ÁNGEL HERNÁNDEZ El hombre que ayudó a morir a su mujer recuerda lo que ella decía: “a mí no me llegó la eutanasia, que sea por los demás”
Ángel Hernández, el español que ayudó a morir a su esposa María José Carrasco, enferma terminal, asegura que su gesto fue “un acto de solidaridad” y admitió que tomar la decisión fue “terrible”.
Hernández, de 70 años asegura que no tiene miedo y que está muy tranquilo porque su mujer ha dejado de sufrir después de que padeciera desde 1989 una esclerosis múltiple con una discapacidad del 82 %.
El hombre que ayudó a suicidarse ayer en su casa de Aravaca a su mujer, enferma terminal de esclerosis múltiple, salío del Juzgado con la idea de ayudar a otras personas en su misma situación y por ello ha recordado las palabras que le dijo antes de morir: “A mí no me llegó la eutanasia, que sea por los demás”.
Sus primeras palabras fueron para agradecer a los medios porque entiende que su proceso de declaración ante el Juzgado, previsto para hoy viernes, se ha adelantó a ayer gracias a su apoyo.
”He declarado todo lo hice por mi mujer y ahora me encuentro afectado y asumiendo su fallecimiento. Los funcionarios y la Policía ha empatizado conmigo, se han portado muy bien y estaban de acuerdo conmigo; me lo han dicho expresamente”, manifestó.
Ángel señaló que todo lo que hicieron “viene de lejos” y asumió que él “le dio el producto” que acabó con su vida. “Mi mujer me lo ha pedido siempre y en los últimos cuatro meses me lo pedía constantemente. Mi mujer cuando lo decidimos me lo comentó: ‘A mí no me va a llegar la eutanasia, que sea por los demás’”, expresó.
Libertad sin fianza
Preguntado por si podía convertirse en un referente de la lucha por la muerte digna, el acusado señaló que no sabía si lo será, pero pidió a los medios “que se dediquen a la gente que tiene este problema porque su aunque su mujer ha fallecido y en parte ya no le hace falta, hay mucha gente que está en la misma situación y hay que ayudarla”.
Respecto al proceso judicial que ahora se abre, Ángel recordó que le han dado la libertad sin fianza, pero ahora será el juez instructor que le corresponda “el que decida lo que me tiene que aplicar”. Ahora preparará el funeral de su mujer, que se encuentra ahora en el Instituto Anatómico Forense, que será incinerada “sin espectáculos”.
Trato exquisito
El protagonista estuvo acompañado de su abogada y del hermano de su mujer fallecida, Carlos, que ha estado apoyándoles en muchos momentos. “Ahora hay que apoyarle a él para que todo este tiempo que ha dedicado a su mujer en la situación que estaba lo dedique un poco para él, que falta le hace”, concluyó.
Por su parte, la abogada del acusado, Olatz Alberdi, reiteró que tanto los funcionarios judiciales como los policías trataron a Ángel “de forma exquisita”, “Él estaba muy mal esta mañana y ahora está entero dentro de la gravedad”, añadió.
Sobre la estrategia judicial que seguirán, la letrada indicó que espera que le apliquen ciertos atenuantes como la confesión y que no entre en prisión. Según explicó, está acusado de un delito de asistencia al suicido, lo que implicaría una posible rebaja de dos grados, es decir, que de la pena inicial que se aplica a este delito, de 6 a 10 años de cárcel, podría quedarse en dos o menos. En caso de que sea condenado también barajarían pedir el indulto.¿Apruebas la eutanasia?