Delincuentes desean seguir gobernado, en cuerpo ajeno
El regreso, esta semana, del polémico exgobernador Hugo Heliodoro Aguilar a la silla de los acusados –esta vez, por cargos de lavado de al menos 15.000 millones de pesos del mismo bloque paramilitar que fue clave para su elección en el 2003– puso patas arriba el ajedrez político en Santander.
Aguilar y otro condenado por ‘parapolítica’, el exsenador Luis Alberto el ‘Tuerto’ Gil, siguen siendo los principales poderes electorales en ese departamento. Y ambos van en cuerpo ajeno tras varias curules en el Congreso de la República.
Aguilar, quien para las elecciones regionales del 2015 dividió supuestamente cobijas políticas con su hijo, el entonces gobernador Richard Aguilar Villa, estuvo hasta su segunda captura en franca campaña para llevar a este último al Senado.
Richard Aguilar es candidato de Cambio Radical, y los cálculos del coronel apuntan a un enroque: el hijo menor se quedaría con la curul que hoy tiene el mayor, quien no aspira en estos comicios pero estaría apuntando a convertirse en el tercer gobernador de la familia, en las regionales del 2019.
La ficha de los Aguilar para la Cámara es Edwin Ballesteros, quien después de haberse ‘quemado’ en el 2010 fue asesor de la gobernación de Richard Aguilar, luego secretario de Educación y director de la Empresa de Servicios Públicos de Santander (Esant).
Gil, por su lado, le vuelve a apostar a su esposa, Doris Clemencia Vega, para el Senado. Ella ya ocupa una curul en nombre del partido Opción Ciudadana, que es la versión remasterizada de Convergencia Ciudadana y el Partido de Integración Nacional (PIN), movimientos que en su momento llevaron al Congreso a varios de los políticos que después fueron condenados por la Corte Suprema por aliarse con los paramilitares.
En la puja por las curules por ese departamento aparece un hombre de la entraña del actual gobernador, Didier Tavera (quien hace años tiene abierto un proceso por ‘parapolítica’) y del exprocurador Alejandro Ordóñez: Víctor Manuel Ortiz Joya. En el 2012 impulsó la reelección de Ordóñez con el movimiento Sí al Procurador. Didier Ortiz, su hermano, fue defensor del Pueblo de Santander.
Óscar Villamizar Meneses, candidato a la Cámara por el Centro Democrático, es hijo del exsenador Alirio Villamizar, condenado a nueve años y medio por el sonado caso del ‘carrusel de las notarías’. En 2014 aspiró a la Cámara por Opción Ciudadana, pero se quemó con 18.000 votos.
En Norte de Santander, el condenado exalcalde de Cúcuta Ramiro Suárez Corzo sigue manejando su caudal político desde la cárcel, donde cumple una condena de 27 años por homicidio. Suárez Corzo es el poder político detrás de César Rojas, el actual alcalde de Cúcuta.
Allí, un antiguo contradictor de Suárez, el expresidente del Senado Juan Manuel Corzo, cuanta con el apoyo de la maquinaria del polémico exalcalde, quien también es próximo a la senadora santandereana Doris Vega (la esposa del ‘Tuerto’ Gil).
Pero la principal apuesta de Ramiro Suárez es Jairo Humberto Cristo Correa, candidato a la Cámara por Cambio Radical y quien es reconocido en la región por su cercanía con el detenido exmandatario.