Buenos Aires. César Pelli ya diseña en el Oriente Eterno
El reconocido arquitecto César Pelli murió a los 92 años. El tucumano, radicado en Estados Unidos desde 1952, ha construido importantes edificios en los confines del planeta, y defiende tanto las ciudades peatonales como los rascacielos.
Torre REPSOL-YPF
Pelli recibió más de 100 premios en toda su extensa y brillante carrera, reconocida en el mundo entero. Entre otros, fue galardonado con la codiciada Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos (AIA, por sus siglas en inglés), que reconoce una vida de logros distinguidos y contribuciones excepcionales, en 1995, y con el Premio Aga Khan, en 2004, por las Torres Petronas de Kuala Lumpur, en Malasia, la obra que terminó de hacerlo conocido en el mundo entero y entre todos los públicos. Además recibió el Konex de Brillante a las Artes Visuales (2002-2011), en la Argentina.
Creador de obras de prestigio internacional, como las impactantes Torres Petronas (que entre 1998 y 2003 fueron las más altas del mundo) y el World Financial Center, desde hacía décadas trabajaba en su estudio de los Estados Unidos.
Torres Petronas
En Kuala Lumpur, Malasia. Fueron las más altas del mundo, con 452 m, construidas en 1998
Winter Garden
En el World Financial Center, Nueva York, EE. UU.
Aeropuerto de Washington
Terminal Norte del Aeropuerto de Washington, en 1997. Un edificio de 520 metros de largo, con estructura metálica y vidrio
World Financial Center
Conjunto de edificios construido en la ciudad de Nueva York
Costanera Center
En Chile, construye el que será el edificio comercial más alto de América del Sur
Pelli se graduó en la Universidad de Tucumán, en 1948. A los 28 años obtuvo una beca para capacitarse en la Universidad de Illinois, en los Estados Unidos. Tras una importante carrera académica, llegó a ser decano de la Universidad de Yale. En 2012 recibió junto a León Ferrari el Premio Konex de Brillante en el campo de las artes visuales.
Nacido en Tucumán el 12 de octubre de 1926.
Murió este viernes a los 92 años en Connecticut, Estados Unidos, donde residía y donde funcionaba la sede central del estudio Pelli Clarke Pelli
Salió alguna vez, allá por mediados de los 50, de su Tucumán natal. Estudió e hizo base en Estados Unidos, pero nunca dejó de volver.
Hijo de una maestra, César Pelli recibió de chico los estímulos para la mejor educación. La carrera de Arquitectura recién se instalaba en la Universidad Nacional de esa provincia, pero no dudó en emprenderla, para graduarse a los 23 años. Entrevistado en 2017 por TN Pelli recordó que “cuando concluía el primer año de la carrera, llegaron dos profesores de Buenos Aires que me hicieron diseñar una parada de colectivos en lugar de una tumba y me empecé a entusiasmar. Descubrí que podía combinar el arte con el sentido social”.
Junto a su esposa Diana Balmori, paisajista, viajaron a EE.UU. ya que Pelli recibió una beca para realizar su maestría -que concluyó en 1954- en la Universidad de Illinois. Allí fue recomendado por el profesor Ambrose Richardson para el equipo de uno de los más prestigiosos arquitectos de la época, Eero Saarinen, donde Pelli trabajaría por espacio de una década (durante la cual también obtuvo la nacionalidad estadounidense).