Pedro Pascasio Martínez Rojas, el niño patriota quien capturó a José María Barreiro, y …. NO SE VENDIÓ
20 de octubre de 1807: Justo al final del tremendo golpe militar que significó la batalla de Boyacá para el ejército realista, la tradición cuenta que sucedió un hecho que pasaría casi al terreno de la leyenda.

Hijo del señor José Mercedes Martínez y la señora María del Niño Jesús Rojas, campesinos de la región. A muy temprana edad pedro Pascasio, se dedicó a trabajar como empleado domestico del hacendado José Leiva, hasta la edad de los 12 años.
Durante la Batalla de Boyacá, el Soldado Pedro Pascasio Martínez Rojas, hizo parte del Batallón Rifles al mando del Teniente Coronel Arturo Sandes, que hacia parte de la retaguardia del Ejército Libertador.
Tras ver toda posibilidad de recuperación despedazada, el comandante del ejército español José María Barreiro se ocultó junto a otro oficial bajo unas rocas en inmediaciones al río Teatinos. En ese momento dos muchachos, casi niños, soldados patriotas que pasaban haciendo guardia descubrieron a los dos realistas. Uno de ellos, apodado “Negro José “, portaba una arma de fuego con la cual le disparó al acompañante de Barreiro. El otro, un niño de apenas 12 años, apuntó su lanza hacia el cuerpo de Barreiro. Cuando el oficial realista se vio perdido, le ofreció al soldado niño una faja con monedas de oro que llevaba en el cinto, a cambio de su libertad. El niño rechazó la oferta y le dijo: «Siga adelante, sino nó lo arriamos y le eristró de nuevo la lanza». Este niño de 12 años, que rechazó el soborno del más alto militar español en esa batalla, se llamaba Pedro Pascasio Martínez.
El niño soldado nació Belén de Cerinza (Boyacá), Colombia, el 20 de octubre de 1807. Como sucedió con otros niños y jóvenes de la época en medio de las guerras de independencia, Pedro Pascasio fue reclutado para el ejército patriota apenas unos días atrás.
Participó en la Batalla del Pantano de Vargas y en la Batalla de Boyacá donde fue encargado por Bolívar de cuidar su caballo. Por la captura de Barreiro fue compensado con la suma de cien pesos y fue ascendido a Sargento por Simón Bolívar.
Apenas terminaron los combates por la Independencia, Pedro Pascasio abandonó la milicia y se dedicó al oficio de leñador además de carguero en su pueblo natal.
El resto de la vida de Martínez habría sido la de cualquier campesino de su pueblo, pero, por iniciativa de algunos historiadores y políticos, el Congreso Nacional le rindió homenaje en 1880 y ordenó una pensión vitalicia de veinticinco pesos, que sólo recibió una vez dado lo costoso y complicado del viaje de Belén a Bogotá, pues el ya muy mayor “niño héroe” tenía que cobrarla por obligación en la capital.
