VENEZUELA. Freddy Bernal, recorre la frontera con COLOMBIA para “garantizar la paz y la soberanía”
Revolucionario desde los 19 años, tuvo un papel fundamental en el intento golpista de Hugo Chávez, en 1992. Desde entonces ha rotado por varios cargos de la mano del chavismo.
Freddy Bernal es el guardián de Táchira, un estado al oeste de Venezuela, fronterizo con Colombia, en donde se encuentra el tan mencionado puente internacional Tienditas (ese que hasta hace unos meses pocos conocían, que ni siquiera se ha inaugurado, pero que hoy está en los ojos de todo el mundo).
Se presenta como “soldado Bolivariano y Revolucionario al servicio del Pueblo y la Patria. Defensor del legado del comandante Hugo Chávez, y Jefe Nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP)”.
Y es que su historia con el movimiento revolucionario de Venezuela no es reciente. Oriundo de San Cristóbal, capital tachirense, ingresó a la Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación (Efofac) en 1980, a sus 19 años. Desde entonces, según cuenta en una entrevista conNoticias 24, se dio cuenta del “deterioro que había dentro de la institución”, y al poco tiempo le dieron de baja por su “actitud a veces desafiante ante las irregularidades de las que era testigo”.
Pero eso no lo detuvo. Tras su salida de Efofac entró a la Escuela de Cadetes de la Policía (en donde su paso tampoco estuvo al margen de polémicas). Con unos compañeros comenzó a “analizar el deterioro del país y, sobre todo, de la Fuerza Armada Nacional”, por lo que decidió formar un movimiento rebelde incluso antes de saber que “existía Chávez”, cuenta.
Ocho años después, en 1989, cuando era Instructor de Operaciones Especiales, empezó a formar y fortalecer el “Movimiento Bolivariano por la Dignidad Policial”; y como sus labores se realizaban en otros lugares como Yaracuy, Zulia, Cojedes, Mérida, Caracas, entre otros, empezó a “formar su núcleo y sembrar la raíz conspirativa, que en ese entonces se fundamentaba en la lucha contra la corrupción policial”, asegura.
Para el 4 de febrero de 1992, año en el que el entonces comandante, Hugo Chávez, dirigió un intento de golpe de Estado contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, Bernal contaba con 74 oficiales, 4.600 hombres en todo el país y comandantes en las zonas policiales. “Desde el año 92 yo empecé un proceso para enlazarme con los rebeldes, pero como yo era de los oficiales de Operaciones Especiales no era confiable, me hicieron varias pruebas durante meses. A mediados de mayo me contactaron y me reuní con miembros del Movimiento Cívico Militar 5 de Julio, que encabezó el intento de golpe de Estado el 27 de noviembre de ese año”, recuerda Bernal.
Con una carta que le escribió a Chávez anuncia su vinculación formal con el movimiento revolucionario y recibe su aval para participar. “Bienvenido al movimiento de la patria”, le respondió entonces el exmandatario.
Desde ese momento, no se ha desligado del chavismo. Formó parte de la Dirección Nacional del Movimiento Bolivariano Revolucionario MBR-200, también fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente en 1999, siendo colegislador de la Carta Magna; ha sido alcalde de Caracas y del municipio Libertador. Fue comisionario general del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y ahora es miembro de la Directiva Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Pero la lista no acaba ahí.
Con mis Compatriotas @dariovivaspsuv y @GPintoVzla nos encontramos recorriendo el puente internacional Simón Bolívar, demostrando a Venezuela y el mundo, que todo está y seguirá en total tranquilidad.#TáchiraFronteraDePaz3626:20 PM – Feb 21, 2019545 people are talking about thisTwitter Ads info and privacy
Su labor, desde el 31 de enero de 2018 (cuando fungía como ministro de Agricultura Urbana) ha sido resguardar la frontera, función que se ha vuelto más exigente ahora, que tiene que impedir que las donaciones enviadas por Estados Unidos y otros países atraviesen de Colombia hacia Venezuela por los tres puntos fronterizos. Entre esos, Tienditas, el puente binacional que fue terminado en 2016 como parte de un plan de integración colombo-venezolano, pero que nunca se puso en servicio y que ahora permanece bloqueado por contenedores y un camión cisterna.
“El puente binacional nunca se ha abierto (…) Allá no hay ni control migratorio, aduanero y sanitario, por lo tanto, no puede pasar nadie. Por aquí no pasa nunca un ser humano porque no es un paso fronterizo abierto. Nosotros no podemos cerrar lo que nunca hemos abierto”, afirmó.
Bernal está convencido y orgulloso de su trabajo. “Somos la fuerza de la Patria, unidad cívico-militar y no nos arrodillamos ante nadie, tampoco nos vendemos ante nadie y no es en Washington desde donde nos colocarán presidentes”, asegura a la Venezolana de Televisión (VTV).
Sin embargo, para muchos, el puesto de “protector” es un “cargo paralelo” a la gobernación de Táchira, y se lo dieron al expolicía para que el oficialismo tuviera control sobre un territorio en el que Laidy Gómez (la gobernadora elegida por los tachirenses) pertenece al partido opositor.
Aunque la tensión ha incrementado en la frontera en los últimos días, para Bernal se trata de una “guerra psicológica” que no ha logrado ninguno de sus objetivos, y que “más allá de una provocación, no va a pasar nada, estamos perfectamente preparados para el show mediático. El pueblo de Venezuela puede contar con que, pase lo que pase, no vamos a caer en provocación y defenderemos la soberanía y la patria”, dice.
El líder oficialista (que es otro de los muchos funcionarios venezolanos sancionados por el Departamento del Tesoro de EE. UU., el gobierno de Panamá y por la Unión Europea) está convencido de que las “penurias” que viven los venezolanos son por causa del “cerco económico que Estados Unidos ha impuesto. Asegura que Washington les prohíbe a organismos internacionales la venta a Venezuela de medicinas contra enfermedades como el cáncer o la hipertensión, y que pese a esto, “no han logrado (ni lograrán) quebrar la moral del pueblo”. ¿Qué pasará este sábado? Freddy Bernal vigila la frontera.