Vergüenza AJENA
Existe un indicio incontrovertible sobre el creciente uribismo del candidato Rodolfo Hernández y el creciente “rofoldismo” del expresidente Uribe.
Hasta hace unas semanas ni Rodolfo Hernández se imaginaba que tuviera una opción real para la presidencia.
Eran tan escasas sus expectativas que no armó siquiera una lista de Senado para que lo acompañara en un eventual gobierno que él mismo percibía como altamente improbable.
Hace unos días, en una conversación con Los Danieles, el ingeniero Hernández nos contó, con humor y desparpajo, que él fue el primer sorprendido con su ascenso en las encuestas. Ascenso que tampoco es que sea arrollador y –dicho sea de paso— puede resultar tan vistoso como fugaz.
O de pronto no. Por lo menos eso debe considerar el expresidente Uribe que sabe de política y que debe estar viendo que quien fuera su candidato in pectore Fico Gutiérrez no pegó. O mejor dicho no despegó. O no ha despegado.
Por ahora tampoco hay nada que indique que Óscar Iván Zuluaga vaya a alcanzar la final. Quizás la gasolina le alcance para empujar el pesado carro de las listas al congreso del Centro Democrático, pero más allá…difícil.
Así las cosas, Uribe necesita diversificar su portafolio, como dicen los banqueros de inversión, y con Char a punto de quedarse con la coalición de derecha –cerrándole la puerta a Zuluaga—lo más cercano a él que queda sobre la mesa es el ingeniero Hernández.
Discretamente Uribe ha llamado amigos para que reciban a Rodolfo y se tomen fotos con él, olvidando o atenuando sus salidas en falso en el pasado: “No, es que se confundió, Él no quería decir Hitler”, “Hombre, es que el concejal lo provocó y por eso tuvo que darle su manazo” “Lo de amenazar con darle un tiro a alguien era en sentido figurado”.
En fin hay pastores y hay ovejas de varios rebaños que están tratando de lavar en agua lustral a Hernández, por encargo de Uribe, con la ilusión de que el exalcalde sea finalmente el gallo de la derecha para darle la pelea al candidato Gustavo Petro.
Y en ese contexto surge esta situación. Como les conté Rodolfo Hernández no tiene lista al Senado y lo único que pudo medio armar fue una lista a la Cámara de Representantes por Santander.
La denominó pomposamente la “Liga de gobernantes anticorrupción”.
El nombre no parece reflejar la realidad: Quienes manejan la lista son dos políticos de Santander altamente cuestionados: Edgar “el pote” Gómez y Mario Camacho Prada.
El pote Gómez es un célebre clientelista de Santander
El otro que le armó la única lista de Cámara que tiene Rodolfo Hernández es Mario Camacho Prada, un exgobernador de Santander condenado por la justicia por los delitos de peculado, celebración indebida de contratos y prevaricato.
Imagínense la parejita: El pote y Mario Camacho. Nadie más apropiado que ellos dos para armar la lista de la “liga anticorrupción”.
Como cabeza de esa lista pusieron a Erika Tatiana Sánchez beneficiaria de contratos en la regional de Bienestar Familiar, manejada durante años por el grupo del Pote Gómez.
El diario Vanguardia reveló que para firmar contratos laborales, funcionarios de Bienestar Familiar estaban exigiendo llenar las planillas de firmas para inscribir la candidatura presidencial de Rodolfo Hernández.
En fin, ustedes saben que generalmente una lista de Cámara hace equipo con una lista de Senado.
Pues bien, hace pocos días el candidato santandereano al Senado por el Centro Democrático, Néstor Díaz Saavedra, quien fuera director de la DIAN en el gobierno de Álvaro Uribe, se presentó en un acto de campaña con Mario Camacho Prada, el condenado exgobernador que co-maneja la lista de Rodolfo Hernández a la Cámara.
Néstor Díaz, que tiene su propia historia, publicó orgulloso sus fotos con el condenado Camacho como un símbolo de unidad.
Muchos piensan que esta alianza local va a ser el comienzo de algo nacional.
Álvaro Uribe vive una extraña paradoja. Cuanto menos aprobación tiene en las encuestas más candidatos necesita para intentar otra vez reelegirse en cuerpo ajeno. Rodolfo Hernández es otra de sus apuestas.