Luis José Rueda Aparicio, santandereano, de 58 años: nuevo primado de Colombia

a Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha informado en la mañana del día 25 de abril de 2020, fiesta del evangelista San Marcos, que su Santidad el Papa Francisco ha nombrado como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Bogotá, al actual Arzobispo de la Arquidiócesis de Popayán, Monseñor Luis José Rueda Aparicio. Sucede al Señor Cardenal Rubén Salazar Gómez, quien había presentado su renuncia hace ya casi dos años al Santo Padre al llegar a la edad canónica de retiro, es decir, los 75 años de edad.

Arzobispo Luis José Rueda Aparicio

El nuevo arzobispo nació en San Gil, Santander, el 3 de marzo de 1962 y Bogotá será la tercera diócesis que le corresponde pastorear.

Rueda Aparicio tiene 11 hermanos, siendo el décimo de ellos. Su educación inicial se dio en diferentes escuelas municipales, y la superior en el colegio San José de Guanentá, siendo bachiller técnico; entonces ayudó a su padre en diferentes oficios relacionados con la construcción, trabajó en el laboratorio de la fábrica de cementos Hércules y, desarrolló sus habilidades de comunicador en diferentes medios locales.

En enero de 1983 ingresa al seminario de Socorro y San Gil; recibe su ordenación presbiteral el 23 de noviembre de 1989, de manos de su obispo, monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna, O.P., luego de estudiar Teología en el Seminario Mayor de Bucaramanga.

Posteriormente viajó a Roma para adelantar estudios de especialización en Teología Moral en la Academia Alfonsiana de Roma, de los Padres Redentoristas.

Antes de cumplir los cincuenta años, el 2 de febrero de 2012, es anunciado como obispo de Montelíbano, y ordenado por el entonces nuncio apostólico, Aldo Cavalli, el 14 de abril del mismo año.

En la CIII Asamblea Plenaria del episcopado colombiano, de julio de 2017, es elegido presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Caritativa.

El 19 de mayo de 2018, Su Santidad Francisco lo nombró como Arzobispo de Popayán y la posesión canónica fue el 7 de julio de 2018.

Su vida pastoral ha estado marcada por un intenso acento social, desde sus días de presbítero, toda vez que fue Subdirector del Secretariado Diocesano de Pastoral Social –SEPAS-; rector del Instituto Técnico para el Desarrollo Rural –IDEAR- (2010)  y vicario episcopal de Pastoral de la diócesis de Socorro y San Gil.

Durante la pasada Semana Santa abogó, junto con el arzobispo de Cali, y lo obispos de Quibdó, Tadó, Apartadó, Itsmina, Ipiales, Mocoa, Sibundoy, Palmira y Buenaventura hizo un llamado al Estado colombiano “para que defina una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria”.

Y en el sermón de las Siete Palabras dijo que: “En la Iglesia no todo está cumplido, en el mundo, en su familia, en nuestra vida, todo está por cumplirse. Ojalá llegaremos un día con Cristo al momento final y que podamos pronunciar esta palabra con conciencia y alegría, con la certeza de haber descubierto y asumido la existencia hasta las últimas consecuencias.Que esta Semana Santa sea la oportunidad para que nosotros nos unamos con Cristo y asumamos la tarea. Nuestra casa, nuestra familia, la economía, la sociedad y el mundo entero necesitan de hombres y mujeres que realicen la misión que el padre les confió”.

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