‘Frida’ la niña mejicana que recordaba a Omaira en Armero, en Colombia, resulto un fraude, de TELEVISA, al estilo “la rosa de Guadalupe” pero, la historia es más grave aún
“Hay evidencias que los hay vida bajo los escombros del colegio Enrique Rébsamen en ciudad 
de México tras el terremoto del pasado martes”. Dijo, hace unas 20 horas, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, quien no ha abandonado el lugar en en un día, y ha estado al frente de la emergencia.
Entre tanto, el subsecretario de Marina, Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, en declaraciones a los medios en el lugar del rescate, afirmó que sólo se tienen indicios de la presencia de una mujer bajo los escombros que trabajaba como intendente en la escuela, por lo que continúan las labores de rescate.
Según sus palabras, 19 niños de la escuela fallecieron. El resto del alumnado se encuentra con su familia o recuperándose de las heridas en centros hospitalarios.
El colegio Enrique Rébsamen se desplomó el martes por el terremoto de magnitud 7,1 que sacudió el centro de México y dejó más de 230 muertos.
Pero la historia mejicana es más grave aún…
Según un video anónimo tomado en las ruinas del colegio, y que se ha hecho viral, muestra a un hombre diciendo que, ha recibido información de protección Civil, en el sentido de que el edificio estaba mal construido, y tenía advertencia de las autoridades de hacer remodelaciones pronto.
Además, relata el hombre que encima del auditorio, en la azotea, estaba construida la casa de la directora, que esta con vida, y fue a buscar refugio tras la emergencia, estando al tanto de lo que sucede en el colegio. Este primer hecho es ilegal, y no contaba con los permisos de las autoridades para su construcción.
Pero lo más grave del caso, es el relato del hombre que, tras ver los videos del desplome de la estructura, se logró constatar que los niños quedaron atrapados bajo las ruinas de la casa de la directora y el auditorio.
RECORDANDO A OMAIRA:
Omaira la valiente mártir de Armero, Colombia
«Váyanse a descansar un rato y después vengan y me sacan de aquí». Esta es la entereza que mostraba Omaira Sánchez hace hoy justo 28 años, atrapada entre el lodo y los restos de su propia casa, con el agua al cuello, mientras las cámaras de televisión retransmitían sus últimas horas de vida.