MEXICO. MARICHUY PATRICIO, Primera candidata mujer e indígena a la Presidencia de la República, en toda la historia del país

María de Jesús Patricio Martínez, de 53 años, perteneciente a la etnia náhuatl de Tuxpan, Jalisco.

“Como parte de este proceso, Marichuy padece la doble marginalidad de ser mujer y de ser indígena ”

En todos los actos organizados para apoyarla han hablado exclusivamente mujeres, “lo cual es una inversión importante de todos los discursos políticos en México”

El requisito más básico y sencillo para iniciar el muy intrincado y tortuoso camino para asegurar la candidatura independiente es abrir una cuenta bancaria. El banco HSBC rechazó abrirle una cuenta. “Argumentaron que Marichuy era parte de Antorcha Campesina”. “La política de HSBC expresa un trato desigual, diferenciado, discriminatorio, en tanto que obstaculiza el ejercicio de derechos ciudadanos y en particular de las mujeres mexicanas indígenas”, dijo Adriana Hernández, abogada de Marichuy. Banorte, finalmente, le permitió abrir su cuenta bancaria, con lo que pudo registrarse ante el INE.

“Su dignidad y ética es fundamental porque a través de ella se va a visibilizar mucho del sufrimiento que viven las comunidades indígenas del país y la violencia contra las mujeres. No es una candidata presidencial más, su candidatura es una visibilización del México de abajo”, explicó Juan Carlos Guerrero.

“Pretendemos arrebatarles el destino que nos han quitado y desgraciado, pretendemos desmontar ese poder podrido que está matando a nuestros pueblos”. “No vamos a ir directamente a pedir que voten, más bien, es pedir que se organicen desde donde estén. (…) Vamos más allá de las elecciones”, son palabras de Marichuy.

Al aceptar ser la candidata de los pueblos indígenas, dijo: “Al recibir el cargo, anuncio que la lucha es por la vida, y que esto incluye la tierra, el territorio, el agua, los árboles, todo, porque se lo están acabando. Si queremos que los pueblos sigan existiendo, si queremos que siga habiendo vida para todos, si queremos que eso que nos heredan nuestros antepasados seguirlo conservando, por eso hemos decidido dar este paso y participar para invitar a todos esos sectores, a la sociedad civil organizada, a la no organizada, a que unamos los esfuerzos y podamos destruir este sistema que nos está acabando a todos”.

Es mujer y sabe de lo que habla: “Pero justamente porque somos las que sentimos el más profundo dolor, porque vivimos la mayor de las opresiones, también nosotras las mujeres somos capaces de sentir la más profunda de las rabias”. “Y entonces debemos ser capaces de transformar esas rabias en organización con el fin de pasar a la ofensiva para desmontar el poder de arriba, construyendo con determinación y sin miedo el poder de abajo”.

La comandanta Hortencia, del EZLN, convocó a mujeres profesionistas, estudiantes, científicas, empleadas, artistas, a sumarse a la causa del abanico de la diversidad sexual para confrontar al neoliberalismo: “El mundo es muy grande y cabemos todas, todos. Lo único que ya no cabe es el sistema capitalista, porque ocupa todo y no nos deja ni respirar siquiera. Y peor que el capitalismo no tiene llenadero, no le bastan las muertes, la destrucción, la miseria, la desolación. No, quiere más. Más guerra, más muerte, más destrucción”.

Ahora, Marichuy debe obtener las firmas equivalentes a uno por ciento del padrón electoral en 17 estados para lograr su inscripción definitiva. Son más de 800 mil firmas, pero hay que reunir, por lo menos, un millón 200 mil porque impugnarán muchas. Y con la aplicación que se ha desarrollado para este fin, lo tiene que hacer en comunidades sin conexión, y donde un registro puede durar hasta 16 horas en subir; la lista de teléfonos que el INE confirmó que pudieran funcionar para la app, no todos funcionan, y los que funcionan son los de mayor costo. Además, las fotos tienen que ser tomadas a la luz del día por cuestiones de iluminación y por el tiempo que les toma hacer un registro, la luz del día se acaba antes de tener tres registrados. “No daremos ni un paso atrás”, dijo Marichuy.