Jorge Eliécer Pertuz Aleán, una voz que nos acompañó más de 60 años, en la radio santandereana.
La fotografía que acompaña esta nota, corresponde a los inicios de JORGE, en la Emisora Barrancabermeja en 1955, cuando apenas tenía 19 años de edad, en las instalaciones del que fue el primer estudio radial de esa emisora en el puerto petrolero, ubicados en el sector del Muelle, a 200 metros del río Magdalena.
Los equipos de los años 50, en Barrancabermeja, de la radiodifusora propiedad de los hermanos Aristizábal Ramírez, una familia que por esa época llegó a tener varias emisoras en el país.
Allí junto la consola de tubos de la Segunda Guerra Mundial, una grabadora de carrete, un micrófono Shure modelo 51 y un radio de tubos marca Philips, comenzó su trayectoria radial el locutor barramejo.
Cuando Barrancabermeja no contaba con una buena sala de grabación, nuestro buen amigo, colega y compañero: Julio Arango, quien ya tenía la experiencia de hacer buena radio en la capital del país, se decidió por el negocio de grabar comerciales de lujo para los almacenes más representativos del Puerto Petrolero.
Buscó como socio a Jorge Pertuz yempezaron a grabar cuñas en acetatos (discos de vinilo que giraban sobre su eje central a una velocidad de 78 revolciones por minuto).
“Cuñas” radiales grabados a 2 voces, algunas de ellos, verdaderos tesoros de la publicidad criolla de los años 70.
Julio Arango vendedor y locutor y Jorge Pertuz, con su potente voz de barítono grave, lo secundaba: Fueron más 300, para diferentes casas comerciales de Barrancabermeja.
Cuñas como las de Almacén El Murano, Foto Studios Amparito, Almacenes Contrapol, Calzado Andino, Joyería El Crisol y Ardila y Florez, entre muchas otras, formaron parte del extenso catálogo de comerciales que le cambiaron la imagen a la radio de provincia.
Debo decirlo, y con todo el respeto que me merecen las nuevas generaciones de operadores y locutores, nunca más volví a escuchar en la radio barranqueña, unos comerciales tan bien grabados, bien vocalizados y tan meticulsamente libreteados como los que, en su época, grababan este par de veteranos (Julio y Pertuz) a los que ojalá, en vida, les rindamos un merecido homenaje por su aporte a los medios de comunicación en la ciudad.
JORGE PERTUZ ALEÁN
Nació en el corregimiento El Centro, (exactamente en el llamado Campo 6), el 23 de abril de 1936.
Casado Ruby Parra, de cuya unión qudaron 4 herederos.
Hijo de José Ismael Pertuz (pensionado de la Tropical Oil Company) y doña Ana Castorina Aleán, ambos fallecidos y quienes llegaron a las tierras petroleras a comienzos del siglo pasado, provenientes del municipio de San Andrés (departamento de Córdoba), atraídos por la fiebre del “oro negro”.
Jorge fue el menor de 8 hermanos. —”Fui la raspa”—, decía sonriendo cuando recuerdaba los tiempos de su niñez que fueron, según sus propias palabras, “de un auténtico y genuino come mango”.
Adelantó sus estudios primarios en las concentraciones escolares que dispuso la Troco para los hijos de los trabajadores en el corregimiento de El Centro, establecimientos educativos que por aquella temporada estaban bajo la dirección de don Valentín Meléndez.
Jorge Pertuz decía que un día su padre les advirtió que haberse pensionado de jubilación, la familia debía, forzosamente, abandonar la vivienda que la empresa les había adjudicado en el Campo 6.
Fue entonces cuando se trasladaron y pasaron a habitar un amplio y confortable inmueble situado en el barrio Torcoroma.
Jorge con 18 años y por fuerza de la misma situación económica que empezaba a empeorar porque no contaban con los beneficios laborales que antes les ofrecía la Troco, se vio presionado a buscar trabajo.
En 1954 trabajó como ayudante de cocina y camarero en un casino de la empresa Foster Wheeler, posteriormente fue ascendido al cargo de Jefe de Mesero, pero, a finales de ese mismo año la compañía terminó sus trabajos en la entonces pequeña refinería de Barrancabermeja y a él también se le acabó el trabajo en el casino.
