CUBA. Devastada la costa norte. “Está todo destruido, no queda nada”.

Digna decidió pasar la noche del viernes en casa de una vecina, un lugar más seguro para resguardarse de los embates del ciclón que ya se comenzaban a sentir.

Un hombre camina por una calle inundada de Caibarién.En Caibarién Irma hizo estragos.

“Todo, lo perdí todo”.

Digna no puede contener el llanto. Este sábado, cuando regresó a su hogar en las afueras de Caibarién, un pueblo de pescadores en la provincia de Villa Clara, encontró que los vientos y las lluvias del huracán Irma habían arrasado con su casa y con todo lo que tenía adentro.

“Está todo destruido. No queda nada. Ahora fuimos y vimos que no queda nada”, cuentan

Eso le salvó la vida.

Pero esta tarde, cuando finalmente amainaron los vientos y pudo salir, se encontró su hogar sin techo, todas sus posesiones mojadas y por todos lados escenas de destrucción.

“Son muchas las personas afectadas. Esto es horrible, horrible, horrible”, repite.

Caibarién, una localidad de 40.000 habitantes, ubicada a unos 330 kilómetros al este de La Habana, fue una de las zonas más golpeadas por Irma en Cuba.

 

Irma pasó por allí con vientos de hasta 255 kilómetros por hora, lo suficiente para arrancar de cuajo los bancos de uno de sus principales parques que estaban fijados con tornillos y cemento.

Edificación destruida en Caibarién.Algunas edificaciones de Caibarién quedaron totalmente destruidas.

“Fue horrible, lo nunca visto”

Alicia cuenta que los primeros efectos de Irma en Caibarién comenzaron a sentirse en la noche del viernes.

“Empezó como a las 9:00 de la noche, pero por la madrugada era una cosa tremenda. El viento hacía un ruido espantoso. De verdad que fue horrible, lo nunca visto”, cuenta en diálogo con BBC Mundo.

Alicia asegura que ha vivido muchos huracanes, “pero como este ninguno”.

La provincia central de Villa Clara, Cuba, es sacudida por el viento y la lluvia.

Y es que Irma barrió con fuerza de categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, la costa norte del centro y, en menor medida, del oriente del país.

Es la cuarta vez que un ciclón de esta magnitud afecta territorio cubano desde que se tiene registro.

Pero los daños y la devastación no se redujeron a este pueblo costero, que vivió por décadas de la pesca y la captura de cangrejos conocidos como jaiba, y que ahora prospera por el turismo que generan los cayos al norte.

“Fue mucho peor de lo que se esperaba”

Según explicaron varias fuentes a BBC Mundo, si bien los daños fueron mínimos en las capitales de Camagüey, Ciego de Ávila, Villa Clara y Sancti Spíritus, las principales provincias afectadas por el huracán, en los poblados más al norte, donde el índice de pobreza es mayor, el panorama es “desolador”.

El Instituto de Meteorología de Cuba informó que el ojo del huracán tocó tierra en Cayo Romano, un islote ubicado en un pequeño archipiélago en la costa norte de Camagüey.

Fue tal la fuerza de las ráfagas allí que rompió el dispositivo para medir la velocidad del viento en ese municipio.

“El impacto fue mucho peor de lo que se esperaba. Hay reportes de daños muy graves en los municipios de la costa norte de Camagüey. No hay servicio eléctrico en toda la provincia y ya se reportan crecidas de ríos que pueden provocar inundaciones”, afirmó el periodista Alejandro Rodríguez.

Árboles caídos y postes tumbados en Camagüey.
En Camagüey la fuerza del viento tumbó árboles y postes eléctricos.

Arailaisy Rosabal, de la local Radio Cadena Agramonte, explicó que los mayores destrozos los sufrió el municipio de Esmeralda, pero que no quedaron allí: en casi toda la región central hay derrumbes, instalaciones destruidas, torres telefónicas y postes eléctricos derribados.

El portal turístico Reportur informó que Irma “arrasó” hoteles en Cayo Coco y en Jardines del Rey, dos de los principales polos turísticos de Cuba en el centro del país, y dañó también sus principales vías de acceso.

Imágenes transmitidas por la televisión estatal parecen confirmarlo.

Inundación en Camagüey.
Las inundaciones causadas por el huracán también hicieron estragos.

