Masaio Takahashi, científica del año en ‘Nature’, por regenerar retinas con células madre
Tengo 58 años: fui cirujana; investigué en el Salk Institute y ahora estudio Empresariales para crear mi propia empresa. Nací y vivo en Kioto y voy y vuelvo cada día a Kobe a 300 por hora en tren. Tengo dos hijas y marido científico. Participo en el Congreso Europeo de Terapia Génica organizado por la UAB
Superdotada sin ego
No sé si por ser mujer o por ser japonesa, o por las dos cosas, pero la doctora Takahashi es una de las mentes mejor estructuradas y más brillantes que he entrevistado en 21 años de La Contra ; sí; pero, además, es la que menor ratio ego-talento ha demostrado. Combate mi ignorancia con un impecable orden lógico, anticipándose a mis dudas, y contestando incluso a las preguntas que no he sido capaz de formularle, pero eran imprescindibles. Y en buen inglés. Me auxilia el cirujano oftalmológico Pablo Díaz Couchoud, titular del Clínico; y los dos salimos del Fòrum convencidos de que oiremos hablar aún mucho de esta doctora, que ahora ha empezado a estudiar empresariales en la mejor escuela de Kioto para llevar sus descubrimientos a todo el mundo.
Ha regenerado retinas?
Tomamos una célula madre a partir de células de la piel y las convertimos en células de una de las diez capas de la retina –no toda la retina– y las hemos trasplantado hasta ahora a seis pacientes.
¿Qué curan así?
Estos pacientes sufrían un tipo de degeneración macular, propia de la vejez. Pero insisto en que no regeneramos toda la retina, sino sólo una de sus capas.
Aun así, Nature la ha calificado de avance clínico paradigmático.
Porque ha confirmado que podemos usar células madre para regenerar órganos. Hasta ahora, la ortodoxia consideraba demasiado peligroso darles ese uso, porque las células madre lo son, precisamente por su capacidad de proliferar. A veces, de forma indeseable.
¿Una célula madre en vez de regenerar un órgano podría generar un tumor?
Ese era, entre otros, el temor; pero hemos demostrado, que existe una manera segura de regenerar órganos con ellas.
¿Cómo lo consiguió?
Después de cinco años de ensayos.
Un largo proceso.
¡Al contrario! Para lo que suelen ser este tipo de ensayos, fue rapidísimo. Piense que yo llevaba 20 años de investigación básica con células madre, y esos 20 años serían lo más habitual para pasar del laboratorio a los pacientes.
Enhorabuena: y he leído que, también en Japón, otros equipos regeneran córnea.
Hay varios centros trabajando en regenerar córnea con células madre, como el del doctor Nishida. Además, otros cuatro equipos trabajan en regenerar otros órganos: el comité científico ha rechazado varios; pero ha aprobado los de médula espinal y corazón.
¿Quién logrará resultados antes?
Los de córnea, supongo; porque el ojo es un excelente campo de experimentación. Recuerde que los transplantes de órganos, que hoy salvan miles de vidas a diario en todo el mundo, comenzaron por la córnea, los menos complejos técnicamente; después, los de riñón.
¿Del ojo a todo el cuerpo?
Y piense que las lentes intraoculares son el órgano artificial que ha tenido más éxito. Además, en terapia celular ocular sólo necesitamos unas pocas células. En el hígado o el corazón, en cambio, hacen falta entre 1.000 y 10.000 veces más. Y eso hace mucho más arriesgado el uso de células madres.
¿Dónde espera usted ahora progresos en la terapia génica?
En parkinson, porque el sistema nervioso y la médula espinal no cuentan con otro tratamiento; y sólo podemos crear neuronas a partir de células madres.
¿En cuánto tiempo?
Piense que la técnica actual de cataratas, hoy una operación segura , necesitó de 20 años de ensayos para serlo. Yo creo que esos 20 años son una estimación prudente también para una terapia como la nuestra en el parkinson.
Largo me lo fía, doctora.
Los 20 años convertirán en segura la operación; pero, para casos sin esperanza en diez; tal vez cinco, podremos tener tratamientos, más arriesgados, pero que ya justifiquen ese riesgo.
¿Si voy a morir, por qué no arriesgar en un ensayo clínico?
Nosotros hemos progresado muy rápido con las retinas; porque había ciegos totales que no tenían nada que perder intentando recuperar algo de visión. Y la logramos.
¿Por qué Japón ha logrado adelantarse en este tipo de terapias?
Porque nuestra regulación es más flexible que la estadounidense. A veces, la Federal Drugs Administration (FDA) y la Agencia Europea del Medicamento, con la excusa de evitar riesgos, puede frenar el progreso.
¿Cómo?
Curiosamente en el sentido que también interesa a las grandes farmacéuticas, que se benefician de que las patologías que ellas tratan con fármacos se puedan curar, de una vez para siempre, en el quirófano. En Japón nuestras terapias progresan, porque eludimos a las grandes farmacéuticas y sus trabas y presiones.
¿Usted asume riesgos?
Soy la jefa de un equipo de 50 científicos y cirujanos: no tengo más remedio. Y yo misma investigo; pero también estuve en la práctica clínica cotidiana: ejercer en ambos frentes me ha hecho más efectiva.
Trabaja usted mucho.
Tengo 58 años; en Japón soy joven; y, por eso, he empezado a estudiar Empresariales: quiero crear mi empresa ahora; porque es la mejor manera de que nuestros resultados lleguen al gran público y me he planificado para que, en diez años, obtenga resultados.
Yo apostaría que los tendrá.
Y le daré la noticia: antes de fin de año anunciaremos que hemos logrado un organoide a partir de células madre, para regenerar toda la retina.
¿Organoide?
Es una versión miniaturizada de un órgano producido in vitro. Estoy entusiasmada con los resultados obtenidos hasta ahora y toda mi atención está puesta en cómo pasar del éxito en laboratorio al paciente.