Los 7 potajes

¿Cual es la historia de los siete potajes en Semana Santa?En vísperas del ayuno del viernes santo y para conmemorar la última cena se acostumbraba en el Siglo XIX celebrar en las casas de las familias más pudientes el banquete de los siete potajes.

Durante el jueves y el viernes santo, debido a la prohibición católica de consumir carnes rojas, se acostumbra comer una serie de preparaciones en conmemoración de las siete palabras que pronunció Jesús antes de morir.

Estos “siete platillos”, como también se les llama, constan de “sopa, arroz, pescado, macarrones, ensalada (zanahoria, cebolla, lechuga, remolacha), torta y dulce.

Muchos lo ven como un espacio de unión y fraternidad. Para las más religiosos es una forma de conmemorar la “última cena de Jesús”.

Tanto las familias más acomodadas como las más humildes preparan, de acuerdo con sus posibilidades, suculentas comilonas en las que se destacan: fiambres, lechones, pavos, corderos, gallinas, pescados, encurtidos, quesadillas e infinidad de dulces. Todas estas delicias, llamadas “siete potajes”, en la mayoría de los casos consisten básicamente en trucha conservada con sal acompañada con sopa de arvejas, arroz, ensalada, banano verde sancochado, jugo de frutas y dulce.
Según la tradición, el consumir los siete potajes asegurará el tener comida y prosperidad durante todo el año.
El jueves santo se consumen siete potajes de carne de res, puede ser pollo, pavo, cabrito, cerdo, pato y paloma

El viernes santo se consumen siete potajes de pescado, langostinos y mariscos.

Los platos para esta tradición varían siempre que sean siete platos que se coloquen a la mesa pero generalmente en todas las mesas coinciden los siguientes:
• Pastel de Atún
• Sopa de lentejas
• Ensalada de aguacate
• Arroz con coco
• Plátano horneado o frito
• Pastas (en cualquier preparación)
• Pescado seco, preparado con verdura

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