La hora de Córcega. Los nacionalistas arrasan en la primera vuelta de las elecciones
Pè a Córsica, la coalición nacionalista corsa formada por los autonomistas Femu a Corsica (Hagamos Córcega) y por los independentistas Corsica Libera (Córcega Libre) han obtenido el 45,36% de los votos en la primera vuelta de las elecciones regionales en Córcega.
El tándem liderado por el actual presidente del gobierno regional, Gilles Simeoni, y por el de la Asamblea, Jean Guy Talamoni, aspira a revalidar el poder local que alcanzaron por primera vez en diciembre de 2015, cuando obtuvieron el 35,34% de apoyo.
Les siguen las dos listas de la derecha, A strada di l’avvene (14,97%) y Voir plus grand (12,77%), y Andà per dumane (7 %), apoyada por el presidente francés, Emmanuel Macron.
Los 538 colegios electorales de esta isla de poco más de 324.200 habitantes y una economía que representa el 0,4% del PIB francés abrieron sus puertas a las 08.00 hora local y las cerraron a las 18.00. La ciudadanía estaba llamada a decidir entre siete listas, en las que están ausentes socialistas y ecologistas, y la abstención prevista alcanzó el 46,9%.
Está en juego gobernar a partir del próximo 1 de enero en la nueva colectividad única de Córcega, una estructura institucional que fusionará los actuales dos departamentos y en la que el Consejo Ejecutivo pasará de 9 a 11 integrantes y la Asamblea de 51 a 63.
¿Está Córcega preparada para ser independiente?
“Hay más cámaras que gente”, dijo un votante sorprendido de la expectación suscitada por ambos candidatos, que quieren conseguir en tres años un estatuto de autonomía pleno y aplicarlo en los siguientes diez, antes de dejar que la población decida hacia dónde ir después. Córcega “necesita que se ocupen de ella”, explicó Daniel Antoniotti, otro de los que acudieron a depositar su voto, para quien la isla todavía no está preparada para asumir la independencia. “Somos un poco los parientes pobres de Francia, hay que decir las cosas como son, y esperamos que ahora una nueva asamblea se tome las cosas en serio”, agregó el hombre, de 73 años de edad.
Para los corsos es su cuarta convocatoria electoral, tras las regionales de 2015, las presidenciales de mayo del año pasado y las legislativas de junio La campaña se inició el pasado 20 de noviembre y, según coinciden muchos corsos, ha sido “floja”.
Para los corsos es su cuarta convocatoria electoral, tras las regionales de 2015, las presidenciales de mayo del año pasado y las legislativas de junio, en las que los nacionalistas consiguieron tres de los cuatro diputados que correspondían a Córcega. “Es importante venir a votar todas las veces”, recalca pese a todo otro votante, Jean-François Raffaelli, crítico con que París decida por “gente que vive a 1.000 kilómetros”.
Los corsos, añade, tienen “toda la vida por delante” para conseguir la independencia, “aunque cueste 100 años”: “No lo haremos por nosotros, sino por nuestros hijos. La libertad no se pide, se toma”, dice Rafaelli, que precisa que, superadas cuatro décadas de lucha armada que dejó decenas de víctimas mortales, la vía “solo puede ser democrática”.
Los nacionalistas no descartan que un pacto entre las dos listas de la derecha y la del centrista Jean Charles Orsucci, apoyado por el partido del presidente, Emmanuel Macron, intente pararles los pies.
Las ideas de Orsucci encuentran su eco en votantes como el sexagenario Franceschi Leccia, quien defiende que una autonomía es deseable siempre y cuando se enmarque “en el seno del Estado” francés, porque en su opinión Córcega carece de los medios para plantearse otras alternativas.