Las revoluciones de colores y las primaveras democráticas tienen su origen en los países ex comunistas de la Europa del Este, donde se experimentaron por primera vez, aunque trataron de ser extrapoladas sin éxito a países de América Latina como Venezuela. No obstante, fueron instaladas en otras latitudes y son celebradas como movimientos de emancipación autóctonos (pero con apoyo internacional), espontáneos y exitosos (cuando condujeron al derrocamiento de los gobiernos de turno). Iconos de estos procesos son el liderazgo de los jóvenes y posteriormente la incorporación del uso de las redes sociales para convocar movilizaciones masivas (revoluciones 2.0) que por momentos se transformaron en revueltas violentas con respuestas represivas por parte del Estado. Fueron bautizadas como las revoluciones del siglo XXI: los jóvenes y las nuevas tecnologías puestas al servicio de la emancipación. Se centran en los derechos civiles, el derecho de los “ciudadanos”, el derecho a la información, etc.

Para aguar la fiesta, llegaron los Wikileaks y la realidad posterior a los levantamientos, incluidos los límites de las Redes Sociales para generar “el cambio” (en la realidad). Los documentos filtrados por este organismo, además de las declaraciones del propio Assange, muestran la otra parte de la historia. Dan cuenta, por ejemplo, de la articulación de intereses de larga data y muy arraigados en las relaciones de los objetivos geopolíticos y geoeconómicos de una elite a nivel global con los procesos de “emancipación” en los países donde se produjeron las “primaveras”. La participación tras bambalinas de “capos” de Google y Facebook en los levantamientos en Egipto es solo una muestra del modo en que opera una red de poder transnacional, que no necesita “inventar” revoluciones, sino que se ocupa de canalizar las energías “revolucionarias” por el camino correcto, para evitar cualquier tipo de radicalización o incluso “desviación” del capitalismo neoliberal

Es de notarse que, luego del momento en que se logra la expulsión del gobierno o los gobernantes no deseados del poder, no aparecieron programas de gobierno y organizaciones con proyectos claros y progresistas que pudieran operar como alternativas reales al modelo rechazado (y responder a las demandas de derechos civiles, políticos, etc.). En su lugar, se instalaron rápidamente en el poder otros gobernantes que tendieron a acomodarse al statu quo neoliberal rápidamente y a las directrices geopolíticas planteadas por las potencias occidentale.

En América Latina y a nivel centroamericano, un ejemplo son las manifestaciones en Guatemala en el 2015. Lograron encarcelar y expulsar al presidente y vicepresidenta de turno y eso fue un enorme logro. Sin embargo, al carecer de organización y proyectos definidos, el espacio vacío fue ocupado por un personaje del espectáculo (comediante de TV) fuertemente vinculado a la derecha anticomunista contrainsurgente, y por supuesto, a la asociación empresaria más importante del país. Denominar como “primavera” a los levantamientos del 2015 es una provocación al proceso de primavera democrática que vivió Guatemala entre 1944 y 1954, donde los derechos civiles y políticos que reclamó a sangre y fuego buena parte de la población, se tradujeron en la refundación democrática del Estado, la redistribución de riqueza y recursos, procesos de inclusión política, cultural y económica.

Un dato que se fue vislumbrando en estas revueltas del Siglo XXI, es que se presentan como las voces legítimas de jóvenes (la mayoría de las veces estudiantes) por un cambio real, sustantivo etc. en contra de gobiernos que (tal como son presentados) se autoimpusieron y autoperpetuaron en el poder, que suelen estar ligadas a las trayectorias, vínculos y dinámicas institucionalizados por la asistencia para el desarrollo del centro a la periferia. A su vez, la asistencia forma parte de un “poder blando” que opera hace décadas, vinculado a operaciones psicológicas y de otros tipos orientadas a la desestabilización de gobiernos de turno para propiciar el “cambio de régimen”.

