Los solosexuales…

La sexóloga y terapeuta de parejas Núria Jorba te explica como afrontar una nueva pareja tras una ruptura

Los solosexuales, los grandes desconocidos

El placer de disfrutar de uno mismo (fathadam / Getty Images/iStockphoto)

Tengo un amigo que nunca ha tenido pareja, que dice que está bien solo y que no quiere a nadie a su lado, que no le gusta el sexo compartido y prefiere el sexo solo. ¿Esto qué puede significar?

El sexo en solitario, por suerte, hace tiempo que ha dejado de tener una connotación negativa y se ha convertido en una actividad lúdica y en un espacio íntimo para conocerse a uno mismo.

A partir de esta práctica ha nacido la tendencia y/o filosofía de los solosexuales, aquellos que deciden tener sexo solo consigo mismos. Actualmente ya cuentan con su propio símbolo, el símbolo de la masculinidad pero con la flecha hacia dentro del círculo, también cuentan con numerosas páginas web y foros para compartir sus ideas y vivencias.

Bajo su punto de vista, en muchas ocasiones no tienes ganas de seducir nadie, ni tampoco de explicarle tus gustos ni aventurarte a conocer un cuerpo nuevo o de hacer que el cuerpo familiar sea sorprendente, por tanto, eligen esta opción. Dentro de este colectivo hay tanto hombres como mujeres de todas las orientaciones sexuales, homosexuales, heterosexuales y bisexuales.

El problema aparece cuando esta filosofía de vida se lleva al extremo y hasta sus últimas consecuencias: reducir el sexo solo al espacio individual, hacer de esta filosofía algo exclusivo. Con ello excluyen las relaciones con otros, el contacto y fomentan el aislamiento.

Un punto conflictivo en esta decisión es cuando se desea seguir esta moda, pero al mismo tiempo se quiere compartir otros aspectos de la propia vida con otra persona. Aquí es donde aparecen muchas preguntas y ciertas dificultades para conseguirlo, ya que la mayoría tiende a englobarla pareja y sexualidad. En la mayoría de las ocasiones las causas son los miedos, las inseguridades, la falta de habilidades sociales, la presencia de una disfunción sexual no resuelta, etc.

Uno de los factores que ha podido fomentar esta tendencia es la facilidad de acceso a la pornografía, se consigue excitación y satisfacción sin necesidad de establecer vínculos emocionales ni tener que esforzarse para dar placer a alguien.

Desde mi punto de vista profesional no hay una sexualidad normal o anormal, podríamos hablar de sexualidad más común o menos. Pero sí que es cierto que cuando una cosa se vuelve exclusiva y anula el resto buscando siempre los mismos estímulos comporta un riesgo y no es recomendable. Además en la mayoría de las ocasiones las causas de esta tendencia son los miedos, las inseguridades, la falta de habilidades sociales, la presencia de una disfunción sexual no resuelta, la evitación, una mala experiencia anterior, una frustración, etc.

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