Mundial Femenino de Fútbol 2019. USA tetracampeona, con Megan Rapinoe, futbolista de 24 quilates: Balón y Bota de Oro
Estados Unidos sigue siendo la reina del fútbol femenino Mundial.
Por segunda edición consecutiva, las estadounidenses levantaron el cetro mundialista para mantener su hegemonía y sumar otro título más a sus vitrinas. Ya son cuatro los Mundiales de las americanas en las ocho ediciones disputadas. Holanda fue un digno oponente hasta que un error lo pagó muy caro. Rapinoe, de penalti, y Lavelle, con un golazo, le dieron el título a Estados Unidos que sigue reinando…
USA salió como siempre: alta intensidad, velocidad en el juego y una fuerte presión. Sin embargo, no encontraban como hacer daño a una Holanda bien plantada que cerraba los espacios hacía Rapinoe y Heath y no dejaba pensar a Lavelle. Wiegman había estudiado bien como aguantar el inicio americana.
Los minutos pasaban sin que Estados Unidos, por primera vez en todo el campeonato, lograse marcar. Pocas ocasiones serias para Estados Unidos y menos para una Holanda que esperaba un contragolpe que no terminaba de llegar. El partido, sin embargo, se animó en el tramo final de la primera parte. Pero apareció una inmensa Van Veenendaal. La meta sacó un remate de Morgan, otro tiro de la delantera desde fuera del área y un remate de Dahlkemper.
Apretaba Estados Unidos, pero entonces Holanda también dejó ver sus armas con el balón parado, que apunto estuvo de meter en un problema a las americanas. Sin goles, se llegó al descanso. Estados Unidos, por primera vez, no había marcado.
Tras la reanudación, de nuevo las de Jill Ellis salieron por todo. Pero las holandesas seguían muy sobrias atrás, seguras y con las ideas claras. Hasta que llegó el error. Un balón largo a Morgan no lo llegó a tocar Van der Gragt que golpeó a la delantera. Frappart tuvo que ir a ver el VAR tras el aviso del español Del Cerro Grande y decretó penalti. Rapinoe no falló desde los once metros y Estados Unidos se puso por delante, obligando a Holanda a cambiar de idea de juego.
Eso dejó espacios y entonces apareció Lavelle para, con una gran jugada personal, sentenciar el partido. Estados Unidos tenía el partido donde quería y Holanda se vino abajo. Wiegman intentó hacer reaccionar a su equipo cambiando a defensa de tres y metiendo a Van de Sanden.
Pero ni por esas. Las americanas pudieron golear de no ser por intentar hacerlo demasiado bonito y las intervenciones de Van Veenendaal, sin duda, la mejor del partido. La portera volvió a aparecer en varias ocasiones claras para las estadounidenses. Holanda se queda a las puertas de su primer título ante el gigante estadounidense. Las americanas mantienen su corona mundial y suman cuatro títulos de ocho ediciones. Una generación de oro que, posiblemente, dice adiós a lo grande.
Megan Rapinoe ha sido, sin duda, la gran protagonista individual del Mundial de Francia que concluyó con la coronación de Estados Unidos como campeona tras vencer a Países Bajos en la final. La capitana del conjunto estadounidense no sólo fue reconocida como MVP de la final sino que se llevó el Balón de Oro que la distingue como mejor futbolista del campeonato y la Bota de Oro que la confirma como máxima goleadora con seis goles y tres asistencias.
Rapinoe fue la jugadora más destacada de la final del Mundial frente a Países Bajos. La jugadora de Seattle Reig estrenó el marcador desde el punto de penalti, siendo tan decisiva como en rondas anteriores para allanar el camino hacia la victoria a Estados Unidos. Se trata del tercer MVP de Rapinoe en el Mundial, hito que ya consiguió en octavos de final ante España y en cuartos de final frente a Francia.
Rapinoe fue reconocida con la Bota de Oro del Mundial al lograr seis goles y tres asistencias en seis partidos (no jugó las semifinales ante Inglaterra por lesión), mismo bagaje que su compañera Alex Morgan que tuvo que conformarse con la Bota de Plata. La Bota de Bronce fue para la inglesa Ellen White, que anotó seis goles pero no dio asistencias.
Rapinoe fue elegida como Bota de Oro del Mundial al entender FIFA que fue la jugadora más determinante del torneo. La Bota de Plata fue para la inglesa Lucy Bronze y la Bota de Bronce para la estadounidense Rose Lavelle, una de las grandes revelaciones del campeonato.
En lo que a resto de galardones otorgados por el máximo organismo internacional cabe destacar el de Guante de Oro a la neerlandesa Sari Van Veenendaal, reconociéndola como mejor portera del Mundial; el Premio a la Mejor Jugadora Joven a la alemana Giulia Gwinn y el Premio Juego Limpio a la selección de Francia.