Papa Francisco: “La cercanía es más que el nombre de un virtud particular: es como establecer vínculos, de estar consigo mismo y atento con los demás”.

El 23 de marzo de 2013 Francisco visitó la cárcel de menores de Casal del Marmo. Dos años después eligió la prisión romana de Rebibbia. Y en 2017 se encontró con los detenidos de un centro penitenciario de la provincia de Frosinone. La mayoría de los encuentros, como el de hoy, se produjeron de manera privada.

Con el Jueves Santo la Iglesia católica inicia cuatro intensos días de celebraciones que culminarán con el Domingo de Pascua. Por la mañana Bergoglio dio inicio a los ritos de la Semana Santa con la Misa Crismal celebrada en la basílica de San Pedro en el Vaticano en la que pidió a los sacerdotes que sean cercanos a su pueblo. “La cercanía es más que el nombre de un virtud particular”, dijo el pontífice durante la homilía. “Es una actitud que involucra a toda la persona, su modo de establecer vínculos, de estar al mismo tiempo consigo mismo y atento al otro”.

El Papa Francisco visitó el Jueves Santo 2018 la cárcel romana de Regina Coeli, donde exhortó a los reos a no permitir que sus esperanzas se vean nubladas como los ojos que sufren cataratas, al tiempo que reveló que padece ese mal y deberá operarse el año próximo.

“A mi edad, por ejemplo, vienen las cataratas y no se ve bien la realidad. El año próximo debo operarme”, dijo Francisco, de 81 años, quien lavó los pies a 12 reos, entre los que había católicos, musulmanes, un cristiano ortodoxo y un budista, informó el Vaticano.

Francisco suele visitar las cárceles, donde alienta a los presos a no perder las esperanzas. Durante el Lavapiés del Jueves Santo 2018, el pontífice vertió agua sobre los pies de los hombres, que eran italianos, filipinos, marroquíes, moldavos, colombianos, nigerianos y sierraleoneses, los secó y los besó. Muchos de ellos lo abrazaron.

El pontífice llegó alrededor de las cuatro de la tarde a la cárcel de Regina Coeli, en el barrio romano de Trastevere. En el penitenciario visitó durante más de media hora a los detenidos que se encontraban en la enfermería para después celebrar la misa.

“En el ingreso de las casas estaban los esclavos que lavaban los pies. Era un trabajo de esclavos pero era un servicio, hecho por los esclavos”, dijo el pontífice durante la homilía. “Jesús quiso hacer este servicio para darnos un ejemplo de cómo nosotros tenemos que servirnos los unos a los otros”.

Después de la homilía, el papa Francisco lavó los pies a 12 detenidos, como hizo Cristo con sus discípulos según las Sagradas Escrituras. Entre los elegidos se encontraban cuatro italianos, dos filipinos, dos marroquíes, un moldavo, un colombiano, un ciudadano procedente de Nigeria y otro de Sierra Leona. La mayoría eran de religión católica pero también había un ortodoxo, un budista y dos musulmanes.

Ver imagen en TwitterEn su homilía, el papa dijo que el sentido del rito es mostrarse dispuesto a servir a los demás “como un esclavo”, como hizo Jesús. “Vuestro jefe debe ser vuestro sirviente”, señaló. “Muchas veces pienso… cuántas guerras se habrían evitado si esos reyes, emperadores y jefes de estado hubieran comprendido esta enseñanza de Jesús en lugar de mandar y ser crueles y matar gente”.

Previamente, Francisco ofició la misa del Jueves Santo 2018 durante la cual exhortó a los sacerdotes a mantener una cercanía espiritual con su grey y no limitarse a predicar la ley cuando la gente peca.

El papa Francisco ha tenido por costumbre visitar a presos durante la celebración del Jueves Santo para llevar a cabo el Lavapiés. El año pasado estuvo en la cárcel de Paliano; un año antes visitó el C.A.R.A. de Castel Novo de Porto; en 2015 asistió a la cárcel de Rebibbia; en 2014 lo hizo en la Fundación Don Gnocchi y en 2013, su primer año de pontificado, en la cárcel de menores de Casal del Marmo.

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