Harare, Zimbabue. Robert Mugabe dimite tras 37 años en el poder
Después de 37 años aferrado al poder, el presidente de Zimbabue, RobertMugabe, dimitió este martes a través de una carta presentada en el Parlamento del país, según anunció el presidente de la Cámara, Jacob Mudenda, tras lo cual estalló el júbilo entre los diputados.
Y minutos después la alegría salía a las calles de Harare, la capital del país, donde miles de personas celebraron el fin de una era con coches circulando, cánticos, vítores y bailes. Y es que parecía que ese momento no iba a llegar nunca, incluso después de la toma de control del ejército la semana pasada y la expulsión de Mugabe del partido gobernante ZANU-PF, el dirigente de 93 años se resistía a abandonar el cargo que ostenta desde hace casi cuatro décadas.
Mnangagwa, exjefe de seguridad conocido como el Cocodrilo, previsiblemente será el presidente ya que su partido empezó a negociar hoy a negociar con él la transición de poderes. Asumirá el cargo de líder en funciones y será el candidato presidencial de ZANU-PF en las elecciones del próximo año, según dijo la formación.
Nacido el 21 de febrero de 1924 cerca de Harare, Mugabe, hijo de un carpintero y una maestra, se formó en escuelas maristas y jesuitas hasta convertirse en profesor, y estudió varias carreras -la de Derecho entre ellas- a través de cursos por correspondencia. El estadista comenzó su lucha política a los 36 años y militó en varios grupos en la incipiente lucha independentista zimbabuense del Reino Unido, por lo que fue encarcelado en 1964.
Mugabe subrayó que “solo Dios” podía apartarle del poder
Mugabe pasó una década en prisión, donde se sacó varios títulos universitarios, se vio obligado a vivir en el exilio y fue uno de los firmantes de los “acuerdos de Lancaster House”, que enterraron a la antigua Rodesia y dieron pie a la nueva República de Zimbabue, que vio la luz en 1980. En las primeras elecciones, se convirtió en el jefe de Gobierno de la naciente república, para después ser el presidente del país, en 1987.
Durante su mandato, Mugabe tomó decisiones muy polémicas, como las expropiaciones, iniciadas en el año 2000, de miles de granjas a propietarios blancos en una reforma agraria caótica, a fin de distribuir la tierra entre la población negra del país.
Hombre de dura retórica, el veterano estadista, que acusa a sus críticos de ser “traidores”, no ahorró diatribas para insultar a potencias occidentales como EE.UU. o el Reino Unido -la antigua metrópoli–, al acusarles de fabricar “diabólicas mentiras” sobre él y a cuyas sanciones atribuye el pésimo estado de la economía.También causó notable indignación internacional su fobia hacia los homosexuales, que considera “peores que los cerdos”.
Consciente de la necesidad de cambio y apaciguado tal vez por la edad, el hoy expresidente de Zimbabue, ataviado normalmente de riguroso traje oscuro y corbata, inició en los últimos años una campaña para transformar su imagen. Fue entonces cuando empezó a salir con chaquetas coloridas y estampadas con su cara, agarrado del brazo de su esposa Grace, 40 años más joven que él y a quien esperaba ceder el poder en las próximas elecciones de 2018. Pero hoy se cerró la saga de los Mugabe en Zimbabue.
Hoy se cerró la saga de los Mugabe en Zimbabue
Era el presidente de Zimbaue desde 1987. Tiene seis carreras y estuvo preso once años
Ha pasado de héroe de la independencia a un déspota que ha precipitado al país a la miseria
Robert Mugabe ha sido uno de los pesos pesados del continente africano durante las últimas cuatro décadas. El querido tirano de África, de discurso mordaz, carismático y racista a partes iguales, pasó de ser el padre de la revolución a un déspota acusado de violar los derechos humanos de su pueblo. Un paria para occidente (tiene prohibida la entrada tanto en los países de la Unión Europea como en los Estados Unidos), y un gran aliado de China durante la última década.
A sus 93 años, el líder más anciano del planeta ha anunciado su dimisión tras una semana entre la espada y la pared. Pues el pasado miércoles el Ejército tomó el control del Gobierno con el fin de llevar a cabo una transición pacífica en el país. Y su partido, el ZANU-PF, le quitó todo el poder que atesoraba dentro de la formación, dándole, además, un ultimátum para que abandonara el trono. Pese a las fuertes presiones, Mugabe intentó enrocarse y el pasado domingo anunció que no abandonaría la presidencia. Un movimiento que, a la luz de los acontecimientos, ha resultado fallido.
Repasamos el auge y declive de sus casi cuarenta años al mando del antiguo granero de África, que una vez fue la joya de la prosperidad hasta que se convirtió en el estado con la inflación más disparada del mundo (14.000.000% anual en 2008).
El fin de la hegemonía blanca
Robert Mugabe nació en 1924 en el seno de una familia shona (la tribu mayoritaria del país), humilde y muy católica. Inquieto e inteligente, dedicó su juventud a viajar y estudiar. Se formó y trabajó en Sudáfrica, donde estrechó lazos con el Congreso Nacional Africano (CNA), en Londres y en Ghana, donde conoció a su primera mujer, Sally Hayfron. Aunque siempre rechazó el sistema colonialista, hacia el que desarrolló gran rencor con el paso de los años, no se asoció a ningún partido ni movimiento hasta los años sesenta.
