USA. Nueva sangre demócrata. Al Congreso: por New York una Latina de 28 años, del Bronx y una afroamericana por Massachusetts.
La vieja guardia demócrata en Estados Unidos no gana para sorpresas. Esta vez el golpe de gracia llegó desde Massachusetts, donde la aspirante Ayanna Pressley se impuso en las primarias al veterano Michael Capuano, que lleva diez mandatos representando a su distrito en el Congreso. A sus 44 años de edad, la concejal de Boston se convierte en la primera afroamericana del Estado electa para ocupar un escaño en la Cámara de Representantes.
La de Ayanna es una victoria doble, porque no tendrá rival republicano en las legislativas de noviembre. El séptimo distrito de Massachusetts es de los más progresistas del país y estuvo representado en el pasado por John F. Kennedy.
Es una situación parecida a la de la neoyorquina Alexandria Ocasio-Córtez, de 28 años, que prácticamente tiene ganado el voto en Nueva York, donde los conservadores no tienen opción alguna en el Bronx y Queens.
Capuano era especialmente vulnerable en estas primarias demócratas, pese a llevar 20 años invicto. Primero, porque la candidatura de Pressley ganó fuerza mientras tomaba cuerpo el giro hacia la izquierda entre los liberales. Segundo, jugó en su contra la baja participación tras un fin de semana de tres días por Labor Day. Y tercero, porque hace unos años se redibujaron las líneas del distrito.
Pressley ya fue la primera concejal negra en el consejo municipal de Boston. Activista como Ocasio-Cortez, expuso durante la campaña las dificultades que tuvo en la vida. “La gente que está más cerca del sufrimiento debe estar más cerca del poder”, reza su eslogan. Curiosamente, Capuano está considerado también como uno de los demócratas más progresistas en Washington.
En el distrito que representará Ayanna, los residentes blancos son minoría. La futura congresista asegura que utilizará su escaño para llevar nueva energía a Washington y poner en evidencia las necesidades de las familias económica y socialmente más rezagadas. El hecho de que no hubiera rival republicano pudo provocar que los afiliados a los apostaran esta vez por una nueva cara.
Ayanna creció en Chicago. La crió su madre mientras el padre estaba en prisión. Se mudó a Boston para estudiar en la universidad. Trabajó después para el congresista Joseph Kennedy II y después fue directora política para el exsenador John Kerry. Con su victoria, muchos de sus aliados políticos esperan que se convierta en una llamada de atención para los demócratas de cara a 2020.
La activista busca así reactivar el movimiento insurgente en las filas demócratas, para que las bases del partido entienda que hay otras voces que pueden llevar al cambio y plantar cara a las políticas de la Administración de Donald Trump. Pressley, que lleva ocho años de concejal de Boston, es la segunda demócrata que derrota a un miembro veterano de la Cámara de Representantes.
A final de junio lo hizo Alexandria Ocasio-Córtez frente Joseph Crowley, que también llevaba diez mandatos en el Capitolio. No es solo un momento de especial entusiasmo para los grupos más progresistas, también para las demócratas de color. Stacy Abrams puede hacer historia si se impone en la carrera para gobernar Georgia. A la lista se suman Lauren Underwood en Illinois, Jahana Hayes en Connecticut, Ilhan Omar en Minnesota y Lucy McBath en Georgia, nominadas para representar a sus distritos.
La millenial progresista latina Alexandria Ocasio-Cortez se impuso entre las bases de su partido al poderoso Joseph Crowley, considerado como el cuarto demócrata más influyente en la Cámara de Representantes tras diez mandatos en el Congreso.
Joven latina vecina del Bronx gana por sorpresa en las primarias demócratas de Nueva York al cuarto del partido
Ocasio-Cortez formó parte del equipo que organizó la campaña de Bernie Sanders las pasadas presidenciales. Hace un par de días se desplazó a la frontera en Texas para denunciar la política de tolerancia cero de la Administración que preside Donald Trump con la inmigración ilegal. Promete llevar a Washington un cambio “generacional, racial e ideológico”.
Su victoria, con el 57% de los votos, es aún más relevante si se piensa que su campaña se financió con poco más de 300.000 dólares, diez veces menos que su rival. Entre los grupos que le apoyaron se encuentra el influyente MoveOn, que está movilizando la participación en política de jóvenes que apoyan un cambio cultural y social basado en la igualdad, la sostenibilidad y la justicia.
Ocasio-Cortez, nacida y criada en el barrio del Bronx, decidió retar a Crowley en un nuevo intento por avanzar una agenda económica más progresista. “La clase trabajadora quiere a líderes limpios”, declaró, “no hay nada radical en la claridad moral en 2018”. No tiene experiencia alguna en un cargo público mientras que su oponente en las primarias se instaló en el Congreso en 1999.
Joe Crowley estaba considerado como el sucesor de Nancy Pelosi y potencial speaker de la Cámara de Representantes si los demócratas ganan la mayoría en noviembre. “Le deseo lo mejor”, dijo al aceptar la derrota, “por eso quiero que gane”. La progresista representará, si se alza con la victoria, a los vecinos del Bronx y Queens. Luchará en las legislativas con el republicano Anthony Pappas.
Ocasio-Cortez estudió Economía y Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston. Trabajó para el senador Edward Kennedy y tras graduarse, la joven promesa latina regresó al Bronx para dedicarse a apoyar a su comunidad. Entre otras políticas, defiende que se expanda el programa de salud pública a todos los ciudadanos y propone que la elimine la agencia de control fronterizo (ICE).
Hasta tal punto llegó la sorpresa, que el mismo presidente Trump celebró la derrota de Crowley con un mensaje en Twitter. Pero el resultado se considera la última muestra del ascenso del ala más progresista en el seno del Partido Demócrata este 2018. Es la primera vez en 14 años que el dirigente liberal veía como alguien de sus filas le disputaba el asiento en el Congreso.
La victoria de Alexandria Ocasio-Cortez forma parte de una oleada de mujeres que se están presentando a ocupar cargos públicos tras la elección de Donald Trump. Se suma a las de Stacey Abrams, en Georgia, y de Lupe Valdez, en Texas. Los barrios del Bronx y de Queens son de los más diversos de EE UU. “Llegó el momento para un nuevo día”, celebró.