ALFREDO PÉREZ RUBALCABA, político socialista quien fue un seductor para todos, incluida la Derecha española
Los reyes destacaron el “sentido de Estado” de Rubalcaba y “su vocación de servicio a España”
La figura de Alfredo Pérez Rubalcaba trasciende al PSOE como demostraron este viernes las incontables muestras de reconocimiento que le profesaron hasta sus mayores adversarios. El vacío de su muerte a los 67 años por un ictus conmocionó al socialismo, donde todas sus corrientes y sensibilidades coincidieron en destacar su dimensión política y sentido de Estado. Los Reyes, que acudieron a la capilla ardiente en el Congreso, destacaron de Rubalcaba precisamente ese “sentido de Estado” y “su vocación de servicio a España”. El Gobierno decretó un día de luto oficial.
Centenares de ciudadanos anónimos se agolparon en la Carrera de San Jerónimo y en las calles adyacentes haciendo cola para rendir homenaje a uno de los políticos más influyentes en la democracia española. Poco antes de las 22.30 la policía cortaba la larguísima cola que llegaba hasta una de las calles de la parte trasera del Parlamento. “Ya lo habían hecho pero les he dicho qué más les daba uno más que uno menos. Y les he convencido”, confiaba el último de la fila, Francisco Moreno, jubilado por enfermedad de 56 años y votante del PSOE. Unos centenares de metros más adelante, Consuelo Martínez, de 67 años, se confesaba votante de derechas, pero Rubalcaba le merecía “el mayor de los respetos”.
Dos horas antes y en medio de una salva de aplausos impresionante, policías uniformados portaron su féretro a hombros subiendo los peldaños de la escalinata principal de los Leones. Las coronas de rosas rojas llegaron desde todos los rincones de España. La capilla ardiente del exvicepresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE es la quinta que ha albergado el Parlamento tras las de los expresidentes Leopoldo Calvo Sotelo y Adolfo Suárez, la del padre de la Constitución de 1978, Gabriel Cisneros, y la del presidente de la Cámara Manuel Marín.
Un presidente autonómico afirmaba que, exceptuando a los presidentes del Gobierno y la Casa Real, no se le ocurrían más políticos que hayan tenido tanta influencia para la democracia española desde el final de la dictadura. “Alfredo era el hombre de las mesas camilla. Su obsesión era España y el PSOE”, decía otro.
El féretro con una bandera de España y el símbolo del PSOE se instaló en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso y continuará allí hasta este sábado a las 14.00. El presidente Pedro Sánchez decretó luto oficial desde las ocho de la tarde de este viernes hasta la medianoche del sábado.
Los Reyes, Felipe VI y doña Letizia, llegaron a la capilla ardiente sobre las 20.45, fueron recibidos por el presidente en funciones, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el presidente del Senado, Pío García Escudero, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y el del Supremo, Carles Lesmes. Entraron en la sala, saludaron cariñosamente a la viuda de Rubalcaba, Pilar Goya, y permanecieron unos 20 minutos. Pablo Casado, el líder del PP, fue recibido por la gente que se agolpaba en las aceras con abucheos y algunos aplausos. El recibimiento a Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, fue cordial.
Llantos constantes
Los llantos, en el patio de las Cortes y ya dentro del salón, fueron constantes. Entraron llorando la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con el expresidente andaluz José Antonio Griñán, o la eurodiputada Elena Valenciano, todos muy próximos a Rubalcaba y del que destacaban su nivel. “Le ha tocado en la vida desempeñar unos puestos que parecería que exigen otra actitud y puede haber dado en algún momento quizá la percepción de alguien distante. Pero era una persona muy entrañable, cariñosa y próxima”, le definió Ángel Gabilondo, candidato socialista a la presidencia de Madrid. Cada reencuentro de personas y dirigentes socialistas que habían tenido relación con Rubalcaba suponía el desbordamiento de las emociones. El PSOE canceló todos los actos de la campaña electoral para el viernes, el sábado y el domingo. PP, Ciudadanos y Unidas Podemos también suspendieron los suyos el viernes.
Al acto se presentó sobre las 21.30 el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, acompañado de su esposa, que saludó especialmente a la viuda y departió unos minutos con Sánchez. También se personaron la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, el aspirante socialista a la alcaldía, Pepu Hernández, presidentes autonómicos como Javier Fernández (Asturias) o Javier Lambán (Aragón), el alcalde de Vigo y presidente de la FEMP, Abel Caballero, el ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia o el ex secretario general de la OTAN Javier Solana. Y exministros populares como Soraya Sáenz de Santamaría, Fátima Báñez o Íñigo Méndez de Vigo.
Entre tanta personalidad destacó la figura desolada en clave personal más que política de Jaime Lizzavetzky, al que Rubalcaba consideraba casi como un hermano. Muchas de las personas que acudieron a la capilla le daban el pésame tanto a la viuda de Rubalcaba como a Lizzavetzky. Tanta diversidad de personas, ideologías, carreras políticas y tanto llanto común se explicaba por una cualidad que todos destacaban en Rubalcaba: “Fue un gran seductor”.