Fue encarcelado en 1964 por su carácter subversivo, y liberado en 1974, tiempo que aprovechó para estudiar cuatro títulos universitarios. A su salida de la cárcel su currículum contaba con seis diplomas (en letras, administración, economía y derecho). Durante el tiempo que permaneció en prisión, Reino Unido concedió la independencia a Rodesia del Norte pero se la negó a Rodesia del Sur, que declaró su independencia unilateral posteriormente. La resistencia africana fue aflorando al mismo tiempo, oponiéndose a la continuidad del dominio colonial. Al año de su liberación se unió a la guerrilla que acabaría con la hegemonía blanca a través del Acuerdo de Lancaster.
La victoria que hizo caer el apartheid implantado en Rodesia del Sur (nombrada así por Cecil Rhodes, quien se creía dueño de África), situó a los líderes de la Unión Nacional Africana de Zimbabue y del Frente Patriótico (ZANU-PF) al frente del nuevo estado en 1980, con Robert Mugabe como primer ministro y Canaan Banana como presidente. En 1984 se instauró un sistema de partido único y Mugabe reformó la constitución para convertirse en presidente ejecutivo en 1987, asumiendo el control del estado y del ejército. Si bien durante en los setenta se identificó como marxista-leninista, una vez en el gobierno hablaría de sí mismo como socialista.
Reajuste de cuentas
En su estreno como presidente efectuó la prometida venganza contra los blancos, apartándoles del gobierno y expropiando las tierras de manera violenta, aunque no fueron ni de lejos masacrados como los ndebeles, la segunda tribu del país. Entre 1983 y 1987 tuvo lugar una limpieza étnica en el oeste del país conocida como Gukurahundi, que acabó con la vida de más de 20.000 ndebeles. Mugabe ha sido acusado de haber instigado esta limpieza étnica que él justificó como una respuesta ante una amenaza de golpe de estado de sus rivales.
Entre 1980 y 1990 el estado iba viento en popa: tenía un crecimiento anual del 2,7% y un sistema educativo de los mejores del continente. El sentimiento nacionalista africano fue cobrando fuerza y la herencia colonial fue rechazada, haciendo muy difícil la convivencia, pero sirviendo al gobierno para escudar sus fracasos. Aunque hubo algunas mejoras, no había planificación. El estado fue colapsando a mediados de los 90, y el gobierno culpó a la burguesía blanca y a las sanciones internacionales del declive. Desde el año 2000 la hiperinflación ha subido como la espuma.
La muerte de su esposa Sally y su matrimonio con Grace Marufu en 1996, entonces su secretaria y 40 años menor, marcaría para muchos el cambio definitivo en su personalidad. Sucumbió a los caprichos de una esposa derrochadora a la que no le importaba gastar el dinero público en compras alrededor del mundo. Grace se volvió su sombra, le dio tres hijos (dos extraconyugales) y participó en las decisiones del partido desde que se convirtió en la presidenta de la Liga de Mujeres del ZANU-PF en 2014. Una escalada al poder planificada que contaba con su beneplácito.
Caída en picado
Mugabe ha ganado todas las elecciones en el país, siempre bajo denuncias de haber manipulado los resultados. Especialmente en 2008, cuando el opositor Morgan Tsvangirai obtuvo un 47,9% de los votos frente al 43% de Mugabe, lo que forzó una segunda vuelta que la oposición se negó a realizar. Tsvangirai, líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MCD), fue integrado en un gobierno de unidad en calidad de primer ministro entre 2009 y 2013 que resultó un fracaso.
El nuevo siglo removió heridas del pasado y se llevó a cabo una nueva expropiación de las tierras que seguían en posesión de la élite blanca. Esta vez de manera mucho más violenta, con decenas de blancos muertos y cientos de ellos junto a sus familias forzados al exilio para repartir el botín entre manos inexpertas dentro del gobierno. Algo parecido ocurrió tras su intervención en la Segunda Guerra del Congo, a donde mandó tropas de apoyo a petición de Joseph Kabila, pero que en realidad correspondía a una misión para hacerse con los diamantes de sangre que posteriormente se repartieron entre los miembros del partido.
La producción descendió abruptamente al tiempo que aumentaron el paro, el hambre y la inflación, disparada hasta el 14.000.000% anual en 2008. Ese mismo año se imprimieron billetes por valor de 100.000 millones de dólares zimbabuenses, al cambio menos de un dólar americano. Desde 2015 el anteriormente considerado granero de África por ser uno de los países con mayor producción de maíz, se vio afectado por el fenómeno climático El Niño, perdiendo casi todas las cosechas. La agricultura proporciona el sustento a cerca de un 70% de los zimbabuenses, con lo que las consecuencias han sido catastróficas para gran parte de la población que depende de los autocultivos. Y las remesas que los emigrantes en Sudáfrica mandan a sus familiares desde el comienzo del declive, han evitado un mal mayor.