Los astrofísicos estadounidenses ganaron por su contribución a la detección de las ondas gravitacionales
Ayer comunicaron el premio de Medicina. Los restantes se entregarán:
Nobel de Química: miércoles 4 de octubre en Suecia.
Nobel de Paz: viernes 6 de octubre en Noruega.
Nobel de Economía: lunes 9 de octubre en Suecia.
Nobel de Literatura: fecha por definir
Detectadas en 2015, un siglo después de que las predijera Albert Einstein, las ondas gravitacionales son alteraciones en el espacio-tiempo que podrían brindar valiosas informaciones sobre el origen del universo.
Los tres galardonados, explica el fallo, han contribuido “con su entusiasmo y determinación” de forma “inestimable” a poner en marcha el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO), la iniciativa que detectó por primera vez esas ondas.
Tras “cuatro décadas de esfuerzos”, este proyecto en el que colaboran unos mil científicos de una veintena de países, fue el que detectó por primera vez, el 14 de septiembre de 2015, este fenómeno cósmico que Albert Einstein había predicho un siglo antes en su Teoría General de la Relatividad.
Esa vibración, que llegó a la Tierra de forma “extremadamente débil”, provenía de la colisión de dos agujeros negros, sucedida hace 1.300 millones de años, explica el jurado.
Su medición “es ya una prometedora revolución en la astrofísica”, argumenta el comunicado de prensa de la academia.
Weiss recibirá la mitad del premio en metálico de este Nobel y sus dos colegas compartirán el resto.
Los tres físicos fueron reconocidos este año, junto al proyecto LIGO, con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
Weiss, Thorne y Barsih trabajan en la Colaboración Científica LIGO y VIRGO, que une a los detectores del LIGO localizados en Livingston (Louisiana) y Hanford (Washington) y el detector franco-italiano VIRGO, localizado cerca de Pisa (Italia)
Rainer Weiss, que nació en Berlín en 1932, ejerce en el Instituto de Tecnológico de Massachusetts (MIT); mientras que Barry Barish, nacido en Omaha (Estados Unidos) en 1936, trabaja en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) junto a su colega Kip S. Thorpe, nacido en Logan (Estados Unidos) en 1949.
El año pasado, la Real Academia Sueca de las Ciencias distinguió con el Nobel de Física a los británicos David Thouless, Duncan Haldane y Michael Kosterlitz, por descubrir estados poco usuales de la materia que abrieron la vía al desarrollo de materiales innovadores.
La dotación del premio es de 9 millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares), después de que este año la Fundación aumentara el monto de las distinciones Nobel por primera vez en cinco años.