 

Nicaragua

No es un hecho menor (y carece de justificación posible) la reacción del gobierno de Ortega ante los reclamos de los manifestantes es cuestionable y que evidentemente ha sido rebasado por los acontecimientos, como muestra la gran cantidad de heridos y fallecidos por las protestas.Sin embargo, teniendo en cuenta algunas de las experiencias previas mencionadas, entendemos que vale señalar algunas de las características de la asistencia para el desarrollo que está penetrando la vida política de Nicaragua hace décadas. Esto es, evidentemente, responsabilidad del gobierno de turno. Pero a la vez, da cuenta del modo en que siguen operando las relaciones centro-periferia y la comunidad internacional en los espacios periféricos, intentando “moldear” en virtud de sus intereses las trayectorias democráticas y definir a su gusto qué son los DDHH, la libertad, etc.

Debe decirse que Nicaragua guarda importantes diferencias con vecinos como Honduras, Guatemala e incluso El Salvador, países que luego de los Acuerdos de Paz se encausaron hacia un neoliberalismo violento por medio de diversas iniciativas, la mayoría auspiciadas por el gobierno-sector privado estadounidense (léase, por ejemplo, la Iniciativa para la Seguridad de Centroamérica y la Alianza para la Prosperidad). En el marco de estos planes, se ha generado una creciente militarización y un recrudecimiento de la violencia, al estilo Plan Colombia.

A diferencia de esas trayectorias, Nicaragua muestra (con las limitaciones y contradicciones que deben señalarse) crecimiento económico y reducción de la pobreza, sus índices de seguridad son infinitamente mayores a los de los países del Triángulo Norte y sus residentes no han tenido que huir hacia la frontera estadounidense en busca de mejores vidas en la misma proporción que lo han hecho los salvadoreños, guatemaltecos y hondureños –aquí es importante apuntar que no es que no exista movimiento migratorio en Nicaragua, en este caso, la migración se da hacia Costa Rica, país que se caracteriza por indicadores económicos, de estabilidad política y seguridad superlativos.

Nicaragua también se diferencia de la avanzada del militarismo en la región, en el marco de la “guerra contra las drogas” impulsada por EEUU en los países del Triángulo Norte. La lucha contra las drogas en Nicaragua, está más bien vinculada a acuerdos de entrenamiento y compra de armas con Rusia (en lugar de centrarse en una relación exclusiva con EEUU).No obstante, esto no implica una ausencia total de EEUU en este ámbito. Por el contrario, en los últimos meses se habla de un posible retorno de la DEA al país (luego de su expulsión en el 2008)

El FMI

Lo cierto es que el gobierno nicaragüense viene cediendo ante el empresariado local e internacional y las Instituciones Financieras Internacionales, que presionan para un ajuste. Un ejemplo, es que Nicaragua firmó en 2006 el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos –debiendo ser remarcado que el único país con el que EE. UU tiene déficit en el marco de ese Tratado, es con Nicaragua.

La relación de Nicaragua con el FMI se explica a partir de la condonación de deuda que obtuvo el país. En el 2005 un grupo de 18 países cuya pobreza y deuda externa eran muy importantes, fueron absueltos por el G-8 de pagar la deuda con el FMI si cumplían con el compromiso de ajustar la economía según su criterio hasta el 2011.

Nicaragua, cumplió con el plan de ajuste que estructuró el organismo de forma tal que en 2012 la deuda con el FMI fue de cero. Su buena conducta también hizo que el organismo cerrara la sede que tenía en Nicaragua debido a la consolidación de su estabilidad económica. Sin embargo, el FMI sigue realizando la misión anual pertinente para evaluar los números de la economía nicaragüense y emite un informe al respecto. Este informe es público y tiene bastante trascendencia para la economía del país

Dada la buena situación económica que viene atravesando el país, estos informes reparan en aquellas condiciones que hay que mejorar, pero siempre mencionando el buen desempeño. Los informes advierten la necesidad de fortalecer las reservas internacionales (debido a la posibilidad de que se apruebe la Nica Act, un conjunto de sanciones económicas –ver más abajo y en informe revio http://www.celag.org/nica-act-la-amenaza-estadounidense-la-economia-nicaragua/), la insolvencia del INSS y el aumento de la deuda fiscal y promueven reformas al respecto. Sin embargo, la política promovida por el FMI para mejorar las condiciones financieras del sistema de seguridad social (aumento de la edad jubilatoria y aumentar las semanas de cotización), no integraron la reforma propuesta por el gobierno de Ortega.