Las autoridades explicaron que se perdió comunicación con la mayoría de los cayos y con algunas localidades intrincadas de la región central. Lo poco que se sabía de ellos, dijeron, era a través de los reportes de algunos radioaficionados.

Laura González, una residente de Yaguajay, en la provincia de Sancti Spíritus, contó a BBC Mundo que las olas alcanzaron allí hasta seis metros de altura.

“Fue horrible. El pueblo está prácticamente incomunicado. Todo está en el piso. Y ya se fue (el huracán) y todavía hay mucho oleaje y mucho viento. Hay muchas casas que les llevó el techo. La verdad es que hay mucha destrucción. Yo nunca había visto algo así en 52 años que tengo”, aseguró.

Olas golpean el Malecón de La Habana.Hubo fuerte oleaje también golpeó la capital cubana, La Habana.

En esa localidad, las autoridades locales calcularon previamente que Irma derribó alrededor del 40% de las viviendas.

Más de un millón de personas fueron evacuadas en la isla, entre ellos, alrededor de 51.000 turistas.

Los últimos reportes de medios cubanos indican que a medida que Irma se alejaba, se sintieron también fuertes vientos y penetraciones del mar en La Habana y Matanzas, dos provincias del occidente que en un inicio no se esperaba que fueran afectadas por el huracán.

Después de la tormenta

La gran incertidumbre es qué ocurrirá con las personas que, como Digna, perdieron sus viviendas tras el paso del huracán.

En el oriente de la isla, que fue salpicado por la devastación de Irma, pero en menor medida, todavía miles de personas que lo perdieron todo con el huracán Matthew en 2016 esperan la ayuda del gobierno para reconstruir sus viviendas.

La isla no cuenta con servicios liberados de ventas de materiales de construcción, que son administrados por el gobierno, y el precio de un saco de cemento en el mercado negro equivale en ocasiones al salario mínimo.

Destrucción a lo largo de una calle de Caibarién.Ahora lo que preocupa a los habitantes es cuándo recuperarán sus casas.

Un informe de la Oficina de la Coordinadora Residente del sistema de Naciones Unidas en Cuba indica que, hasta abril pasado, solo se habían concluido 188 viviendas de las 8.300 destruidas totalmente por el ciclón de hace dos años.

Pero no queda ahí, de acuerdo con esa oficina, tampoco se han solucionado aún los problemas de centenares de damnificados por el huracán Sandy, de 2012, que arrasó con varias localidades del oriente.

La mayoría de las personas afectadas por los huracanes de esos años intentan reconstruir sus viviendas por “medios propios” y otros viven en albergues que el gobierno llama “facilidades temporales”, en espera de encontrar un mejor lugar para vivir.

“Yo solo pienso en la gente que perdió sus casas aquí. Me pongo en su pellejo y la verdad es muy triste sentir que lo perdiste tu casita de la noche a la mañana”, asegura Laura.

Trayectoria de Irma
Marco Island, FloridaEl huracán Irma tocó tierra en Marco Island, frente a la costa oeste de Florida.

Una ciudad de poco más de 16.000 habitantes en el oeste de Florida fue la segunda parada del potente huracán Irma en el territorio continental de Estados Unidos.

El ciclón tocó tierra el domingo por la tarde en Marco Island, donde se vieron escenas de devastación, con vías inundadas y árboles caídos, aunque no se reportaron accidentes ni muertes por el momento.

Más temprano, Irma golpeó los cayos del estrecho de Florida, el punto más al sur del estado, como huracán de categoría 4 con vientos máximos de más de 200 km/h.

Un auto abandonado en North Fort Lauderdale Beach Boulevard, mientras Irma golpeaba el sur de Florida.Un auto abandonado en North Fort Lauderdale Beach Boulevard, mientras Irma golpeaba el sur de Florida.

El huracán ha sido degradado a categoría 1 y se espera que baje a tormenta tropical a medida que continúe su trayectoria hacia el norte y se acerque al estado de Georgia, más tarde en el día.

No obstante, las autoridades advierten de no bajar la guardia pues todavía hay riesgo de marejadas.

El gran tamaño del huracán ha dejado zonas devastadas en el este al oeste del estado.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró Florida zona de catástrofe y se desplazará al estado en los próximos días para valorar los daños y visitar a las víctimas.

