Kamala Harris, la mujer del año 2020

Kamala Harris, vicepresidenta electa de Estados Unidos

Kamala Harris, es la primera vicepresidenta electa de Estados Unidos.

Hija de inmigrantes y afrodescendiente, su elección cambió la historia.

El video se hizo viral al instante: Kamala Harris llama por teléfono a Joe Biden cuando se entera del resultado de las elecciones de Estados Unidos. Está vestida con ropa deportiva, tiene los auriculares en una mano, el pelo recogido en una cola y unos lentes negros. “Lo hicimos.

Lo hicimos, Joe”, dice mientras se pasa la mano por la cabeza. “Vas a ser el próximo presidente de Estados Unidos” y larga una risa descontracturada, fuerte, radiante. Era 7 de noviembre de 2020. Joe Biden y Kamala Harris acababan de convertirse en presidente y vicepresidenta de los Estados Unidos. Además, habían sacado del poder a Donald Trump, que muchas semanas después sigue acusando fraude y pide que se investigara la votación. Era 7 de noviembre de 2020. Kamala Harris, 56 años, negra, de origen indio y jamaicano, acababa de convertirse en la primera mujer en llegar a la vicepresidencia de Estados Unidos.

Ese mismo día, unas horas después de publicar el video en su cuenta de Instagram, Kamala publicó un tuit que decía: “Quizás puedo ser la primera mujer en este cargo, pero no seré la última. Porque cada niña que esté mirando esta noche, sabrá que este es un país de posibilidades”. El texto era parte del discurso que dio ese día. Siguió así: “Y para los niños, independiente de cuál sea su género, nuestro país les ha enviado un mensaje claro. Sueñen con ambición, lideren con convicción y véanse a sí mismos de una manera en la que quizás otros no los ven (…) Sepan que los aplaudiremos en cada paso del camino”. También habló sobre democracia, sobre Biden, sobre las mujeres que estuvieron antes aplanando el camino y sobre su madre, que un día le dijo que se asegurara de ser la primera, pero no la última.

Afrodescendiente e hija de inmigrantes 

Joe Biden y Kamala Harris. Foto: AFP

Joe Biden y Kamala Harris. Foto: AFP

Nació en 1964 en Oakland, California. Es la hija mayor de una investigadora contra el cáncer de la India y un economista de Jamaica que se casaron en Estados Unidos y se divorciaron cuando Kamala era aún una niña. Su madre las crió sola a ella y a su hermana Maya y se aseguró de que crecieran orgullosas y conscientes de su identidad.

“Sabía (mi madre) que su patria de acogida nos vería como niñas negras y estaba resuelta a asegurarse de que creceríamos como mujeres negras orgullosas y con confianza en sí mismas”, escribe Kamala en su libro, The Truths We Hold: An american Journey.

Su madre fue la influencia más importante de su vida. En una entrevista con la agencia Efe dijo que siempre tiene presente lo que les decía a ella y a su hermana cuando se quejaban: “No te quedes ahí sentada. Haz algo”. Y Kamala hace, sobre todo, para intentar cambiar la realidad de las minorías de Estados Unidos. De las que forma parte y de las otras.

Estudió Ciencias Políticas y Economía en la Universidad de Howard, en Washington, y se especializó en la lucha contra el crimen.

Fue la fiscala de San Francisco entre 2004 y 2011 y la fiscala general de California de 2011 a 2017. Esa vez, se convirtió en la primera mujer y en la primera afrodescendiente en llegar a ese lugar.

Dijo, alguna vez, que ocupó ese cargo porque la única forma de cambiar el sistema era desde adentro. Como tal, Kamala fue cuestionada por algunas acciones. Se reconocía como una “fiscala progresista” pero argumentaba que era posible tener mano dura contra el crimen y, al mismo tiempo, confrontar las profundas desigualdades del sistema de justicia penal. Además se opuso, en primera instancia, a la legalización de la marihuana con fines recreativos y fue cuestionada por no procesar a policías que habían matado a civiles, aunque dejó su administración con algunas causas abiertas. Al mismo tiempo, impulsó medidas que tenían que ver con el matrimonio entre personas del mismo género y con la abolición de pena de muerte, vigente aún en algunos estados.

En 2016 fue electa al Senado. Allí, prometió proteger a los inmigrantes de las políticas del entonces presidente Donald Trump, fue famosa por sus cuestionarios intensos a los funcionarios del gobierno y apoyó medidas para aumentar el salario mínimo y para mejorar el sistema financiero del país. Además, defendió con vehemencia la legislatura de justicia racial como respuesta al asesinato de George Floyd en manos de la policía.

En enero de 2019 Kamala presentó su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, que tiempo después abandonó tras quedarse sin fondos para financiarla. En el primer debate entre los candidatos y las candidatas del Partido Demócrata, Kamala se enfrentó a Joe Biden por temas referidos al racismo y además habló de su historia personal. Después, en una entrevista dijo que contaba su experiencia para hablar de las mujeres y de las mujeres negras y de las minorías y de todas las personas oprimidas.

El 11 de diciembre la revista Time la eligió, junto a Biden, como la persona del año. En la portada publicó una imagen en primer plano de la vicepresidenta y el presidente electos en Estados Unidos. Con letras blancas sobre un fondo oscuro, dice: “Joe Biden y Kamala Harris. Cambiando la historia de América”.

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