Uruguay lidera ranking de OIT en crecimiento del salario real y mínimo
Los sueldos crecieron en promedio 20 % en América Latina y 55,5 % en Uruguay en particular desde 2005, destacó el ministro Ernesto Murro. Por su parte, el experto de OIT, Andrés Marinakis, recordó que el salario mínimo nacional fue indicador de referencia para aumentar los montos de prestaciones sociales y el impuesto a los sueldos, con lo cual constituyó una variable de ajuste fiscal, “situación que se revirtió hace 13 años”.
“Uruguay aparece primero en aumento del salario real entre 2005 y 2015 en relación a los demás países de la región”, afirmó el secretario de Estado en la presentación de Panorama Laboral de América Latina 2017, realizada este martes 13 en la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, por parte de Andrés Marinakis, especialista principal en Políticas de Mercado e Instituciones Laborales de Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Un 35,5% más
Murro agregó que el salario creció en promedio 20 % en América Latina y 55,5 % en Uruguay desde 2005. Dijo también que Uruguay “aparece primero en menor informalidad respecto del salario mínimo general y del de las trabajadoras domésticas”.
Detalló que el país está en los primeros lugares de aumento salarial y de cumplimiento de los salarios mínimos. “En una región donde aumentan los problemas de empleo, Uruguay está mejor en términos de derechos e ingresos”, sentenció.
“Ese período es de los primeros en la historia en que Uruguay se desacopla de Argentina y Brasil”, ambos con recesión económica y aumento del desempleo mayor. “Ya no se puede aplicar el refrán Argentina y Brasil se resfrían y Uruguay se engripa”, graficó.
A modo de ejemplo, Murro precisó que “Brasil llegó a un desempleo de 13 % de la población económicamente activa y Argentina y Paraguay superan el 8 % de Uruguay”.
Incentivo perverso
Por su parte, Marinakis explicó que, “hasta 2004, el salario mínimo nacional uruguayo era utilizado como indicador de referencia para prestaciones sociales o el impuesto a los sueldos y, “por lo tanto, había un incentivo perverso para utilizarlo como ajuste fiscal en los años 80 y 90, que lo dejó a niveles irrelevantes”.