CATALUÑA. Puigdemont reivindica democracia y paz ante “la decisión que tenemos que tomar”, frente a la tumba del expresidente catalán Lluís Companys i Jover
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reivindicado el pacifismo,el civismo, la serenidad y la democracia que representó en la figura del president Lluís Companys como ejemplo de la reacción de Catalunya frente al Estado español ante un conflicto como el actual. “En un momento como este, el Govern queremos reiterar nuestro compromiso con la democracia y la paz, como inspiradores de la decisión que tenemos que tomar”, ha destacado..
En un breve parlamento después de depositar una ofrenda floral en el mausoleo de Companys, el president ha destacado el “coraje” y la “dignidad” del dirigente fusilado, y la ha contrapuesto a la actitud del partido del Gobierno central, que en los últimos días ha frivolizado con su figura.
“El PP banaliza la figura de Companys y elige como socios de manifestación grupos que levantan el brazo fascista”, ha criticado Puigdemont en clara referencia a las palabras del portavoz del PP, Pablo Casado, cuando se refirió a la posibilidad de que el presidente catalán sufriera las mismas consecuencias que Companys, en referencia a su detención.
“El president Companys fue fusilado por ser president”, ha recordado Puigdemont, “víctima” de un combate muy desigual” entre legitimidad y dignidad democrática, e ilegitimidad y “bajeza del fascismo amparado en la fuerza del Estado”. El jefe del Govern ha reconocido la dignidad de Comparns ante la “fuerza del Estado” que actuó “en nombre del orden y legalidad establecida”. En este sentido, el jefe del Govern ha lamentado que “cuando se supone que 77 años después ha caducado” aquella legalidad franquista que permitió la ejecución de Companys, su figura “no ha recibido del trato del Estado” adecuado y de condena de aquel crimen.
Frente a esta actitud, Puigdemont ha asegurado que “como pueblo que buscará siempre la libertad de sus ciudadanos”, el Govern reivindicará “siempre un compromiso contra violencia”. Por eso ha animado a los ciudadanos a tener siempre esa actitud de civismo, serenidad, respeto, esperanza, y dignidad, también en lo que concierne a los ataques desde el resto del Estado en cuanto al modelo de inmersión lingüística o la economía. El president, ha reivindicado en este punto “la dignidad de nuestras pymes, donde pese más el valor del voto que el de la bolsa”.
Considerado un héroe y un ‘mártir’ del independentismo por unos, el expolítico de ERC y ex president de la Genaralitat Lluís Companys fue fusilado en 1940 por parte de las autoridades franquistas en el Fossar de Santa Eulàlia del cementerio de Montjuic.
Lluís Companys i Jover
Nació el 21 de junio de 1882 en Tarròs (Lérida) en el seno de una familia acomodada de propietarios rurales. Fue el segundo de diez hermanos y a los 8 años sus padres le enviaron a estudiar interno al prestigioso liceo políglota de Barcelona.
En 1898, año del ‘desastre’ español por la pérdida de las últimas colonias, Companys ingresa en la Universidad de Barcelona para estudiar Derecho. Allí empieza a desarrollar su activismo político republicano.
En 1903, ya licenciado en Derecho, se enrola en la Unión Republicana, partido político fundado ese mismo año con el objetivo de unificar las fuerzas republicanas de España. En 1910 la Unión Republicana se integraría en la Unión Federal Nacionalista Republicana (UFNR).
Companys fue presidente de la sección juvenil de este partido y como consecuencia de su activismo político fue detenido en quince ocasiones, siendo calificado en los informes policiales como “individuo peligroso”.
El 31 de diciembre de 1933 Companys fue elegido presidente de la GeneralitatEl 17 de octubre de 1910 se casó con su primera mujer, Mercé Micó, con la que tuvo dos hijos, Lluís y Maria de l’Alba.
