normas que estipulan como “grave e incompatible” ejercer un cargo público en caso de haber sido condenado, aunque sea sólo en primera instancia. Sin embargo, ahora se ha apresurado a felicitarla. “Estoy contento de haber estado siempre contigo”, celebró el grillino en sus redes sociales.
Ahora Raggi inicia su segunda mitad del mandato con un problema menos sobre la mesa. Sin embargo, no lo tendrá nada fácil. Los romanos están cada vez más hartos por el evidente estado de degrado de la capital. Los contenedores de basura desbordados por las calles, el sinfín de socavones que causan cientos de accidentes de tráfico, el abandono de las zonas verdes o el caos en el transporte público son sus mayores enemigos. Tanto, que a finales de octubre, miles de romanos salieron a la calle para congregarse en la plaza del Campidoglio, delante el Ayuntamiento, para protestar por su gestión.
Raggi fue elegida en junio del 2016 con el 67% de los votos en la segunda vuelta como un gesto de rechazo a las administraciones anteriores, de derechas e izquierdas, que no lograron poner orden en una ciudad cada vez más endeudada y, según dicen, ingobernable. Pero la dificultad de Raggi para formar un equipo y el deterioro de Roma en el último año la ha convertido en un personaje muy discutido. La primera palabra la tendrán mañana los romanos. El Partido Radical ha convocado un referéndum consultivo y no vinculante para pedir a la alcaldía que liberalice el transporte público, en una situación financiera desastrosa.