“Una canción a Montevideo” celebra sus primeros 25 años

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Este 2018 se recuerda el 25° aniversario de “Una canción a Montevideo”, melodía creada por el cantautor uruguayo Mauricio Ubal y que hasta nuestros días se ha convertido en otra de las tantas icónicas melodías del cancionero popular.

“Esa canción surgió a raíz de una convocatoria de la Intendencia de Montevideo que se lanzó en 1993, un concurso muy especial porque yo nunca me había presentado a un concurso y un amigo me animó a que me presentara”, rememoró Ubal en entrevista con República Radio (Lacatorce10).

En ese momento, Ubal estaba trabajando con dos o tres proyectos de canción y comenzó a ver si podía armar algo con esos materiales que tenía. Llegar a la canción a presentar le implicó unos dos meses de trabajo y lo que más lo motivaba era que se trataba de un concurso totalmente anónimo donde nadie sabía quién estaba detrás de la composición presentada.

“Era con seudónimo, no eran grabaciones, había que llevar una partitura básica de piano con la melodía y el texto, el jurado no sabía quiénes estaban atrás de la composición”. En 1993, con la canción finalizada, Mauricio envió los materiales seudónimo mediante y se “olvidó” del tema hasta que pasados unos tres meses se enteró que Una canción a Montevideo había sido la elegida para representar a la capital uruguaya.

“Compitió con muchas y muy lindas canciones, ese fue mi debut y la única vez que me presenté a un concurso. La verdad que esa canción cambió mi carrera y lo que yo venía haciendo”, relató.

En ese entonces, estaba trabajando en la salida de su disco titulado Colibrí y la duda fue qué hacer con esa canción, si incluirla o no en el álbum que estaba por lanzar.

“Nos dispusimos con Carlos Da Silveira -productor musical- a ver qué hacíamos con esa canción porque no estaba prevista y además, yo hice la canción, entregué aquellas partituras y me olvidé del tema (risas) pasaron tres meses cuando me avisaron que había ganado. Hice una especie de bloqueo mental , cuando sale yo estaba en medio de un disco más acústico y la canción necesitaba de muchos músicos, cargarla instrumentalmente”, relata Ubal quien finalmente decidió que esa canción abriera el disco Colibrí.

Desde aquel entonces hasta nuestros días, Una canción a Montevideo fue otra de las melodías que según dice le cambió la vida y le sigue abriendo puertas 25 años después de su creación. En 1996 con motivo de Montevideo Capital Iberoamericana de la Cultura la canción tuvo un nuevo video con la participación de artistas y referentes de la cultura uruguaya y fue un nuevo reencuentro con el público que redescubrió la melodía.

“Se generó una devolución muy grande por parte de la gente, es una canción que me abre puertas, en cualquier lugar del país, no hay esa cuestión que porque sea de Montevideo no la pueda cantar en Tacuarembó, la gente la siente como una canción uruguaya”, explica el músico y agrega “la gente me sigue saludando por esa canción, la verdad que ha sido una alegría , y partir de ese video empecé a usar el sombrero ,que no me lo pude sacar más”, bromeó.

Nuevo video

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“Una canción a Montevideo” tendrá en las próximas semanas un nuevo video clip que fue grabado en mayo en el marco de uno de los conciertos por el aniversario del programa Esquinas de la Cultura de la IM. “Estábamos con la típica banda grande,eso se filmó y vamos a hacer un video para redes, un recicle de la canción y lo vamos a mover en octubre, para recordar este cuarto de siglo que tiene la canción”, adelantó el músico.

Compromiso con su tiempo

Mauricio Ubal es uno de los referentes indiscutidos del canto popular uruguayo, espejo en el que se miran las nuevas generaciones de músicos. Su compromiso contra las injusticias sigue intacto tanto desde sus letras y composiciones musicales como también desde su labor al frente de la sociedad uruguaya de intérpretes luchando en defensa de una legislación acorde que proteja los derechos de las obras de los autores e intérpretes uruguayos ante el avasallamiento de las grandes multinacionales como Google o Youtube.

Desde varias áreas, Mauricio está indisolublemente ligado a la música, sacando discos, recorriendo el país con sus conciertos o como invitado especial en diversos conciertos de colegas (este 14 de setiembre estará invitado en el show de Alejandro Ferradás en el Solís).

Pero ¿cuál es el secreto de mantenerse vigente y lograr que sus canciones perduren?, es una pregunta que Mauricio intenta responder. “He tenido la fortuna de hacer algunas canciones que han quedado en la gente, que las ha tomado y guardado en su corazón, y eso es un misterio. Uno hace las canciones sin tener idea de qué va a pasar , han pasado los años y la gente las sigue escuchando y recordando. Me considero muy afortunado que me haya ocurrido eso, soy un agradecido a la oportunidad que me ha dado la vida”, reflexionó.

Rumbo

Ubal pertenece a la generación de músicos uruguayos que formaron parte del icónico Grupo Rumbo que marcó una forma de componer musicalmente y resistir ante la dictadura.

“Yo era muy joven, andaba con mis 20 años a cuestas, Rumbo fue el primer lugar donde trabajé profundamente con la música. Tuve la suerte de tener unos compañeros por un lado muy exigentes que me hacían sudar a la hora de componer, yo llevaba proyectos de canciones y me las tiraban para atrás, me decían: andá con esta estrofa y volvé a armarla (risas) y eso uno ahora con el tiempo lo valora porque ha sido una exigencia muy grande. Me hacia trabajar profundamente en el material”, reflexiona no sin antes recordar también a compañeros como Lazaroff, Trochón, Bonaldi, Cabrera, Masliah, Ruben Olivera.

