México saca a la luz los archivos de su servicio de inteligencia
El Gobierno de López Obrador abre documentos reservados durante 90 años como parte de su política de memoria histórica. La ordenación y digitalización tardará al menos dos años
El Gobierno de López Obrador anunció este viernes que sacará a la luz los documentos reservados de sus servicios de inteligencia. Más de nueve décadas de trabajo de la “policía política”, como la definió el presidente mexicano, que abarcan desde los archivos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), el brazo del espionaje político del PRI —desclasificados ya parcialmente—, hasta su organismo heredero después de 1985: el Cisen. El traslado, ordenación y digitalización de la documentación a cargo del Archivo General de la Nación tardará, según el director de la institución, al menos dos años.
“Todos los expedientes que estaban resguardados y protegidos se van a poner a consideración, se van a abrir para que los ciudadanos puedan tener acceso a ellos. Se abren por completo solo con los límites que establece la ley, protección a niños, familiares y el dignidad y los derechos humanos”, detalló el presidente durante la rueda de prensa que lleva a cabo cada día desde el Palacio Nacional.
El decreto firmado este jueves por el nuevo Gobierno aspira a completar la desclasificación parcial llevada a cabo en 2001. El entonces ejecutivo de Vicente Fox, que rompió con la hegemonía priista durante más de siete décadas, ordenó entonces el traslado de 4.223 cajas de archivos de la DFS al Archivo General. “La promesa fue abrir toda aquella información sobre hechos violatorios a los derechos humanos. Sin embargo, no terminó jamás de concretarse. Únicamente se transfirió la información hasta 1985 y dándole acceso solamente a la PGR [fiscalía federal] y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para las investigaciones”, señaló durante la misma rueda de prensa el subsecretario de Gobernación, Zoé Robledo.
El Archivo General alberga desde hace años un total de más 10.000 cajas de documentos procedentes tanto de la DFS como de los primeros organismos encargados de la inteligencia mexicana desde finales de los años 30. El primer presidente civil tras la Revolución, Miguel Alemán, fue el creador en 1948 de la DFS, integrada originalmente por miembros del Colegio Militar. “Quiero a los mejores. Algo así como un FBI de huaraches”, fue la orden del presidente, según la propia autobiografía de Alemán.
Las tareas de espionaje político del PRI suponen algunos de los momentos más oscuros del régimen. Los detalles de aquella época se han ido revelando a cuentagotas. Un informe de la Comisión de La Verdad de Guerrero denunció como durante 14 años policías y militares llevaron a cabo ejecuciones extrajudiciales, abusos, violaciones e incluso vuelos de la muerte durante la represión de los movimientos guerrilleros de los 70. Ha quedado acreditada también la infiltración del crimen organizado en el estamento policial durante los ochenta, así como el espionaje sistemático por parte de los servicios secretos de lideres políticos y sindicales, así como intelectuales como Gabriel García Márquez u Octavio Paz.
La documentación anterior a 1985, custodiada y reservada parcialmente hasta ahora por el Cisen, queda abierta al público de manera inmediata y sin ninguna restricción, según confirmó el director del Archivo General. En cuanto a los archivos más recientes, la nueva legislación establece un plazo de 180 días para que las distintas secretarías de Estado transfieran sus archivos. A partir de ahí comenzará la tarea de ordenación y digitalización que podrá durar al menos dos años. Los documentos posteriores a 1990 están sujetos a los limites de la legislación de transparencia. Es decir, podrá reservarse información por motivos de derecho de privacidad o procesos judiciales abiertos contra las personas que aparecen en los documentos.