“Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de paz”: Francisco

Miles de personas escucharon con ánimo al papa Francisco en una misa en Catama, en Villavicencio, a pesar de que antes había caído un fuerte aguacero. En la homilía, el sumo pontífice les habló a las víctimas del conflicto sobre reconciliación.

El heredero del trono de Pedro señaló: “Colombia es pueblo de Dios” y preguntó: “¿Cómo haremos para dejar que entre la luz? ¿Cuáles son los caminos de la reconciliación?”.

El Papa fue claro al decir que las víctimas del conflicto deben dar el paso hacia la reconciliación: “La reconciliación no es una palabra abstracta; si eso fuera así, solo traería esterilidad, más distancia”, señaló el Papa. Y reflexionó: “Reconciliarse es abrir una puerta a todas y a cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto. Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz. Es necesario que algunos se animen a dar el primer paso en tal dirección, sin esperar que lo hagan los otros”.

El Papa jesuita recordó al entonces pontífice san Juan Pablo II, quien afirmó en 1982: “(La reconciliación) es un encuentro entre hermanos dispuestos a superar la tentación del egoísmo y a renunciar a los intentos de pseudojusticia”.

La reconciliación no es una palabra abstracta; si eso fuera así, solo traería esterilidad, más distancia

Misa y beatificación

El Papa también recordó a los sacerdotes que hoy fueron beatificados en Villavicencio: monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, obispo de Arauca, y el sacerdote Pedro María Ramírez Ramos, conocido como el mártir de Armero.

El sumo pontífice finalizó sus palabras llamando de nuevo a la necesidad de reconciliación: “Nos toca a nosotros decir sí a la reconciliación; que el sí incluya también a nuestra naturaleza. No es casual que incluso sobre ella hayamos desatado nuestras pasiones posesivas, nuestro afán de sometimiento”.

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