Futbolistas latinoamericanos comprometidos con sus pueblos: SÓCRATES 

Las palabras ‘revolucionario’, ‘radical’ e ‘idealista’ no suelen ser usualmente utilizadas para describir a un jugador de fútbol, pero la historia nos ha mostrado que los deportistas pueden tener posturas claras a favor o en contra de gobiernos y regímenes.

En Latinoamérica, varios futbolistas dieron muestras en la cumbre de sus carreras de una gran valentía y compromiso con sus ideales políticos, algunos de ellos, revelando su inclinación hacia la izquierda.

Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira

Por su parte, el legendario centrocampista brasileño Sócrates, el jugador brasileño que brilló tanto por su fútbol como por su compromiso social-Resultado de imagen para Sócrates futbolista brasileñoImpulsor de la democracia en la década de 1980, mientras su país vivía bajo una dictadura militar. Una forma de hacerlo era escribir mensajes políticos en las camisetas y bandas de pelo con las que jugaba los partidos.

El estadio de Pacaembú a reventar, 37.000 gargantas alborotadas, voces perdidas entre el ruido, aficionados expectantes antes de la finalResultado de imagen para Sócrates futbolista brasileño del torneo paulista de 1983, entre el Corinthians y el São Paulo. De repente, un futbolista, estilizado, pelo rizoso, barbado, salta al campo solo, con el brazo alzado y una camiseta con mensaje. “Ganar o perder, pero siempre con democracia”, se leía. Más gritos, más fuertes. Era Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieria de Oliveira (Belém, Brasil; 1954), el jugador de O Timao, todo un ídolo por su elegancia en el juego, por su filosofía de vida fuera de él, por un manual político valiente, rebelde. Era El Doctor. Querido por muchos porque siempre siguió a rajatabla su ideal, “el de ayudar a los demás”,

Por más que lo defendiera, sin embargo, este admirador de Marx nunca fue uno más en el vestuario del Corinthians, club que se convirtió en la imagen de la revolución brasileña en contra de la dictadura, que ya estaba al final de su mandato. No era raro ver imágenes del equipo, ante sus 80.000 fieles seguidores, con pancartas antes de los partidos como “Democracia”, “Quiero votar a mi presidente” y “Derechos ya”. Ese el otro éxito del Corinthians, que se laureó con los campeonatos del 82 y, ya en Pacaembú, en 1983, el día de la final paulista ante 37.000 gargantas alborotadas, voces perdidas entre el ruido… Sócrates marcó el único gol, el del triunfo

“Para mí”, reflexionaba Sócrates; “lo ideal sería un socialismo perfecto, donde todos los hombres tengan los mismos derechos y los mismo deberes. Una concepción del mundo sin poder”. Por eso defendió a ultranza lo que se conoció como la democracia corinthiana, forma de gobierno bajo el lema de “Libertad con responsabilidad”, donde el club actuaba como una comunidad de personas en la que todos sus miembros, desde los suplentes o utileros hasta los más altos directivos, tomaban en conjunto todas las decisiones que los afectaban, y en la que todos los votos contaban por igual. La mayoría, el consenso, mandaba. Así, se establecieron los horarios de los entrenamientos, las comidas, las alineaciones, fichajes, despidos.

Algunas de las frases del brasileño:

– “La gente me dio el poder como un futbolista popular”

-“Si la gente no tiene el poder de decir las cosas, entonces yo las digo por ellos. Si yo estuviera del otro lado, no del lado de la gente, no habría nadie que escuchara mis opiniones”.

Resultado de imagen para Sócrates futbolista brasileño-“Lo mejor que el fútbol me dio fue la oportunidad de conocer a los seres humanos. Conocí a personas que sufrieron muchísimo y también conocí el otro lado de la sociedad, los que lo tienen todo. Pude ver las dos caras de la sociedad en la que vivimos”.

– “Cuando le puse a uno de mis hijos Fidel, mi madre me dijo: ‘Es un nombre un poco fuerte para un niño’. Y le respondí: ‘Madre, mira lo que me hiciste a mí”

– “No se trata sólo del juego en sí. Antes que nada, el fútbol es una batalla psicológica, el aspecto humano tiene un papel significativo”.

– “¿Por qué causas más conmovedoras no mueven tanto como el fútbol: como los niños en la calle, los tsunamis, la miseria extrema en el corazón de África y en algunas otras esquinas, el genocidio y muchas otras?”

– “Muchas veces pienso si podremos algún día dirigir este entusiasmo que gastamos en el fútbol hacia algo positivo para la humanidad, pues a fin de cuentas el fútbol y la tierra tienen algo en común: ambos son una bola. Y atrás de una bola vemos niños y adultos, blancos y negros, altos y bajos, flacos o gordos. Con la misma filosofía, todos a fantasear sobre su propia vida”.

– “Regalo mis goles a un país mejor”.

– “Ganar o perder, pero siempre con democracia”.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.