La reforma propuesta se basó en ampliar el aporte tanto patronal como de los trabajadores y reducir un 5% las pensiones en concepto de atención médica. Asimismo, algo que fue pasado por alto, es la eliminación del límite de aporte con que contaban los sueldos altos. Esta medida es claramente progresiva.

Es importante aclarar en este sentido que la reforma del sistema en sí es una deuda pendiente del gobierno ya que el sistema es deficitario desde 2013. El punto de inflexión que se marca es la necesidad de realizar una reforma fiscal, al mismo tiempo que la reforma del sistema de seguridad social. El FMI en este sentido presiona para que se liberen exenciones, mientas la cámara empresarial (Cosep) pretende negociar ambas reformas en conjunto para no perder por ambos lados.

Se sabe que los primeros reclamos fueron de parte de los ciudadanos debido a los recortes en la seguridad social. Sin embargo, es de notarse que inmediatamente tomó la posta el sector empresarial opositor al gobierno, advirtiendo sobre el “reinado de Ortega”. Luego de esto, proliferaron reclamos de todo tipo, poniendo en duda no solo el actual gobierno sino la trayectoria de Ortega en su totalidad. Nada sirve: Nicaragua es “igual” a los demás procesos progresistas, un engaño para enriquecer a parte de la elite local a costa de los pobres.

 

Nicaragua en la Geopolítica estadounidense: hard power, soft power y escenario regional

El hard power: infraestructura estratégica y el canal

La empresa china HKND Group y el gobierno sandinista de Nicaragua dieron a conocer en 2014 la ruta definitiva del Gran Canal interoceánico: un trazado de 278 km de longitud, desde la desembocadura del río Punta Gorda, en la costa del Caribe, hasta la desembocadura del río Brito en Rivas, en la costa del Océano Pacífico.

Según informe de la Brookings Institution (think tank estadounidense de importante trayectoria y alta influencia en la formulación de “opinión experta”) los principales problemas que están en juego en la construcción de canal son:

  • Seguridad: ¿El canal de Nicaragua incluirá garantías de “neutralidad”, de apertura al envío de todos los países? ¿Qué otras garantías de seguridad podrían buscar los EEUU?
  • Esto se da en el marco de incremento de la presencia económica de China en el hemisferio occidental, pero hasta ahora los EEUU ha adoptado una actitud de “esperar y ver”, reconociendo la reciprocidad de los beneficios comerciales y sin prejuzgar las oportunidades políticas o geopolíticas que China podría aprovechar. Pero un canal chino-nicaragüense indicaría un nivel mucho más alto de presencia e influencia china.
  • Contratos: Si las entidades chinas proporcionan la mayor parte del financiamiento, es probable que vinculen su apoyo al equipo chino y muy posiblemente a los trabajadores chinos ¿Puede haber ofertas abiertas y justas, que permitan contratos con firmas estadounidenses como Caterpillar y Bechtel, así como con empresas de construcción mexicanas y brasileñas?
  • El Canal proporcionaría un poderoso impulso comercial a Nicaragua, lo que ayudaría a facilitar la transición ante la merma de la financiación proveniente de Venezuela. Pero si tiene éxito, el proyecto defendido por Ortega, que ha capturado la imaginación popular, podría solidificar la política de partido único en Nicaragua en el futuro previsible. A la luz de la inestabilidad en los Estados centroamericanos del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala, El Salvador) y el prisma extra-regional de Costa Rica, un Estado nicaragüense fuerte y unificado podría convertirse en la potencia dominante en el istmo.
  • Consecuencias medioambientales: ¿Cuáles serán los impactos en el lago más grande de América Central y en la biodiversidad de los bosques nicaragüenses? ¿Cómo se generará la energía requerida?[20]

Por último, algo que no menciona la Brookings, es que en 2016, el gobierno de Nicaragua expulsó a tres ciudadanos norteamericanos por considerar que estaban alentando acciones contrarias a la institucionalidad, sospechados de espionaje y búsqueda de información vinculada al canal. Entre ellos estaba el profesor del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, Evan Ellis (experto en investigaciones sobre la presencia china y rusa en América Latina), y otros dos agentes de la aduana de EEUU.