Durante estos años sus actividades periodísticas suponían la mayor parte de sus ingresos, llegando a ser redactor jefe de la cabecera La Publicidad. También fundó los semanarios La Aurora y La Barricada, del que también fue redactor jefe en 1912.
Su etapa de mayor protagonismo político estaba por llegar y coincidiría con los años de la II República Española. En 1931 fundó el partido Esquerra Republicana de Catalunya, junto con Fransesc Macià.
Ya el día de la proclamación de la República, el famoso 14 de abril de ese año, Macià proclama la República Federada Catalana dentro de la República española. En aquella ocasión fue Companys quien izó la bandera tricolor en el Palacio de la Generalitat. Esta proclamación no llegaría más allá de unas negociaciones con el Gobierno de España. Un año más tarde, en 1932, sería aprobado el primer Estatuto de Autonomía catalán, el Estatuto de Nuria, que le dotaba de gobierno y parlamento propios. Francesc Macià, apodado l’Avi (el Abuelo) murió el día de Navidad de 1933 y el 31 de diciembre del mismo año Companys fue elegido su sucesor y presidente de la Generalitat.
El 6 de octubre de 1934, aprovechando una situación de inestabilidad política y social en España, Lluís Companys proclamó desde el balcón de la Generalitat el “Estat Català dentro de la República Federal Española”, matización esta última que le aconsejó Azaña desde el hotel Colón en el que se encontraba.
El general Batet no quiso ponerse a las órdenes del presidente de la Generalitat y los enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y las independentistas (de la que formaban parte los Mossos d’Esquadra) se prolongaron hasta la madrugada del día 7, cuando Companys anunció por radio su rendición.
El balance de este choque, cuya batalla principal se centró en la plaza de San Jaime de Barcelona, fue de 96 muertos y 362 heridos en el conjunto de la región. Las consecuencias políticas que dejó esta insurrección fue la detención de todo el gobierno de Companys, la clausura del parlamento autonómico, la suspensión del Estatuto de Autonomía y la inhabilitación de muchos alcaldes.
En el juicio seguido en el Tribunal de Garantías Constitucionales (antecedente del actual Tribunal Constitucional), el 6 de junio de 1935 se condenó a Companys y los miembros de su Gobierno por cargos de rebelión a 30 años de prisión, además de inhabilitación absoluta.
No obstante, Companys fue liberado con la llegada al poder del Frente Popular tras las elecciones generales de febrero de 1936. El estallido de la guerra civil, el 18 de julio, le cogería de nuevo al frente de la Generalitat. En los primeros meses condenó “los actos de terrorismo” y “los actos que se cometen al margen de la Justicia”.
En febrero de 1939, ante el inminente control de toda Cataluña por las tropas de Franco, Companys cruzó los Pirineos marchando al exilio en Francia. Llegó a París, pero en la capital francesa las autoridades le rechazaron por su radicalismo y por agitar a las masas de refugiados.
Abandonó la ciudad en junio de 1939. Ocupada una parte de Francia por los nazis, estos recibieron del nuevo Gobierno de Franco una lista con 800 nombres para su detención y entrega a las autoridades del régimen. Entre ellos figuraba Companys, que fue detenido por la Gestapoen Bretaña el 13 de agosto y entregado el 29 de agosto. Tras esto fue trasladado a la Dirección General de Seguridad de Madrid, donde permaneció hasta el 3 de octubre. De allí fue enviado al castillo de Montjuic, en Barcelona, que entonces servía de prisión. Fue juzgado en consejo de guerra sumarísimo y sin garantías el 14 de octubre por “adhesión a la rebelión militar”.
Francisco Franco dio el “enterado” a su sentencia de muerte y fue fusilado al alba del día siguiente, 15 de octubre, en el castillo de Montjuic. Ante el pelotón de fusilamiento, en el foso de Santa Eulalia, Companys pidió descalzarse para tocar con sus pies desnudos la tierra catalana.
Ante el pelotón de fusilamiento, pidió descalzarse para tocar con sus pies desnudos la tierra catalana