USA. A CraigMacFarland, de 18 años: lo aceptan 17 universidades, 8 de la Ivy League, incluías Harvard y Yale
Craig McFarland ha sido admitido en las ocho universidades más elitistas y en otras nueve de calidad
El nombre se traduce por la Liga de Hiedra y hace referencia a una conferencia deportiva entre ocho universidades del noroeste de Estados Unidos (Yale, Princeton, Columbia, Universidad de Pensilvania, Brown, Dartmouth, Cornell y Harvard). Si bien hay otras que compiten en excelencia académica, estas ocho son de las más prestigiosas, exclusivas y elitistas.
La primera que le llegó fue la de Yale, mediante un vídeo.
Luego llegaron las otras en cadena. Abrió una a una. En su habitación, junto a su hermana. Al desvelar el sí de la octava (Harvard), cogió a su perro y se puso a bailar con su mascota.
McFarland hace el bachillerato en la Stanton College Preparatory School de Jacksonville. Se graduará en julio –nueva fecha debido al aplazamiento por el coronavirus– con la nota más alta de su clase, una media de 4,98 puntos sobre cinco. La calificación máxima es A. Él no tuvo ni una B en los cuatro cursos de bachillerato.
Lo describen como un estudiante brillante, con habilidad para la escritura e interesado en los idiomas. En este periodo final estudia francés, español y árabe. Su agobio no se circunscribe a la aceptación en las Ivy League. Envió cartas a otras instituciones. En total recibió una respuesta positiva en 17 universidades.
Aunque la existencia se halla en suspenso, metida entre paréntesis por la Covid-19 , hay cosas que no cambian para los estudiantes estadounidenses del último año de bachillerato. El curso termina de facto en marzo, una vez que los colleges apuran las fechas para comunicar sus decisiones.
Según su definición, es un joven automotivado, que vive con su madre, Donabel Santiago, de origen filipino, su hermano de 21 años y su hermana de 15. Aprendió a ser independiente para no cargar de estrés a una madre que ya se sacrificaba en exceso.
Así que ahora afronta el momento de la incertidumbre positiva. Siempre ha vivido en Florida, de donde no ha salido jamás.
Su puzle aún no encaja. Está entre la Universidad de Florida, la californiana de Stanford y dos Ivy League, Yale y Harvard. Le interesan la bioquímica y la lingüística, pero no sabe si acabará en Derecho o Medicina. Su máxima es: “Espero hacer lo mejor”.