EEUU, Nicaragua, Rusia y Venezuela

  • Nicaragua mantiene importante vínculo militar con Rusia y ha comprado en los últimos años material bélico
  • Nicaragua dio reconocimiento oficial al Gobierno de Osetia del Sur y Abjasia
  • Las sanciones económicas a PDVSA también afectaron a Albanisa, la compañía petrolera nicaragüense
  • La Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) suspendió la exportación a Venezuela de carne, lácteos, café, ron, tabaco, frijoles y maíz.[21]

La Estrategia de Seguridad Nacional y de Defensa Nacional para 2018 de EEUU, establece como prioridad detener la influencia china y rusa y las inversiones chinas en la región. Además, el Teatro del Comando Sur 2017-2027 establece como prioridad el aislamiento de Venezuela para lograr un cambio de régimen. Nicaragua es uno de los miembros de la ALBA y de los países que siguen manteniendo relaciones comerciales con Venezuela. Por último, ambas estrategias (Seguridad y Defensa Nacional) tienen como uno de sus objetivos la promoción de un hemisferio “democrático y seguro” que permita establecer relaciones comerciales sólidas y a largo plazo. En las declaraciones de Kurt Tidd, comandante del Comando Sur, en el Congreso de EEUU, se destaca que los objetivos de EEUU con la región son comerciales y no militares.

Nica-Act

En setiembre de 2016 el subcomité del Hemisferio Occidental de la Cámara baja de EEUU al tiempo en que discutía sanciones a Venezuela[22], también discutía sanciones para Nicaragua en el proyecto de ley Nicaragua Investment Conditionality Act (Nica Act) H.R. 5708, en audiencia titulada: “El colapso de la democracia en Nicaragua”. Proponía “oponerse a préstamos en instituciones financieras internacionales para el Gobierno de Nicaragua a menos que el Gobierno de Nicaragua esté tomando medidas efectivas para celebrar elecciones libres, justas y transparentes, y para otros fines”.[23]

En la misma audiencia también se planteó el tema de las relaciones del país centroamericano con Rusia. En presentación de Juan González, Subsecretario de Estado Adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, sobre las relaciones Estados Unidos-Nicaragua afirma: “Nicaragua ha elegido a Rusia como su aliado en temas de seguridad. Compartimos las preocupaciones del Congreso sobre las actividades de Rusia en todo el mundo y mantenemos un monitoreo muy cercano a la presencia de Rusia en Nicaragua”.[24]

El proyecto de ley de la Nica Act fue aprobado en la Cámara de Representantes el 21 de septiembre del 2016 pero no logró ser discutido antes de concluir el período legislativo 2016.

En abril de 2017 es presentada una versión aún más severa de Nica Act que exige cambios sustanciales en el “restablecimiento de la democracia”, el combate efectivo a la corrupción, protección a representantes de ONGs, a periodistas, sindicalistas, respeto a los derechos humanos y que haya libre organización de partidos políticos opositores.[25]

Actualmente, el proyecto se encuentra en el Comité de Relaciones Exteriores en el Senado aún sin fecha para votación.

El soft power: la asistencia para el desarrollo

En Nicaragua, al igual que en otros países de América Latina y la periferia, la asistencia para el desarrollo incluye el financiamiento de sectores y grupos que, durante la ola de gobiernos progresistas, se ubicaban directamente como opositores al gobierno de turno.[26] Este tipo de financiamiento debería ser al menos discutido debido a la injerencia en asuntos internos y el potencial para propiciar/erosionar determinados escenarios políticos. La ausencia de debate se debe a que en las relaciones de EEUU y América Latina, esta penetración a nivel político, ideológico y cultural ha adquirido un alto grado de naturalización y promoción.

