Buenos Aires. RIVER con Armani, sin Quintero, ni Borré le gana una final a BOCA 42 años después y es campeón de la Supercopa. En el xeneize formaron los colombianos Fabra, Barrios y Cardona
El millonario se impone al xeneize por 2 a 0 en Mendoza con goles de Martínez y Scocco
Emotivo. Apasionante. Histórico. Inolvidable. Al pie de la Cordillera, el River de Marcelo Gallardo gritó fuerte y construyó una de las gestas más importantes de su rica historia: ganarle una final a Boca.
Alzar una Copa con el pueblo xeneize de testigo. Dar una vuelta olímpica frente al clásico rival.
Se abraza el Muñeco con sus jugadores. Si al hombre lo habían bautizado Napoleón, la conquista, el rival y el entorno bien pueden generar que se lo rebautice como San Martín. Ya es un prócer el DT millonario. Y lo hizo de nuevo: amargó a Boca en un cruce directo, como en la Sudamericana 2014 y en la Libertadores 2015. Sensacional.
River Plate y Boca Juniors. Boca Juniors y River Plate. El clásico de siempre. Ese que demuestra en cada edición que no importa el antes ni el después. Que cada partido escribe una página en una rica historia de rivalidad. Ese odio, esta vez, no pasó la frontera del folklore y, a pesar de algunos hechos aislados, no se registraron peleas ni incidentes de gravedad. A pesar que desde muy temprano, camisetas de uno y otro se cruzaron en plazas, calles, restaurantes y bares de la ciudad. En cierta forma, puede decirse que la final de Supercopa que ganó River, fue un triunfo del fútbol que Argentina se debía desde hace muchos años. El que juegan rivales, y no enemigos.