Sin embargo, en medio de lo que había sido su vida entre el sartén y las ollas, dije Jorge que siempre, de manera inconsciente y cuando menos se lo imaginaba, se hallaba de repente, “hablando solo”, como imitando a los locutores de la época, que oía en Nueva Granada y Radio Santa Fe, (las más populares en Colombia por aquellos tiempos). —”Era algo que llevaba dentro de mi”—, se refería como seguro de lo que el destino le tenía deparado para su vida.
Un día, motivado por un primo barranquillero aceptó el reto de presentarse a pedir trabajo como locutor en la Emisora Barrancabermeja.
Corría el año 1956 y lo recibió, en los estudios a orillas del río Magdalena, don Sergio Aristizabal Ramírez, el propietario de la emisora quien despues de escucharlo y explorarlo en una prueba interna que le hizo, decidió emplearlo en la radio.
Al comienzo, como no tenía experiencia, don Sergio Aristizabal le encomendó a un señor de apellido Naranjo, que trabajaba en la emisora, que le diera las instrucciones para comenzar a aprender a manejar los equipos.
Pasando los meses cuando Naranjo se retiró, Sergio consideró que JORGE estaba ya preparado para asumir directamente el reto de manejar la emisora.
Comenzaba a las 6 de la mañana y terminaba a las 10 de la noche. Era, por entonces, el único locutor con que contaba la ciudad.
La Emisora Barrancabermeja contaba con un radio teatro en donde se presentaban los artistas más populares de la ciudad. Incluso, en alguna oportunidad tuvo la oportunidad de ser el presentador del cantante Olimpo Cárdenas, quien visitó a Barrancabermeja y se presentó a cantar en el radio teatro de la emisora.
Trabajó con José Antonio Churio, quien con el correr de los años llegó a ser uno de los mejores locutores deportivos del país. También trabajó con Jorge Carbonell y Antonio Fernández Atencia, íconos de la locución barranqueña a finales de los años 50.
Los hermanos Aristizabal Ramírez (Mario, Germán y Sergio), propietarios de la Emisora Barrancabermeja, cuando se presentaban vacantes en algunas de sus otras estaciones, lo enviaban a laborar mientras buscaban nuevo personal.
Así como trabajó en Ondas de Gualí, en Honda (Tolima) y en Radio Valledupar
Después de haber laborado por espacio de 1 año en la ciudad de Valledupar, decido regresar a Barrancabermeja.
En 1958 encargado de la Emisora Barrancabermeja don Mario Aristizábal tuvo un problema con Mario que terminó en una fuerte discusión que casi termina en tragedia…porque Mario buscó un revolver y alcanzó a hacer unos disparos.
Por fortuna Pertuz tuvo tiempo de escapar.
Una semana después, uno de sus hermanos fue a reclamar la liquidación a que por ley tenía derecho y con ese dinero decidió probar suerte en Bucaramanga. Antonio Fernández Atencia lo relacionó con el loco MILLÓN, Milciades Longas Zapata, veterano hombre de radio director Radio Bucaramanga, quien hoy vive en Tegucigalpa (Honduras).
Fue él, Longas, quien le abrió las puertas en la radio de la capital santandereana.
Laboro en la emisora Radio del Comercio de la familia de Bueno, un empresa exigente con programas libreteados, es decir previamente redactados por un periodista y revisados por un director de programación.
Estando al servicio de Radio del Comercio, le ofrecieron una horas extras en Radio Guía, ubicada en Girón (Santander). Todas las tardes, a las 2:00 se desplazaba en bus hacia Girón para cumplir el turno. A los pocos meses la empresa decidió trasladar los estudios al centro de Bucaramanga y le cambiaron el de nombre, naciendo “Radio Reloj”.
Fui el primer locutor -relojero, en el 2o. piso de la Calle 36 # 21-50, en la ciudad de Bucaramanga .
Más trade trabajó con Efraín Camargo Ruiz, Jairo Vargas Cortés, Mariela Hijuelos . También con Carlos Martínez Rojas, Graciela de Blanco (en la Voz de Suramérica) y con Jorge Cardozo (en la Voz de los Comuneros) .
Esta fue la primera licencia de locución que obtuvo Jorge Pertuz Aleán por parte del Ministerio de Comunicaciones de Colombia en el año 1958.