REVUELTA POPULAR EN BIELORRUSIA. Las protestas contra Lukashenko crecen
Fábricas y servicios realizan huelgas y paros en el país
La movilización en Bielorrusia contra el presidente Aleksandr Lukashenko ya es prácticamente general. No se trata ya de protestas nocturnas con bengalas ni de mujeres vestidas de blanco con flores que ofrecen a los policías antidisturbios, sino de huelgas y paros en las fábricas y los servicios.
Lukashenko ha tenido que poner freno a la represión. Decenas de miles de personas volvieron a salir ayer a las calles sin ser molestadas. Mientras, los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaban preparar una lista de miembros del régimen que serán objeto de sanciones, aún por concretar pero que se aplicarán antes de fin de mes.
Horas antes de la videoconferencia de ministros de la UE, y muy oportunamente, la candidata obligada a salir del país, Svetlana Tijanóvskaya, difundía un vídeo que vuelve a ponerla al frente de la contestación popular. Lo hacía desde Lituania. La pequeña república báltica –que tiene lazos históricos con el pueblo bielorruso– ha ofrecido refugio a Tijanóvskaya y está siendo muy activa, a la par que prudente, en el concierto europeo ante esta crisis. También Polonia, igualmente ligada por la historia.
Alemania pedía sanciones de inmediato, y lo mismo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Sin embargo, Polonia y Lituania abogaron por una lista restringida de individuos a sancionar con medidas como la congelación de fondos en territorio comunitario o la prohibición de entrada en la UE. A esta iniciativa se sumaron República Checa, Estonia, Letonia, Lituania y Dinamarca, y ello permitió que Hungría –el país más reticente– aceptara una iniciativa que exigía unanimidad.
La idea es mantener el diálogo con Minsk y ejercer algún tipo de mediación entre el régimen y la oposición. Es sabido que Lukashenko no quiere perder la mano e la UE, y de otro lado los europeos recuerdan que la euromaidán de Ucrania trajo consigo la ocupación rusa de Crimea y la guerra del Donbás.
Desde lituania
Tijanóvskaya anuncia un comité coordinador “para garantizar el traspaso de poder”
Unos 2.000 de los 7.000 detenidos fueron puestos en libertad desde la noche del jueves, según el Ministerio del Interior. Muchos salieron con hematomas por todo el cuerpo y relatos de torturas. Lukashenko dio orden ayer, por lo visto, de que la policía no se pase. Muchos agentes ya no lo hacían, y Svetlana Tijanóvskaya les daba las gracias en el vídeo que difundió. “Necesitamos detener la violencia en las calles”, dijo, e instó a las autoridades a entablar un diálogo. Pero a continuación, lanzó una consigna: “Pido a todos los alcaldes de las ciudades que el 15 y el 16 de agosto que actúen como organizadores de concentraciones masivas pacíficas en cada ciudad”. Según la candidata, “donde las comisiones contaron los votos honestamente, mi apoyo osciló entre el 60% y el 70%, y en Novaya Borovaya, el 90%. Los bielorrusos nunca más querrán vivir con el gobierno anterior, la mayoría no cree en él”. La comisión electoral anunció ayer, por cierto, los resultados oficiales: 80,1% para Lukashenko, 10,12% para Tijanóvskaya. Otros tres candidatos no llegaron al 2%.
Pero Tijanóvskaya fue aún más lejos: anunció la creación de un comité coordinador “para garantizar el traspaso de poder” del que formarían parte personalidades respetadas, organizaciones civiles, partidos, sindicatos, colectivos laborales, etcétera. “En el comité deben estar todos aquellos interesados en el diálogo con las autoridades y el traspaso pacífico del poder”, dijo.
Para ello, obviamente, es necesario que la presión en la calle se mantenga. Tres de las fábricas más importantes de Minsk, diversas empresas y factorías en otras ciudades, los empleados del ferrocarril y del metro de la capital se sumaron a los paros y actos de protesta, así como maestros, músicos y médicos que cancelaron operaciones no urgentes en demanda de la liberación de colegas detenidos. En la Fábrica de Tractores de Minsk, los trabajadores exigieron la dimisión de Lukashenko, elecciones libres, liberación de todos los presos y acceso a los medios de comunicación.
Movilización en las fábricas
El presidente frena la represión a la vez que amenaza veladamente a los que vayan a la huelga
Lukashenko, a quien no se ha oído en toda la semana, desmintió ayer, con su peculiar sentido del humor, los rumores de que estaba en el extranjero (se dijo que hizo una visita a Putin). En una reunión en apariencia rutinaria con el sector de
la construcción, amenazó veladamente a los huelguistas con la pérdida de empleos, diciendo que hasta ahora, y en tiempos de pandemia, él los ha conservado, pero si se detiene la producción de tractores y camiones “serán los alemanes, los norteamericanos y los rusos” quienes se aprovechen. El pulso sigue.