Los Pinos, la lujosa mansión presidencial de México que AMLO convertirá en centro cultural
Durante su campaña electoral, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió a los mexicanos que no cambiaría su estilo de vida. Por ello, anunció que no viviría en la residencia oficial de los presidentes mexicanos, conocida como Los Pinos.
“Los Pinos se va a convertir en un espacio para el arte, la cultura y la ciencia”, declaró en 2016.
Y así, desde este mismo 1 de diciembre en que AMLO asume la presidencia, una sección de la residencia de Los Pinos será abierta al público.
Lo que aún no se sabe, sin embargo, es dónde vivirá el nuevo presidente. Todavía no se ha confirmado si como anunció en el pasado vivirá en el Palacio Nacional, el grandioso edificio colonial en el centro de la Ciudad de México que es la sede del Poder Ejecutivo.
Dado que Los Pinos no admitía visitas hasta ahora, muchos mexicanos se muestran expectantes y curiosos por conocer cómo es su interior.
BBC Mundo cuenta cinco curiosidades sobre el recinto que, hasta esta semana, fue únicamente disfrutado por los presidentes de México.
Rosa Elisa Trujillo es la primera visitante formada para entrar a las 10:00 horas a Los Pinos:
1. No siempre fue residencia presidencial
Su historia se remonta a 1853, cuando el patriarca de una de las familias más ricas del país, el doctor José Pablo Martínez del Río, compró parte de las tierras y aguas de la zona conocida entonces como “Molino del Rey”.
Se llamaba así porque, durante el siglo XVI, en esos terrenos que pertenecían a la Corona Española se trituraba trigo para convertirlo en harina.
El nuevo propietario decidió construir entonces una finca a la que llamó “La Hormiga”, porque era la más pequeña de sus propiedades.
Con el paso de los años se fue transformando para convertirse en una residencia que incluía varias casas, caballerizas, capilla y varios estanques con distintas especies de peces y cisnes.
La casa principal, La Casa Grande, era “un chalet de estilo inglés con caminos franqueados por árboles”, se podía leer en la antigua página web oficial de Los Pinos, y era una “magnífica residencia de verano” cercana al entonces pueblo de Tacubaya, donde las familias acaudaladas de la época tenían sus casas de campo.
2. Los terrenos fueron expropiados
Los presidentes mexicanos vivieron hasta principios del siglo XX en el Castillo de Chapultepec.
Pero cuando se creó el Paseo de la Reforma -hoy una de las principales avenidas de Ciudad de México- que unía al castillo con el resto de la ciudad, La Hormiga quedó situada en un punto intermedio y estratégico para el gobierno.
Era además la conflictiva época de la revolución mexicana, por lo que el entonces presidente Venustiano Carranza decidió en 1916 expropiar las tierras de los Martínez del Río para que la finca fuera ocupada por miembros de su gabinete.
El argumento que se dio fue que “el gobierno la necesitaba”.
Posteriormente, en la toma de posesión de Lázaro Cárdenas en 1934, se anunció que el nuevo presidente no viviría en el Castillo de Chapultepec sino en la finca La Hormiga.
Pero como el nombre no era adecuado para una residencia presidencial, Cárdenas lo bautizó como Los Pinos. Según algunas teorías, el nombre lo eligió en recuerdo a la huerta en Michoacán donde se enamoró de su esposa, Amalia Solórzano.
Los siguientes presidentes también vivieron allí, lo que convirtió a Los Pinos en la residencia oficial de los presidentes de México.
3. Una mansión de “estilo afrancesado”
Los primeros presidentes que habitaron Los Pinos vivieron en el chalet de estilo inglés construido originalmente en el terreno y que actualmente es llamada Casa Lázaro Cárdenas.
Pero cuando llegó Miguel Alemán, quien gobernó México de 1946 a 1952, decidió hacer un cambio radical en la residencia y mandó construir una segunda casa más grande y funcional.
El proyecto resultó en una mansión de estilo francés de unos 5.700 metros cuadrados y distribuida en tres niveles con habitaciones para la familia, salones oficiales, oficinas y salas de juegos.
Como describe el escritor mexicano Víctor Hugo Rodríguez en su libro “Los Pinos: Esta es tu casa”, para construir y decorar la casa que ahora se conoce como Casa Miguel Alemán “se buscó entre lo mejor del estilo imperial afrancesado”.
“Se mandaron a hacer muebles ex profeso en los estilos Luis XV y Luis XVI… porcelanas de Sévres, de Meissen y de Limoges, candiles de cristal checoslovaco…”, agrega.
Sin embargo, la construcción tardó cinco años en esta finalizada, por lo que Miguel Alemán y su familia sólo pudieron disfrutarla durante un año hasta que finalizó su sexenio presidencial.
4. Más presidentes y más casas
El siguiente mandatario mexicano, Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) también mandó construir una casa -la tercera en la propiedad- que ahora es llamada Casa Ruiz Cortines.
En ella se encuentra el salón “Los Presidentes”, donde se exponen los retratos de los gobernantes que han vivido en la propiedad, y el salón “Venustiano Carranza” que se utiliza para eventos oficiales.
Todos los siguientes mandatarios, todos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó México durante 70 años, vivieron en la Casa Miguel Alemán.
Pero en 2000, cuando Vicente Fox del Partido Acción Nacional (PAN) llegó a la presidencia, decidió que la Casa Miguel Alemán era demasiado grande para su familia y ordenó instalar allí oficinas.
Fox escogió para vivir una propiedad más pequeña ubicada dentro de Los Pinos conocida como Las Cabañas, la cual se convirtió en la cuarta casa dentro de los límites de la residencia presidencial.
El siguiente presidente, Felipe Calderón, también del PAN, optó igualmente por vivir en Las Cabañas.
Pero el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, quiso ubicar su residencia en la Casa Miguel Alemán, por lo que se llevaron a cabo nuevas remodelaciones para reconvertir lo que eran oficinas en la nueva casa presidencial.
5. Más grande que la Casa Blanca
Los Pinos está actualmente conformada por cuatro casas que en total tienen 56.000 metros cuadrados de construcción. Es una superficie 14 veces superior a la de la Casa Blanca.
Dentro de los límites de la residencia presidencial se encuentran también dos grandes calzadas: la de los Presidentes, que fue inaugurada por Vicente Fox y donde se colocaron bustos de políticos ilustres; y la de la Democracia.
También hay dos edificios de oficinas, dos salones independientes, una plaza, varios jardines, piscinas, un complejo de frontones, un stand de tiro y campos de polo.
Asimismo, Los Pinos alberga las instalaciones del Estado Mayor Presidencial, el cuerpo militar encargado de la seguridad del presidente y que ahora, como anunció el nuevo presidente López Obrador, pasará a formar parte de la secretaría de Defensa Nacional.