Fue campeón del mundo de Fórmula 1 en 2016. Para sorpresa de sus compañeros de equipo, colegas de profesión, aficionados y familiares se retiró al cabo de seis días de haber coronado el olimpo de la automoción. Fue una sorpresa mayúscula que pocos entendieron, pero este alemán-finlandés criado en Mónaco lo tenía claro: existe vida después de la alta competición, aún siendo jóven…

Campeón de la F1 en 2016

En un reportaje concedido a Expansión, Nico abrió las puertas de su nueva vida en la que ha diversificado su tiempo sobre diferentes negocios e inversiones. Su esposa, la diseñadora Vivian Sibols, es esa persona clave en sus nuevas ocupaciones: madre de sus dos hijos, es su socia y la mejor partner de trabajo que podría tener. El matrimonio Rosberg-Sivols ha sabido reinventarse en busca de la tranquilidad fuera de los paddocks después de 206 Grandes Premios, aunque tampoco paren quietos.

Su negocio en el ‘Port Vell’ de Ibiza: una heladería

Vivi’s Creamey es la heladería que montó junto a su mujer en 2014

En este reportaje, Rosberg recibió a nuestros compañeros de Expansión en Ibiza, donde ha abierto una heladería. “No hay un camino único. Valentino Rossi sigue ahí un año y otro y otro… Pero yo sentía que era lo que tenía que hacer. Y soy muy feliz con mi vida”. Una nueva vida que pasa por los helados. En 2014 abrieron el Vivi’s Creamery, todavía cuando eran novios y cuando Nico estaba inmerso en la caravana de la F1 que recorre los cinco continentes. Su mujer hizo la reforma y se sirvió de un chef para elaborar unos helados con ingredientes autóctonos de la isla. Se conocieron en Ibiza y por lo que se ve fue amor a primera vista: “Cuando teníamos 8 años, jugábamos juntos en el restaurante Cana Pepeta y él dice que allí se enamoró de mí”, asegura su mujer.

Reinvención: comentarista para Sky Sports

Baratos no deben de ser, pero este matrimonio es todoterreno y no lo han apostado todo en un negocio, prácticamente, de temporada. Nico habla seis idiomas y desde la temporada pasada se ha reconvertido en analista de la competición presidida por Bernie Ecclestone en el canal británico Sky. Sin embargo, esta temporada hará unos pocos premios para tener más tiempo para sus otras pasiones. “Me encanta, es muy divertido y me permite estar cerca de mi mundo. Me gusta hacer televisión, pero no voy a comentar todas las carreras. Este año haré unas ocho, las que me más atraen. Además, ahora estoy también trabajando como inversor”.

Muy pendiente de la Formula E

Se trata de la competición de vehículos completamente eléctricos

Las inversiones de Nico Rosberg las podemos dividir en dos ramas. Por un lado el sector inmobiliario y del otro la movilidad eléctrica. En el sector inmobiliario han comprado varios bloques de apartamentos en Mónaco. Vivian los reforma y luego los alquilan. Pero su gran pasión está en la energía del futuro: la movilidad eléctrica.

Hay que cargar los coches eléctricos

Rosberg colabora con la Fórmula E, que es el Campeonato del Mundo de monoplazas eléctricos. Además ha invertido fuerte en Charge point, uno de los líderes mundiales de cargadores eléctricos creado en 2007 en California.También ha financiado parte de una start-up alemana. Lilium Aviation es el ambicioso proyecto que desarrolla un taxi volador eléctrico de despegue vertical. Según el expiloto se va en la buena dirección:“Creo que todo será eléctrico. En Ibiza en unos cinco años, en el resto de países en siete o 10, pero va a ser mucho más rápido de lo que pensamos. Ya el próximo año van a aparecer muchas novedades de vehículos eléctricos”. Veremos si la revolución de la energía eléctrica en el transporte es tan rápida como asegura nuestro protagonista.

El proyecto del taxi volador eléctrico