La exhibición de los futbolistas del Barça ante el Sevilla se puede interpretar como una manera de pedir perdón a la afición por lo ocurrido en Champions. También, como la reacción de un vestuario con el orgullo herido.

Y, por qué no, como un homenaje a Andrés Iniesta, que si un terremoto no lo remedia, disputó su última final como futbolista azulgrana. Gigantesco el manchego sobre el verde madrileño, maravillosos todos sus gestos con el balón para decir adiós por la puerta grande con un gol de museo.

Mucho debería agradecerle el fútbol español a este Barça, un equipo que prestigia las competiciones domésticas como nadie, incluso con el riesgo de perder fuelle en Europa.

En especial, la Copa de Su Majestad el Rey, terreno abonado para el éxtasis azulgrana. Como ha sucedido tantas y tantas veces, aupado desde el año 1910 como el verdadero rey de Copas.

También sucedió en el Wanda Metropolitano, donde el equipo de Valverde volvió a dar lustre a la Copa triturando al Sevilla en una de las finales que mejor ha jugado el Barça en toda su historia.

La euforia por el triunfo, por el primer título de la temporada –no será el último, la Liga está al caer-, no debería ocultar la sensación agridulce que también reina en el barcelonismo, en pleno proceso de digestión de la debacle de Roma. Si el Barça que pisó el Wanda hubiera sido el mismo en el Olímpico, Anfield esperaría el martes el avión azulgrana.

Leo Messi igualó hoy el récord de 68 años, en poder del mítico Telmo Zarra. El argentino, con su gol al minuto 30: atrapó la marca del ex jugador del Athletic que, de momento, era el único que había marcado en cinco finales de Copa (1942-1943-1944-1945-1950).

Ahora mismo, Messi marca así en sus 5 finales: ante el Athletic (2009, 2012 y 2015) y el año pasado ante el Alavés (2017). Ahora en este 2018 también marcó. 

No pudo hacerlo en dos finales contra el Madrid (2011 y 2014)  y una ante el Sevilla (2016). .

Curiosamente, el Sevilla es el equipo al que más goles ha marcado en su carrera deportiva. Nada menos que 31: 24 en Liga, 4 en Supercopa de España 1 en la copa del Rey y 2 en Supercopa de Europa.

33 títulos. Con la consagración ante el Sevilla, Messi alcanzó esa cantidad de títulos en su carrera y quedó a cuatro de Dani Alves, el más ganador de la historia. Esta es la sexta Copa del Rey para el rosarino.

Messi iguala a Puskas y Kubala con 49 goles en la Copa. Empata con las dos leyendas de Madrid y Barça.

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El uruguayo no marcó en la de 2015, se lesionó en la final 2016 y no pudo jugar la de 2017. Le expulsó Gil Manzano…, que arbitró este sábado. Unas de cal y otras de arena dicen los taurinos

En el Wanda, donde ya ha marcado este año en Liga ante el Atlético de Madrid, tiene la oportunidad de quitarse la espina con su final maldita.

El gol de Iniesta que podría ser el último vestido de azulgrana. La noticia de su adiós parece más cerca, pero antes regaló un tanto magistral que resume mas de una década de magia con la camiseta azulgrana.

Controló en tres cuartos, buscó a su socio ideal, Messi, y el argentino se la devolvió al corazón del área, donde regateó con paciencia y mucha elegancia a Soria para marcar el cuarto de su equipo. Lo celebró con especial efusividad con la grada, con una expresión más emocionada que de costumbre.

Coutinho frente Sevilla marca el quinto de la noche para el Barca, desde los once metros. En la jugada anterior, Coutinho había anotado, pero Gil Manzano en lugar de dejar la ley de la ventaja, ha optado por señalar penalti por mano de Lenglet.

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