Un esquimal africano

Cuando tenía 16 años, Tété-Michel Kpomassie huyó de su aldea en Togo para vivir en el Ártico.

Tété-Michel Kpomassie

Después de un viaje de ocho años, llegó a Groenlandia en 1965 y finalmente cumplió su sueño de vivir con los nativos de Groenlandia.

Años más tarde, escribió un relato premiado de su odisea, “Un africano en Groenlandia”, que ha sido traducido a ocho idiomas. En 1981 recibió el premio Littéraire Francophone por su libro.

Primera edición en español de un clásico de la narrativa de viajes y culturas

“Me preocupaba cuál sería su primera reacción al verme descender del barco… ¡un negro! Jamás habían visto un hombre de mi raza”. En 1966 los esquimales de Groenlandia tenían muchos términos para el color blanco, pero la piel negra de un joven africano era lo nunca visto allí. Y la sorpresa aumenta cuando el joven africano les cuenta que lleva ocho años viajando, haciendo trabajos de supervivencia entre un tramo y otro, para llegar por fin al Polo Norte desde el lejano Togo, donde de adolescente leyó un libro que le despertó el deseo de ver los hielos eternos y la aurora boreal.

La improbable aventura de Tété-Michel Kpomassie, el primer viaje que realiza y narra un joven africano a las tierras de Groenlandia, se convirtió desde su aparición en 1981 en un relato de culto, el testimonio fascinante de dos modos de vida casi extintos hoy. Y sigue conmoviendo a sus lectores con su narración ingenua y divertidísima, su fina percepción de las afinidades entre las culturas tribales de África y los inuit, y su alegría de vivir, de viajar y de conocer.


Tété-Michel Kpomassie (Togo, 1941) solo asistió a la escuela durante seis años, y el resto de su formación fueron sus viajes por el mundo. Actualmente vive en Francia.

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