El Vaticano permite que los laicos oficien bodas y funerales, de forma excepcional

El Vaticano permite que los laicos asistan bodas de forma excepcional
El Papa Francisco habla desde su ventana con vistas a la Plaza de San Pedro durante la oración del Ángelus, Ciudad del Vaticano

Muchas parroquias ya lo hacían, pero ahora el Vaticano lo subraya. En un documento publicado ayer por la Santa Sede para dar directrices a los párrocos, la Santa Sede recuerda que en casos muy excepcionales los laicos pueden asistir y celebrar ritos de funerales o matrimonios, siempre contando con el permiso del Vaticano.

Es una invitación del papa Francisco para que algunos superen el inmovilismo o una “preocupante repetitividad pastoral”

El documento, de la Congregación para el Clero, no introduce ninguna legislación nueva, sino que es una guía con instrucciones prácticas sobre lo que la Iglesia ya dispone para el beneficio de las parroquias de todo el mundo. O, visto de otra manera, un recordatorio para los que no se aplican las normas. También es una invitación del papa Francisco para que algunos superen el inmovilismo o una “preocupante repetitividad pastoral”.

La Santa Sede recuerda a los curas que las ofrendas deben ser voluntarias y no “una tasa a exigir”

Dentro de las recomendaciones, el Vaticano afronta el cada vez más reducido número de sacerdotes y dice que los laicos tienen la posibilidad de celebrar ciertas ceremonias religiosas, siempre que sea una decisión del obispo local. El texto señala que el obispo, usando su “juicio prudente”, puede dar algunas funciones importantes “en circunstancias excepcionales” a los diáconos, a las personas consagradas y a los fieles laicos, bajo la guía y la responsabilidad del párroco. Entre ellas, allí donde faltan sacerdotes y diáconos, el obispo, tras recibir el permiso de la Conferencia Episcopal y de la Santa Sede, “puede delegar a laicos para que asistan a los matrimonios”. Los laicos también pueden, en situaciones excepcionales, celebrar bautismos o funerales.

El documento recuerda que la Iglesia es gratuita y que las ofrendas destinadas a los curas que celebran las misas deben ser un “acto libre”, y no “un precio a pagar o una tasa a exigir”, como si fuera un impuesto para los sacramentos. Eso sí, también matizan que es importante “sensibilizar a los fieles, para que contribuyan voluntariamente a las necesidades de la parroquia, que son suyas propias y de las cuales es bueno que aprendan espontáneamente a responsabilizarse”, según una de las pautas, “de modo especial en aquellos países donde el estipendio de la Santa Misa sigue siendo la única fuente de sustento para los sacerdotes y también de recursos para la evangelización”.

El Vaticano pide que las parroquias hagan públicas sus cuentas anualmente. Asimismo, sugiere que es “eficaz” que los sacerdotes den ejemplos “virtuosos” con el uso del dinero, tanto con un estilo de vida sobrio y sin excesos como con una gestión transparente de los bienes parroquiales.Mostrar Comentarios 

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