El administrador de USAID, Mark Green, anunció a mediados de abril que el gobierno de EEUU continuará apoyando la participación “libre, segura y genuina” de la sociedad civil nicaragüense.[27]

Retomando los datos de la Asistencia para el Desarrollo Internacional de EEUU (USAID) se destacan los siguientes organismos en su asignación de presupuestos a Nicaragua, que son canalizados hacia agencias directamente vinculadas al gobierno EEUU, fundaciones, ONG y empresas privadas[28]:

USAID  Es la agencia de Asistencia para el Desarrollo de Internacional creada en 1961. Abarca todo lo relativo a proyectos y programas de “asistencia para el desarrollo” bilateral. Canaliza sus recursos a través de fundaciones, ONG y empresas. Durante la Guerra Fría estuvo vinculada al entrenamiento de fuerzas contrainsurgentes y en la actualidad se conoce el financiamiento y participación en estrategias de desestabilización.
Cuerpos de Paz  El Cuerpo de Paz es una agencia federal independiente de EEUU establecida por decreto en 1961. Tiene voluntarios en más de 70 países. Desde su funcionamiento hasta la actualidad, se conoce del vínculo entre la embajada de EEUU en diversos países y la implementación de actividades encubiertas por medio de integrantes de los Cuerpos de Paz. El caso más reciente es en Bolivia en el 2008[29].
National Endowment for Democracy (NED)  Creada en 1983 por una comisión compuesta por republicanos y demócratas durante el Reagan para contrarrestar el triunfo del Sandinismo en Centroamérica. La USAID es una de las que financia la NED, que a su vez deriva fondos al Instituto Nacional Democrático (NDI), al Instituto Internacional Republicano (IRI), al Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE) y el Centro Americano para la Solidaridad de los Trabajadores. Hay pruebas de que estas instituciones han participado de actividades encubiertas y de injerencia en países de América Latina. Según informe, la NED gasta 30 millones de dólares al año para apoyar a partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos, asociados a procesos de desestabilización de gobiernos no alineados a la política exterior de EEUU[30].
National Democratic Institute (NDI)  Considerando la “debilidad democrática” de Nicaragua en la última década”, NDI se ha asociado con universidades y organizaciones cívicas nicaragüenses “para asegurar que la próxima generación de líderes esté equipada para gobernar democrática y transparentemente”. Desde 2010 desarrolla un programa de liderazgo juvenil “que ha ayudado a preparar a más de 2,000 líderes jóvenes actuales y futuros de todo el país”.[31]
Inter-American Foundation gob EEUU Fue creada en 1969 a través de la Ley de Asistencia Exterior. Es una agencia independiente del gobierno de EEUU que financia a proyectos de desarrollo emprendidos por ONG y Asociaciones en América Latina y el Caribe.
International Research and Exchanges Board (IREX) En Nicaragua administra el Fulbright Teaching Excellence and Achievement Program (Fulbright TEA), programa de intercambio de profesores estadounidenses con fondos del Departamento de Estado y la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales.[32]
Global Communities Organización internacional sin fines de lucro que desde el 2010 implementa el Programa de Gobernabilidad Local de USAID en Nicaragua con el objetivo de “fortalecer la participación ciudadana y la capacidad de organización de la sociedad civil para influenciar a tomadores de decisión con el fin de mejorar la gobernabilidad y el desarrollo local”.[33]
Fundación Violeta Barrios de Chamorro  Fundación creada por la ex-presidenta de Nicaragua Violeta Barrios de Chamorro que “trabaja por la defensa y consolidación de la libertad de expresión e información”, desarrollo social y ejercicio de los valores democráticos[34]. Uno de los principales proyectos administrados por la fundación con fondos de USAID es el “Programa de Medios para Nicaragua”.[35]
DevTech Systems Inc  Empresa privada que se encarga de implementar proyectos de “desarrollo” y asesoría en diferentes rubros de gobierno. Fundada en 1984, tiene sedes en Nicaragua y Guatemala. Vinculada directamente a la USAID y el Departamento de Estado.
Creative Associates International  Corporación privada fundada en 1977 enfocada en proyectos de educación, crecimiento económico, juventud, fomento del empleo, gobernabilidad y elecciones, etc. Ha apoyado a los Contras a fines de los 80 y realizado injerencia en las elecciones de 1990.[36]Actualmente desarrolla el programa “Aprendo y Emprendo” financiado por USAID
Consortium for Elections and Political Process Strengthening:  Fundado en 1995 como parte de los proyectos del National Democratic Institute (del Partido Demócrata) y del International Republican Institute (del Partido Republicano). Ambas instituciones tienen larga historia y protagonismo en la red de partidos de derecha a nivel regional e internacional[37].
Comisión Permanente de DDHH Nicaragua Ha implementado el programa “Promoviendo el acceso a la justicia y los derechos humanos en Nicaragua” financiado por NED.[38]
Asociación Hagamos Democracia  Institución de carácter civil y sin fines de lucro cuya misión es promover la difusión y el ejercicio de los valores democráticos en Nicaragua.[39] Ha implementado el programa Promoviendo la supervisión legislativa y el periodismo ciudadano financiado por NED.[40]

El presupuesto más abultado es el destinado a la GOBERNANZA (entre 2010 y 2016 alcanzó los 200085892 de dólares).