“A toda esa generación nosotros le llamábamos de resistencia a la dictadura, éramos de alguna manera una especie de movimiento no declarado donde permanentemente nos cruzábamos, nos íbamos a ver, nos consultábamos y cada uno ejercía de alguna manera un papel de testigo y lo motivaba. Eso en plena dictadura era importante porque era una manera de estar en vilo y de no bajar la guardia en cuanto a la exigencia de la calidad”.

Ubal destacó la proyección murguera que introdujo Rumbo al canto popular. “La murga como ritmo y concretamente la marcha camión allá por 1978 y 79 era impensable, había pocos antecedentes. Cuando fundamos Rumbo en 1979 empezamos enseguida a trabajar las voces y dentro de eso la posibilidad de trabajar murgas porque eran 6 voces bien templaditas, y empezamos a componer para esa posibilidad”.

Incorporar en aquellos años la murga no fue un capricho ni una mera casualidad, fue el ritmo que encontraron para poder dar el mensaje en aquel momento histórico que atravesaba el Uruguay y donde la dictadura “censuraba y atacaba la cultura, de alguna manera era una forma de resistir esa misma dictadura, utilizar la murga era una cosas desafiante para el sistema. A nosotros nos gustó el desafío y empezamos a componer canciones”, relata y explica que en ese momento fue que compuso “A redoblar”, otro de los himnos de resistencia que hasta nuestros días perdura como icónica canción.

A redoblar

“Escuchar hoy esa canción me lleva a esos momentos de pelearla contra la dictadura, una canción de resistencia, que un poco nos pasó por arriba a los que la hicimos tanto a Rubén y a mí -como compositores- pero también a Rumbo, en el sentido que ella sola se convirtió en algo totalmente inesperado e inusual para nosotros”, revela.

“Rumbo se crea a mitad del 1979 y esta canción la hicimos dos o tres meses después y ya al poco tiempo estaba cantándose en los estadios como el Palacio Peñarol, Trouville, esos lugares donde se empezaban a congregar miles de personas para escuchar recitales y A Redoblar era todo un símbolo de decir estamos vivos, estamos resistiendo y vamos hacia otro lado.

Nosotros no nos dimos mucha cuenta de la importancia histórica que iba a tener esa canción, la hacíamos como hacíamos otras canciones, estábamos en la efervescencia. Ahora, con la perspectiva de los años nos dimos cuenta de la importancia y lo que significó esa canción como elemento aglutinador, como esa síntesis que a veces ocurre y que se dio mágicamente y nos puso a nosotros en un lugar muy especial, trabajábamos muchísimo con Rumbo, fueron años muy lindos, de mucho trajín, de mucho riesgo e inolvidable porque fue una canción que se nos ocurrió cuando teníamos 21 años, te queda marcado como una seña, por lo menos a mí”.

Los principios

Aquellos años con Rumbo marcaron en Mauricio Ubal las bases de lo que es hoy como compositor. “Todo el trabajo de Rumbo fue un trabajo de laboratorio, me permitió sentar las bases de lo que yo seguí haciendo después, la manera de componer, el compromiso con determinadas cosas”.

Ubal asegura que su compromiso es exactamente el mismo que en aquellos años. “Tengo en primer lugar un compromiso con lo estético, lo artístico, es decir, siempre dijimos que la mejor manera de hacer algo político a nivel artístico era creando un buen arte. En nuestro caso, una buena canción. Ese es el mejor elemento político que tenés para hacer. No necesariamente tiene que ser una canción que esté gritando a los cuatro vientos determinadas cosas, sino más bien, tratar de componer lo que hacés con la mejor calidad”.

Reinventarse sin perder la esencia

En sus nuevas producciones discográficas, Mauricio Ubal busca reinventarse, se desafía constantemente para seguir luchando por las injusticias pero también explorando nuevas sonoridades, eso siempre claro está, sin perder la esencia, eso que lo formó cuando tenía 20 años.

“Los ideales siguen siendo los mismos. Eso fue en esos años y sigue siendo ahora, por eso en el último disco cambié bastante lo que venía haciendo porque me gustó estéticamente correr ese riesgo y me sentí con la alegría de estar provocándome a ver qué pasaba con un manojo de canciones nuevas arregladas y vestidas de manera diferente”.

Reinventarse sin perder la esencia, ese parecería ser el camino en el que ha estado siempre, y el público de ayer y de hoy lo agradece. “Mi compromiso es con mi tiempo, con la sociedad en la que vivo, con determinadas cosas muy claras de defensa y rescate de la justicia social, de la vida como primera cosa a preservar y dignificar.

A partir de ahí, uno construye canciones pero siempre cuidando la calidad, tratando de crear algo que sea poético por un lado y que tenga esa “compinchería” con la gente”.

Ubal transita por el mundo de la música procurando no escribir banalidades, no hacer una música de entretenimiento, aunque entretenga. “Con esa cabeza seguimos y creo que vamos a morir pensando así, comprometidos con esa cuestión de lo estético, de correr siempre algunos riesgos y con altibajos como en todo. En mi caso soy un tipo que hace muchas cosas a la vez, no solo subirse al escenario a cantar, estoy en el trabajo editorial con el sello Ayui y tambien por los derechos de los artistas y productores que me lleva mucho tiempo”, recordó.

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