China. Celebración global, el año nuevo del BUEY
Según cuenta la leyenda, un emperador decidió celebrar una carrera para que los animales compitieran por su puesto en el zodiaco. El buey, considerado uno de los animales más fuertes, decidió ayudar a su compañera la rata para llegar a la meta, por lo que quedó en un segundo lugar. Hoy da comienzo el año 4719 en el calendario chino con signo del Buey de Oro.
Metafóricamente, el mundo se ha convertido en rata. Mientras la tercera ola de Covid-19 atiza el planeta, China se ha convertido en el mayor donante mundial de ayudas para frenar la pandemia. Al contrario de lo que cabría pensar, este nuevo año representa bajo el signo de buey la capacidad de enfrentarse a toda clase de retos. El primero ya está en marcha: China inicia la mayor migración humana del planeta.
El evento del Año Nuevo Lunar hará que millones de personas se desplacen por el territorio para visitar a sus familiares. Ante el temor de propagar de forma masiva el virus, el gobierno ha extremado las medidas de seguridad a través de diferentes estrategias. Entre ellas, confinar y suspender actos en las provincias como Gansu o Schuan, las cuales han sufrido rebrotes. También ofrecen una compensación económica a aquellos trabajadores migrantes que no
se desplacen e incluso han estimulado toda clase de ventajas sanitarias y el acceso a viviendas.
En otros países asiáticos también han decidido celebrar el gran acontecimiento. En Tailandia, el Año Nuevo chino se ha convertido por primera vez en fiesta oficial. Con aproximadamente siete millones de chinos en el territorio, la celebración es una de las festividades más importantes del calendario. En otros países asiáticos como por ejemplo Malasia, el emblemático templo Thean Hou, uno de los principales focos de atracción, amanece iluminado por cientos de linternas rojas brillantes.
En Occidente, los países apuestan por una celebración menos presencial. Londres permite un seguimiento ‘online’ bajo el ‘hastag’’ oficial #CNYLondon, para poder disfrutar de varias actuaciones de artistas chinos emergentes. En Canadá también optan por virtualizar el año nuevo, pero se han propuesto mantener el espíritu festivo a través de comercios y restaurantes asiáticos.
En Nueva York, se conforman con adornar las calles y los establecimientos de Chinatown pero se espera que los desfiles se pospongan para cuando los ciudadanos puedan volver a reunirse en multitud. A diferencia de los anteriores, Sydney sí ha planeado eventos y atracciones, además de espectáculos culturales, gracias al escaso número de casos por covid.
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