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Un grupo de seis líderes del sector alternativo del Partido Verde anunciaron que se juntaran para optar por la Alcaldía de Bucaramanga y la Gobernación de Santander, y acabar con la hegemonía familiar de los Aguilar.

Santander es desde 2004 el hogar y fortín de la familia Aguilar. Su historia comenzó cuando el coronel Hugo Eliodoro Aguilar, conocido por ser el policía que lideró la persecución que acabó con la vida de Pablo Escobar, salió elegido gobernador con 301.288 votos y le arrebató el triunfo al Partido Liberal. El departamento pasó de una hegemonía partidista —los liberales venían haciéndose con la Gobernación desde el cambio de constitución en 1991— a una familiar que perdura hasta hoy. Actualmente, Mauricio Aguilar, uno de los nueve hijos del coronel, ocupa la misma silla en la que estuvo su papá hace 18 años. Es el segundo de la descendencia en ser gobernador porque Richard, su hermano mayor, ya lo fue entre 2014 y 2017. Pero el apellido no es lo único que comparten. 

En 2013, la Corte Suprema de Justicia condenó a Hugo Aguilar a nueve años de prisión por el delito de concierto para delinquir agravado, tras comprobar que pactó una alianza con grupos paramilitares durante su etapa en la Gobernación. El mismo alto tribunal, en 2021, ordenó la captura de Richard Aguilar como parte de una investigación que adelanta sobre un presunto cartel de contratación que encabezó, al igual que su padre, mientras fue gobernador y en el que habría cobrado millonarias coimas para amañar licitaciones. En el desarrollo de este proceso, la Corte ordenó a la Gobernación de Santander, en especial a Mauricio Aguilar, en su condición de gobernador, la entrega de documentos relacionados con los hechos que están siendo investigados. Una caja de archivo, que contenía resoluciones firmadas por Richard y se relacionaban con los contratos en cuestión, no apareció en la diligencia y por eso la Fiscalía delegada ante la Corte abrió una investigación contra el menor de los Aguilar y actual gobernador por ocultar material probatorio. Ninguno está exento de líos judiciales.

La familia ha conseguido ubicar otras fichas propias en diferentes posiciones. Edwin Ballesteros, quien hoy también está siendo investigado por los mismos hechos delictivos que Richard Aguilar, se desempeñó como representante a la Cámara por Santander entre 2018 y 2021 (renunció para que su caso pasara de la Corte a la Fiscalía), y su lugar fue relevado en las últimas elecciones legislativas por Luis Eduardo Díaz Mateus, hermano del condenado excongresista Iván Díaz Mateus, que aseguró su curul con 57.178 votos. Richard Aguilar, quien renunció al Senado igualmente en 2021 en medio de la investigación en su contra, fue reemplazado por otro ungido de la familia: José Alfredo Marín, senador electo con 78.447 votos.

El poder de los Aguilar es incuestionable. Siempre que la ciudadanía acude a las urnas, su victoria es un hecho. Especialmente en su departamento, en donde cada vez que se celebran elecciones por lo menos uno de sus miembros aparece en el tarjetón. Sin embargo, lo que hasta ahora ha sido una plaza tranquila para el poder del coronel y su descendencia, puede verse sacudida por las nuevas alianzas que se han gestado en sectores alternativos.

La aparición de Rodolfo Hernández, en 2015, el mapa electoral cambió en Bucaramanga. Los liberales no han vuelto a ganar la Alcaldía de la ciudad y el fenómeno del ingeniero, que en un principio se presentó como aliado de movimientos y partidos de centroizquierda, coincidió con la intención de jóvenes y personas alejadas de la política que se interesaron en postularse a cargos de elección popular. En esa nueva camada llegaron Fabián Díaz (representante a la Cámara desde 2018), Carlos Parra y Danovis Lozano (actualmente concejales de Bucaramanga), Ferley Sierra (diputado de Santander), Cristián Avendaño (electo representante a la Cámara) y Jonathan ‘Jotape’ Hernández (el senador más votado de la Coalición Centro Esperanza). Todos recibieron el aval del Partido Verde y todos marcaron distancia de Rodolfo Hernández. Eso quedó demostrado en las pasadas elecciones, cuando solo ‘Jotape’ le dio su apoyo antes de la primera vuelta y, tras los resultados y posteriores adhesiones, se retiró de su campaña argumentando que no quería estar en la misma orilla del uribismo.

La nueva camada se unió recientemente para hacer un anuncio: buscará los principales cargos ejecutivos del departamento el año que viene. En un video compartido en sus redes sociales, los seis líderes políticos explicaron que, unidos, perseguirán la Gobernación de Santander y la Alcaldía de Bucaramanga para acabar con el reinado de lo que denominan “los clanes corruptos”+

CAMBIO conversó con el concejal Carlos Parra, quien recibió la votación más alta en Bucaramanga, acerca del video y el motivo de que lo hayan publicado con más de un año de antelación a las próximas elecciones municipales.

El video se hizo para comunicar dos cosas. Los alternativos del Partido Verde queremos dar a conocer que estamos unidos y, además, queremos enviar un mensaje a otros sectores alternativos de que podemos vencer al establecimiento”, indicó.

Al referirse a sí mismo y a sus compañeros como “alternativos” de su partido, Parra toma distancia de Carlos Ramón González, uno de los codirectores de la colectividad verde, quien, además de también ser santandereano, es cercano a Gustavo Petro y ha sido cuestionado por sus acercamientos con políticos tradicionales.+

En la grabación publicada se da a entender que Parra será quien se candidatizará para la Alcaldía de Bucaramanga y Ferley Sierra hará lo propio con la Gobernación de Santander. Sierra ha sido el crítico más activo del gobierno de Mauricio Aguilar, desde su posición de diputado en la asamblea departamental. Fue él quien denunció la celebración del cumpleaños del gobernador con mariachis e invitados en el edificio de la Gobernación, mientras el país estaba en uno de sus picos de contagio más altos de coronavirus. Sin embargo, Parra aclara que nada está decidido y que podrían evaluarse cambios en las candidaturas. 

Esto es lo que, por ahora, estamos construyendo. Vamos a aspirar al ejecutivo municipal y departamental. Recién estamos construyendo algo y eso puede que cambie cuando se nos vaya uniendo más gente. Queremos eso, juntar gente”, aseguró.

Su propuesta de atraer a otros sectores está dirigida al Pacto Histórico y la Liga de Gobernantes Anticorrupción, el movimiento de Rodolfo Hernández. De lograr una unión tienen buenas chances de lograr su cometido y destronar a los clanes políticos que hoy están afianzados. Entre esos, la familia Aguilar.

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