Zumo de limón ¿el superanticonceptivo que mata el VIH?
La Universidad de Melbourne, en Australia, está dispuesta a resucitar un método anticonceptivo, utilizado hace siglos en las poblaciones mediterráneas: el zumo de limón. El grupo de investigación de Roger Short, un experto en biología de la reproducción ha emprendido una investigación para demostrar científicamente si la acidez de este cítrico o el de las limas pueden tener el aval de la ciencia para controlar la fertilidad femenina y, al mismo, tiempo prevenir la transmisión del VIH, el virus del sida.
De momento solo se han realizado ensayos en el laboratorio, pero si superan los próximos pasos, las mujeres podrían tener una alternativa económica a los métodos tradicionales de anticoncepción que además funcione como una barrera frente a sida. Sin hormonas y sin preservativos.
Acidez espermicida
La Universidad de Melbourne es optimista porque las primeras pruebas ya han demostrado que el cítrico es un potente espermicida y destruye el VIH.
En condiciones de laboratorio una solución de limón al 10 por ciento produjo una reducción de 1.000 veces en la actividad del VIH. Y media cucharadita de zumo eliminó dos cucharaditas de esperma en 30 segundos.
La idea es que el limón se utilice con la ayuda de una esponja anticonceptivao un trozo de algodón, pero en lugar de impregnar un espermicida, se empaparía de limón antes de mantener relaciones sexuales. Las investigadoras del laboratorio de la Universidad de Melbourne ya lo han probado para saber si causaba molestias y aseguran que el zumo no provocaba ni dolor ni malestar alguno.
Siglos de antigüedad
Roger Short reconoce que no ha inventado nada nuevo. Este método anticonceptivo estaba muy extendido en el Mediterráneo antes de la llegada de los métodos modernos, como la píldora. «Soy un gran creyente en la historia. La gente no lo hubiera usado durante 300 o 400 años si no hubiera funcionado», explicó Short a la cadena de televisión ABC.
Aunque la infabilidad como método anticonceptivo no está probada. Las esponjas con tratamientos espermicidas tampoco son muy seguras y la estadística muestra que pueden presentarse 3 embarazos por cada 10 mujeres.
Daños en la flora vaginal
Julian Meldrum, un experto en sida consultado por la revista «New Scientist» también muestra dudas sobre su capacidad para prevenir la transmisión del VIH. «El principio básico de que los ácidos como el jugo de limón pueden inactivar tanto el esperma como el VIH y esto lo conocemos desde hace algunos años». Pero aunque el jugo de limón se usó históricamente como un anticonceptivo, «se desconoce cuánto daño causó esto directamente a la vagina y al interior del cuello uterino y el útero, e indirectamente, a través de los efectos en la flora vaginal».
El propio Short está de acuerdo en que su teoría necesita más investigación antes de ofrecerlo como método seguro y eficaz: «Ahora necesitamos más tiempo para ver si las mujeres realmente pueden confiar en el jugo de limón para protegerse contra el embarazo y el VIH en el cuerpo humano sin ningún efecto secundario», dice.
Tras los cultivos in vitro, el próximo paso del equipo de Short en la Universidad de Melbourne es realizar experimentos con monos macacos en Indonesia.