Bonita Springs, Florida, sacudida por el huracán IrmaLas calles inundadas eran una postal frecuente en distintas ciudades de Florida tras el paso del potente huracán Irma.

Más de tres millones de residentes se quedaron sin electricidad el domingo en todo el estado y la ciudad de Miami sufrió inundaciones severas en el centro y en el área financiera de Brickell.

La policía de Miami afirma que más del 80% de los cables eléctricos se vinieron abajo.

En su avance por la costa oeste de Florida, Irma se debilitó y pasó a ser un huracán de categoría 1, pero todavía mantiene vientos máximos de hasta 135 km/h y su impacto conlleva otra amenaza, la de marejadas “que ponen en peligro la vida”, según dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por su sigla en inglés).

En la ciudad de Naples, por ejemplo, las aguas subieron más de un metro en tan solo media hora mientras Irma golpeaba la zona en la tarde del domingo.

La tormenta avanza ahora hacia la bahía de Tampa, una de las zonas más susceptibles a inundaciones y marejadas de todo el estado, que además no ha vivido un huracán en casi un siglo.

Los 4 millones de residentes de Tampa esperaban con temor la llegada del ojo del huracán, que se ha debilitado en las últimas horas.

Persona corriendo en Tampa, FloridaLa ciudad de Tampa, en la costa oeste de Florida, se preparaba el domingo para el golpe del huracán Irma, degradado a categoría 2.

En Orlando también hay alerta por los efectos del huracán, que está dejando un rastro de fuertes vientos y lluevias torrenciales.

Desvío inesperado

La costa este de Florida llevaba días preparándose para la llegada de Irma, pues los meteorólogos habían calculado que por allí pasaría el ojo del huracán.

Este cálculo hizo que miles de personas atravesaran la península para refugiarse en ciudades del oeste, como Tampa, Sarasota y Naples.

Pero el viernes el curso de Irma empezó a cambiar y, aunque representaba una amenaza para todo el estado, se supo que recorrería la costa oeste con mayor potencia.

Eucario Bermúdez, de 82 años, locutor colombiano de radio viajó con su familia en auto hasta Tampa cuando supo de las órdenes de evacuación en Miami. Pero apenas supo que el ojo de huracán subiría por los cayos precisamente hasta esa ciudad, volvió a empacar sus maletas.

Carretera en Orlando, Florida, bajo fuertes tormentas por el huracán IrmaEl gobernador de Florida, Rick Scott, ordenó que se eliminara el pago de peajes en las autopistas durante el azote del huracán Irma.

“Fue lo mejor que pudimos haber hecho”, dijo Bermúdez, cuya casa quedó parcialmente destruida cuando el huracán Andrew devastó Florida en 1992.

Reacción inmediata

El desvío de Irma hizo que las autoridades de la costa oeste tuviesen que habilitar refugios y emitir órdenes de evacuación a última hora.

La ciudad de Estero, cerca de Naples, habilitó un estadio de hockey con capacidad para albergar a 5.000 personas. Se llenó en cuestión de horas, según reportaron medios locales.

“Probablemente nos quedemos aquí por dos o tres noches más. Como no saben exactamente a dónde va la tormenta, tampoco nosotros tenemos forma de saber”, le dijo a la BBC una de las nuevas huéspedes de este refugio.

Otros decidieron quedarse en casa, aunque tomando las medidas necesarias ante la inminente subida de la marea.

Bonita Springs, Florida, sacudida por el huracán IrmaLa localidad de Bonita Springs, cerca de Naples, en Florida, se vio fuertemente sacudida por Irma.

“Vine a casa de mi suegra, que tiene dos pisos. Mi casa es muy vieja y, como dicen que la marea subirá tanto, tuvimos que guardar todo a cierta altura en nuestra casa”, le dijo a la BBC Trevor Stephenson, residente de la bahía de Tampa.

El gobernador Scott aseguró que aún no ha pasado la amenaza por el riesgo de tornados.

Las autoridades advierten también sobre el auge de saqueos. Por el momento ha habido unos 30 arrestos relacionados con robos en establecimientos.

Los estados de Georgia, Alabama, Carolina del Sur y Carolina del Norte mantienen el estado de emergencia.

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