A la caza de “doctores” plagistas
Además de ser este baúl de bulos tan amplio como hondo, tan vetusto como actual, cuenta por descontado con doble fondo. Y son tan numerosos y diversos los casos que han venido a rebasar su oscuro interior, que cabe sospechar que si la verdad realmente existe, debe de hallarse la pobre a estas alturas escondida y temblando de miedo detrás de una zarza ardiente, muy probablemente de plástico, o en todo caso virtual, en medio del desierto. Quizá no siempre ha sido así, pero de algún tiempo a esta parte da la impresión de que todos -empezando por los mandatarios- mentimos más que hablamos.
Si bien la revolución digital ha propiciado la proliferación de falsedades de todo tipo, también ha facilitado, a los que quieren denunciarlas, unas herramientas la mar de eficaces, como se ha visto, sin ir más lejos, en la detección de tesis doctorales copiadas o falsificadas.
Víctimas de Heidingsfelder
Desde la creación en el 2011 de la plataforma VroniPlag Wiki, Martin Heidingsfelder ha venido investigando tesis copiadas o con ideas robadas. Algunas de las piezas que ha cobrado este cazador de plagios han sido de caza mayor. Su primer gran trofeo atendía porKarl-Theodor zu Guttenberg, un apuesto barón ministro de Defensa de 39 años cuya carrera política y popularidad parecían asegurarle ocupar, llegado el día, el puesto de canciller. Y muy probablemente habría sido así si no fuera porque pudo demostrar Heidingsfelder que la tesis del aristócrata era poco más que un cúmulo de trabajos ajenos sin citar las fuentes. El ministro abandonó la escena política el 1 de marzo de ese mismo 2011, tan sólo un mes después de la denuncia de Heidingsfelder.
Otra de las victimas de Heidingsfelder ha sido nada menos queUrsula von der Leyeden. Una denuncia anónima le llevó al infatigable cazador a descubrir, en el 2015, que la tesis presentada por la a la sazón ministra de Defensa en 1991 pecaba de las mismas irregularidades que la de su defenestrado predecesor. Ahora bien, a diferencia de éste, la ministra no sólo supo esquivar el embiste sino que ha llegado a ser la actual presidenta electa de la Comisión Europea.
Una de las últimas víctimas de VroniPlag ha sido la ministra alemana de la familia, la socialdemócrata Franzisca Giffey, que ha ofrecido la dimisión a su partido, en caso de que le retire el título de doctorado la Universidad de Berlín (se doctoró en Ciencias Políticas en 2009), que actualmente está revisando su tesis por presunto plagio.
Por otro lado, aunque no sea el caso de Heidingsfelder, seguramente habrá cazadores dispuestos a guardar en secreto el descubrimiento de ciertos inconfesables casos de plagio, a cambio, claro está, de dinero u otras prebendas. Incluso se diría que en España esta modalidad cinética digital se desarrolla sin que nadie declare veda alguna, máxime en ese inmenso coto privado de caza que es la capital, Madrid. Y de ahí el doble fondo de este baúl de bulos.