OPEN AUSTRALIA.Ganaron MUGURUZA y Djokovic en la segunda ronda.

Garbiñe Muguruza reacciona ante la china Saisai Zheng

Garbiñe Muguruza protagonizó ante la china Saisai Zheng su segundo mejor arranque en Australia y se enfrentará a la británica Johanna Konta en la segunda ronda 

Las dudas de una mala temporada 2018 perseguían a Garbiñe Muguruza antes de su estreno del nuevo curso tenístico 2019. Al menos en el imaginario popular. Para ella, la temporada pasada fue dura, pero tuvo cosas buenas y hace unos días hizo una declaración de intenciones: “Llego con la mente fresca y nuevas metas”. Su respuesta a las incógnitas que generaba su situación, 18ª en el ranking tras haber sido número uno hace menos de un año y medio y sin títulos de Grand Slam por primera vez en tres, ha sido bastante positiva en el Abierto de Australia. Ante la china Saisai Zheng, una rival propicia a priori pero incierta a la que no se había enfrentado antes, Garbiñe completó uno de sus mejores arranques en el torneo de Melbourne: 6-2 y 6-3 en 75 minutos. 

Hasta la fecha, solo hay un precedente de mejor inicio en sus siete participaciones, el 6-0 y 6-4 que le endosó a la estonia Anett Kontaveit en 2016.En otros grandes, coleccionó victorias más contundentes: en Roland Garros 2012 le colocó un doble 6-2 en primera ronda a la rusa Ekaterina Bychkova; en Wimbledon, donde suele cosechar sus mejores resultados, ganó 6-4 y 6-0 a la británica Anne Keothavong en 2013; y en el US Open, 6-0 y 6-3 a la estadounidense Varvara Lepchenko en 2017 y un 6-3 y 6-0 a la china Shuai Zhang en 2018.

El caso es que contra Zheng (24 años y 146ª del mundo), mejor doblista que jugadora de individuales, Muguruza no encontró demasiados problemas

Se hizo esperar, casi hasta última hora de la segunda jornada del Abierto de Australia, el estreno del número uno del mundo, Novak Djokovic, que por quinta vez en su carrera inicia este torneo en lo más alto del ranking. El serbio persigue varios récords en esta edición y pese a un comienzo dubitativo en el que encajó un quiebre en el tercer juego contra Mitchell Krueger, no se dejó enredar y al final pasó por encima del estadounidense de 25 años y 231º del escalafón, clasificado desde la previa: 6-3, 6-2 y 6-2 en 2h:03.

Una faena de aliño cimentada en la efectividad de sus saques (85% de puntos con primeros), la agresividad (42 golpes ganadores) y las oportunidades de rotura (hasta 20 tuvo, aunque solo aprovechó seis, que tampoco esta mal). En el horizonte, la posibilidad de conseguir su séptimo título en Melbourne, más que nadie, el 15º de Grand Slam para adelantar a Pete Sampras y quedarse a dos de Nadal y a cinco de Federer; la opción de ser el octavo jugador en sumar siete trofeos en algún grande y, de paso, enganchar una racha de tres consecutivos (Wimbledon, US Open y Australia) por tercera vez en su brillante carrera. 

Para conseguirlo tendrá que mejorar, pero como carta de presentación, su actitud ante Krueger fue notable, al igual que la facilidad con la que revertió rápidamente un devenir que no le beneficiaba. En segunda ronda, le espera un oponente que puede calibrar mejor su estado de forma: Jo-Wilfred Tsonga, recuperado y combativo, que se enfrentará al balcánico por 23ª vez (16-6 en el balance para Nole) después de eliminar con solvencia al eslovaco Martin Klizan (6-4, 6-4 y 7-6 (5).

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