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Buen cuento y con una realidad inocultable desde ahora:

“Érase una vez, un grupo de rancios políticos santandereanos quienes habían ostentado poder por mucho, mucho tiempo, y de pronto, fueron orillados por dos poderosos clanes llamados los Tabares y las Águilas.Esos añejos y tradicionales políticos execrados, eran ni más ni menos que el Pato Gámez, Mirio Cachama, Bernardino Celio, el loco Quintana, Ferney Amaya y los hermanos Corte parejo de Barbosa.De pronto, llega la campaña electoral presidencial y aparece de candidato el “ingenioso” Hachege, a quien buscan los ya mencionados huérfanos de poder y le ofrecen su “incondicional” apoyo.Claro, entre ellos, previamente conversaron, y uno de ellos concluyó que tenían la gran oportunidad de volver a “mandar” en el palacete amarilo… ¿Cómo así? ¿En el palacete amarilo?… ¿Acaso el ingenioso no es candidato presidencial y allá se llama es palacio de Nari?… No, acotó el interviniente, pa´qué nos metemos mentiras si sabemos que el ingenioso no pasa a segunda vuelta, y eso si es que hay segunda vuelta, porque como va la campaña, el Tavo Pentro gana en primera.Ah, ahora sí entiendo, agregó el loco Quintana. Claro, es que al viejo lo que de verdad le interesa es la Goberna (y a nosotros también) y por eso es que Hachege no se pone a perder tiempo ahorita estudiando geografía ni viajando a otros departamentos.Uy sí, dijo el Pato Gámez, claro, vamos a echarnos al bolsillo al ingenioso y tan pronto termine la perorata de la campaña presidencial, ahí mismo comenzamos la de la Goberna. Esa sí seguro el viejo la gana, saca a los clanes del paseo y nosotros tenemos oportunidad de nuevamente agarrar las riendas en la región.Claro, insinuó Bernardino, pa´eso “ligamos” nosotros dos Cámaras que nos van a ayudar a conseguir en la capital unos buenos recursos pa´traer pa´cá, después que nos inventemos unos proyecticos que nos dejen una esquirlita bien gordita. Por ejemplo, podemos conseguir platica para pavimentar la vía Curos Málaga, Ji, ji, ji…— Hay Juepucha, ahí mismo empezó la repartidera. El uno pidió la CDMB, el otro dijo que se conformaba con la Empas, y los restantes reclamaron la ESANT, Idesan, Lotería y el Hospital Universitario.De pronto, Ferney, quien era el “controlador” del grupo, exclamó: “Pilas mano, consientan al viejito, llévenle la cuerda, no le saquen la piedra, aguántenle sus chocheras. Tengan paciencia que para la Asamblea nosotros armamos la lista igual que para la Cámara y malo malo, “ligamos” unos tres matachos en la Duma. Eso, eso, dijeron los demás en coro, concluyendo que la vaina se va a poner buena, y colorín colorado…este cuento seguirá “

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