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“Indudablemente hay un divorcio construido de manera premeditada y hace décadas entre ministerio de educación y ministerio de salud. Prueba de ello es el desastre al que llevaron al Fomag entregando la salud de los maestros a una aseguradora y el actual que se refleja en la universidad Javeriana. He sido crítico de la ley 100 y voté en su contra en 1993. Transforma la salud en un mercado, cuando es un derecho universal de toda la población colombiana. Uno de sus efectos está en la educación de ciencias de la salud. Enseña a competidores por el éxito individual medido por sus ingresos y no por la investigación científica y el servicio público. Enseña a competir y a no trabajar en equipo. El ministerio de educación debe lograr expandir las facultades de ciencias de la salud en todo el pais, debe generar un sólido aprendizaje en medicina general y atención primaria, debe enseñar a trabajar en equipo y de manera solidaria, debe enseñar la dignidad del ser humano por encima de cualquier otro valor. El derecho a la salud es lo más cercano al derecho de vivir. La muerte por suicidio y la opresión a una residente solo muestra el impacto neoliberal de un sistema que ya no reconoce el derecho del ser humano” Escribió le presidente en su cuenta de la X.
El jefe de Estado posesionó a Daniel Rojas Medellín y le encomendó la tarea de expandir las sedes públicas universitarias en todo el territorio nacional. Además, le planteó el reto de “romper dentro de su Ministerio y, quizás, romper dentro de la sociedad colombiana” las deficiencias de la educación superior.
Bogotá, 23 de julio de 2024
“Usted tiene la misión central de lograr, en el poco tiempo que nos queda, que haya un resurgir de la gratuidad de la educación pública superior y de la cobertura de la educación pública superior”.
Con estas instrucciones, el presidente Gustavo Petro Urrego posesionó este martes al nuevo ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, a quien le encomendó la tarea de expandir las sedes públicas universitarias en todo el territorio nacional.
Además, le planteó el reto de “romper dentro de su Ministerio y, quizás, romper dentro de la sociedad colombiana” las deficiencias de la educación superior que convierte a los colombianos “en obreros y obreras de un sistema, en donde unos hacen las ganancias y los demás trabajan para ellos”.
Le pidió al nuevo ministro Rojas “garantizar que haya un salto en la calidad y cantidad de la educación pública en Colombia”.
Y se preguntó: “¿Por qué la educación pública? Porque es la que va a dos terceras partes de la juventud y la niñez colombiana” y, “¿eso qué implica? Que por primera vez haya un presupuesto que se invierta en sedes públicas de la universidad”.