La gobernanza es definida por la Real Academia de la Lengua como el “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”.[41]Una definición que se presenta de manera aséptica pero que en realidad esconde una visión de la democracia y la economía de tintes marcadamente liberales.

La gobernanza se entiende como “fortalecimiento” de las instituciones democráticas, para lograr ese ansiado “equilibro” entre el Estado, la sociedad civil y la economía. Una fórmula que busca poner límites a la acción estatal, que es vista como un problema. Para ello se promueve el financiamiento para la formación de líderes, partidos políticos, asesoramiento administrativo y de funcionarios, organización de eventos políticos. Los sectores y grupos que reciben financiamiento son generalmente aquellos que se oponen al gobierno de turno y son proyecto donde suelen estar involucradas las mencionadas agencias: USAID; NED; NDI[42]. Esto no es un detalle, considerando que se trata de ámbitos que obedecen estrictamente al ámbito de la “interno” o lo “nacional”, y son directamente influenciados desde fuera, por los intereses que sea.

En este contexto, son sugerentes las declaraciones y la trayectoria de la actual embajadora de EEUU en Nicaragua, Laura F. Dogu, haya denunciado inmediatamente “la violencia estatal del gobierno nicaragüense” y elogiando por supuesto “la primavera democrática nicaragüense”. Dogu, es una diplomática que tiene un interesante recorrido antes de llegar a Managua, digno a tener en cuenta. Viene de ser Ministra Consejera en México (2012-2015), y cónsul de ciudad Juárez, caracterizada por la conflictividad y la violencia del narcotráfico, la trata de personas y la venta de armas (de EEUU hacia México). Tiene un recorrido por las embajadas de EEUU Turquía (2002-2006), Egipto (1999-2002), y en El Salvador (1991-1994) en tiempos del proceso de paz y la firma de los acuerdos. Posgraduada del Colegio Industrial de las Fuerzas Armadas, en 2007[43], esta diplomática tiene el perfil de ser una embajadora con conocimientos especializados en manejo de relaciones con países “problemáticos” para los EEUU.

A modo de conclusión

Lo que está sucediendo en Nicaragua es de máxima gravedad. Es, junto con Costa Rica, el único país de América Central que mantiene líneas políticas, económicas, sociales y de seguridad que tratan de ir más allá de la ortodoxia neoliberal, aunque de manera contradictoria y ambivalente, en una región  sumida en la miseria y la violencia. Pero, a diferencia de Costa Rica, Nicaragua lo hace sin plegarse a los intereses de la política exterior estadounidense. Sin desestimar los errores del gobierno de Ortega en su respuesta a las demandas y sin compartir la respuesta represiva por parte de las fuerzas de seguridad, es fundamental considerar la importancia de Nicaragua en la geopolítica regional, los intereses que pueden estar en juego y los sectores que podrían estar buscando desestabilizar al gobierno de turno. Esto no implica que no exista el descontento en diferentes sectores de la sociedad. Pero lo llamativo es el modo en que se canaliza esta disconformidad, el modo en que está siendo presentada por la prensa hegemónica y los argumentos que se elevan como principales quejas o reclamos al gobierno (que nos retrotraen, como hemos repasado en estas líneas a experiencias anteriores).

Es importante visualizar, tener presente, qué pasó en los países que gozaron de “primaveras democráticas” en las últimas décadas: ¿quiénes tomaron el poder? ¿qué transformaciones hubo? ¿a favor de qué sectores? ¿qué rol jugó EEUU? Tal vez luego de cada primavera 2.0 lo que se anticipa, más que un verano, es otro largo invierno neoliberal sin ningún tipo de obstáculo o reclamo por parte de la comunidad internacional.